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Publicado: 24 Marzo 2021
La mayor铆a de jugadores del CF La Solana tiene un trabajo al marten del f煤tbol
Aurelio Maroto
Obviemos por un momento el asunto del Quintanar del Rey-La Solana. Dejemos al margen el sinsentido de jugar un partido a las 19,30 horas de un d铆a laborable en una categor铆a amateur. Olvidemos la flagrante injusticia que supone para aquellos clubes con mayor铆a de jugadores no profesionales en sus plantillas. Apartemos la picaresca de los contagios que van y vienen y de las cuarentenas que cambian seg煤n salga el sol ese d铆a. Incluso, no hagamos caso de los riesgos sanitarios, esos que algunos enarbolan como un t贸tem por la ma帽ana y soslayan como un pelele al caer la tarde; seg煤n convenga.
Llueve sobre mojado. Que las federaciones deportivas en Espa帽a son reinos de taifas 鈥榚s m谩s verdad que la doctrina鈥 鈥揷omo dir铆a la hermana Custodia en La rosa del azafr谩n-. Tres d茅cadas despu茅s de la Ley del Deporte, poco o nada ha cambiado. Son el modus vivendi de un pu帽ado de personas que 鈥揼eneralmente- solo mueven sus sillones por dos razones: jubilaci贸n o imputaci贸n. A veces, ni con esas. La Real Federaci贸n Espa帽ola de F煤tbol (RFEF) es un buen arquetipo.
En nuestra comunidad aut贸noma, la Federaci贸n de F煤tbol de Castilla-La Mancha (FFCM) lidia con un morlaco dif铆cil, no hay duda. La pandemia azota a todos y el f煤tbol no es ninguna excepci贸n. Lejos de entrar en melod铆as m谩s all谩 de las deportivas, es un organismo endog谩mico y con la opacidad que le otorga su titularidad privada, aunque ejerzan 鈥損or delegaci贸n- como entidades p煤blicas. He ah铆 lo sangrante. La realidad es que al tel茅fono siempre se ponen los mismos. En los palcos siempre aparecen los mismos. Y a la hora de pedir apoyos, siempre los encuentran los mismos. Basta con rememorar cu谩ntos presidentes ha habido en los 煤ltimos 50 a帽os. La tutela del Consejo Superior de Deportes (CSD) es pura formalidad. Y claro, en situaciones como las actuales, hay que mantener el statu quo de cada cual. Dicho esto, no pongo en solfa la honestidad personal de Pablo Burillo y su equipo. Lo que no sabemos es cu谩ndo decidir谩n honrar la palabra 鈥榓lternancia鈥. Cualquiera sabe.
Detr谩s de todo 鈥揷uando deber铆an estar delante- se sit煤an los clubes, aut茅nticos sostenes de cada federaci贸n. Est谩n soportando una competici贸n leonina, repleta de obst谩culos. Llevan meses navegando en patera por un oc茅ano embravecido. Pero siguen dando paladas a la tempestad, sin taquillas, sin socios, sin publicidad. Sin dinero, en suma. Un contexto de dif铆cil digesti贸n, amplificado seg煤n subimos de categor铆a. Y aqu铆, la Tercera Divisi贸n se lleva la palma, por razones obvias. Engalgados ante ascensos te贸ricamente m谩s factibles, algunos han tirado con p贸lvora del rey. Ellos ver谩n. Otros han preferido mantener su cuaderno de Bit谩cora, sin volantazos. Es el caso del CF La Solana, empe帽ado en anteponer sus compromisos a los cantos de sirena. Que lo valore quien quiera.
Los amarillos juegan este mi茅rcoles un partido infame. No importa el resultado final. Importa el fondo. Es admirable que el CD Quintanar del Rey tenga una plantilla profesional en un municipio con apenas 7.500 vecinos. La Solana, con m谩s del doble de habitantes, no se lo puede permitir. Es su problema, sin duda, pero hay un dato troncal: la Tercera Divisi贸n es una categor铆a amateur. No importa si muchos jugadores 鈥榩rofesionales鈥 malviven con sueldos de miseria (por desgracia), dando tumbos de un sitio a otro. Ojal谩 tuvieran mejores salarios. Y ojal谩 todos los clubes les pagaran en tiempo y forma. La realidad es que, aun as铆, la Tercera Divisi贸n es una categor铆a amateur.
En las 煤ltimas temporadas hemos asistido a un intento de mejorar la organizaci贸n interna de los clubes desde el punto de vista administrativo. Perfecto. Las exigencias se han multiplicado para sus directivos, generalmente currantes de a pie sin m谩s miras que sufrir cada domingo esperando que sus futbolistas respondan y rezando porque ning煤n aficionado se quite la mascarilla. Geles, term贸metros, memor谩ndums y listas de acceso que nunca se piden鈥 Mientras, la protecci贸n laboral al jugador, as铆 como el control en la declaraci贸n de sus emolumentos tambi茅n se ha activado. Igual de perfecto, toda vez que los clubes eran nidos de dinero negro.
Ahora bien, la profesionalidad que las federaciones exigen a los clubes es una cosa, y el profesionalismo es otra. He ah铆 la gran l铆nea roja. Y es ah铆 donde la FFCM tiene jurisdicci贸n para tomar ciertas decisiones si de verdad desea proteger a los clubes que tanto dice defender. 驴Qu茅 debe responder la Federaci贸n a un futbolista que no puede jugar un mi茅rcoles a la 7,30 de la tarde porque est谩 trabajando? Cualquier cosa excepto que se busque la vida. No es serio. No es justo. Y la raz贸n es simple: sus clubes han pagado el mismo precio por su ficha, abonan lo mismo por sus tarjetas y est谩n sujetos a las mismas reglas. Su 煤nico pecado es que no pueden jugar a cualquier hora. Es un atropello.
Y llegados hasta aqu铆, 驴qu茅 nivel de responsabilidad tienen los propios clubes? Bastante. Nos equivocar铆amos si pensamos que no son, tambi茅n, reinos de taifas. Esta temporada, al calor del virus y de los positivos que han ido salpicando a los equipos, muchos han puesto el grito en el cielo, algunos incluso han amenazado con retirarse, aunque fueran brindis al sol. La indignaci贸n ha ido por barrios, igual que la indiferencia. La pregunta es si algo ha cambiado. Negativo. Quedan para la hemeroteca, por ejemplo, las particulares 鈥榬ajadas鈥 de Kiko Vilches. 隆Qu茅 chiquillo!, aunque tenga m谩s raz贸n que un santo. De esa guerra individual se aprovecha, precisamente, la FFCM. Divide y vencer谩s.



