Benidorm continúa siendo el destino estrella de los solaneros

         Aurelio Maroto

         Los solaneros siguen viajando cuando llegan las vacaciones y no renuncian a marcharse unos días para evadirse del mundanal ruido. Eso sí, han reducido la cantidad de días que están fuera y buscan cosas más asequibles para su bolsillo. Naturalmente, los hay que se han quedado en casa por que el horno no está para bollos, pero también los que mantienen su poder adquisitivo y siguen buscando destinos exóticos y lejanos, aunque cuesten un riñón. En resumen, y al margen de casos particulares, los solaneros se resisten a quedarse en casa todo el verano, incluidos los más jóvenes, aunque es en este sector donde más se ha notado la crisis a la hora de hacer una escapada.

         Radio Horizonte ha hablado con María Dolores Jaime, agente de viajes de Seven Tours, agencia solanera asociada a Vibo Viajes, antiguo Viajes Iberia. Asegura que la crisis se nota, aunque más según que edades. En feria, una semana tradicionalmente propensa al éxodo vacacional, en especial para autónomos y empleados de pequeños negocios que cierran esos días, se ha viajado menos que otros años, pero no tanto como pueda parecer “la gente se ha ido como cada feria y sobre todo jóvenes, que ha salido bastante”.

         Familias enteras, incluidos los abuelos, han buscado descansar cuándo y donde siempre “Benidorm sigue teniendo tirón, aunque la gente tiende a repartirse más por la costa de Levante”. Buscan destinos cómodos y tranquilos en los que puedan salir a pasear, y a ser posible asequibles económicamente “quieren hoteles más económicos que antes y con el régimen de todo incluido que evita sacar la cartera cada dos por tres”.

         Aunque los jóvenes continúan saliendo, son los que más han notado la crisis. María Dolores ha conocido los cercanos años del boom económico y los actuales “ya no se ven esas pandillas de seis, siete o hasta diez chavales que se iban una semana a un buen hotel; ahora llegan grupos más pequeños en busca de un fin se semana o incluso una sola noche”.

         En verano, la playa sigue reinando, pero no faltan los que se deciden por circuitos guiados o cruceros, aunque éstos han caído algo. El turismo de interior también tiene salida a zonas más frescas como el norte o Castilla y León, pero es más típico del invierno. Sin embargo, es aquí donde también se ha notado la crisis “las escapadas a casas rurales en invierno se han frenado mucho; ahí es donde la gente ahorra más y lo dejan para el verano”.

         Internet es el nuevo enemigo de las agencias tradicionales, aunque depende cómo se mire. En principio, mucha gente contrata directamente por la Red si ven que puede ser más barato. Pero también los hay que buscan una oferta y al comprobar que el precio es el mismo que en la agencia, prefieren la seguridad de su agente “muchos buscan la comodidad que ofrecemos por que les damos todo hecho”. Esa diferencia de precios es un problema que las agencias están intentando resolver para no perder clientes y, según el caso, verse obligados incluso a cerrar, como ya está pasando.

         Comodidad y también seguridad. María Dolores Jaime advierte sobre las estafas, cada vez más habituales precisamente en Internet, y recuerda que hace poco unos chicos la llamaron desde su lugar de destino “habían reservado un hotel y los habían engañado; tuve que buscarles un hotel deprisa y corriendo”.

         Por cierto, no deja de ser curioso que hacer turismo siga siendo igual de caro, o incluso más. La razón de que los precios no bajen es sencilla: los operadores trabajan mucho con turismo extranjero y les compensa “ahí perdemos las agencias” –se lamenta María Dolores-.

Una buena forma de mitigar el calor a través de un chapuzón 

         Aurelio Maroto

         Un total de 17.155 bañistas han pasado por el complejo de piscinas municipales de La Solana hasta finales del mes pasado. Desde el 22 de junio hasta el 31 de julio, 40 días en total, la media de clientes diarios se ha situado en 429, aunque con altibajos según qué días de la semana.

         Las mañanas suelen ser más tranquilas, y proliferan madres con niños pequeños y bañistas sueltos que se encuentran de vacaciones. La aglomeración se produce después de sobremesa, momento en el que llegan muchos adolescentes y jóvenes, a menudo en grupo, para darse un chapuzón.

         Los fines de semana se llevan la palma. Sábado y domingo son especialmente propensos a llenar las piscinas, tanto la olímpica como la auxiliar. De hecho, el récord de asistencia se registró el domingo 8 de julio, en el que pasaron por el complejo 842 personas. Curiosamente, los días más flojos volvieron a ser los de feria.

         Por meses, los nueve días de junio desde que se abrió la temporada llevaron a 3.988 bañistas (443 de media diaria), y en todo el mes de julio a 13.167 (424 de media diaria).

         Con todo, las cifras no alcanzan a las del año pasado, que en el mismo período de tiempo llevó a 18.638 personas a las piscinas municipales, unas 1.500 más que este año.

Alumnos de la Escuela de Cruz Roja en su primer día de clase                                         Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         La Escuela Infantil de Verano de Cruz Roja ha comenzado con menos participación de la esperada. Tan sólo diez niños se han incorporado a las primeras clases, que se celebran en la Casa de la Encomienda, un número inferior al previsto por los voluntarios, que han fijado en un mínimo de 18 los alumnos para completar el mes de trabajo con los peques.

         Son niños de 4 a 8 años que pagan una cuota de 20 euros, precio asequible teniendo en cuenta que se les ofrece un mes completo de clases, de 10 de la mañana a 13,30 del mediodía, de lunes a viernes. Cinco monitores completan el equipo de enseñantes.

         En declaraciones a Radio Horizonte, el subdirector de Cruz Roja Juventud, Gabriel Delgado, ha lamentado el bajo número de alumnos matriculados “esperábamos más, pero la crisis también está afectando y no todo el mundo puede pagar veinte euros”. Con todo, el plazo de matrícula se mantendrá abierto hasta mediados de mes, de modo que el grupo pueda aumentar.

         La metodología varía poco respecto al año pasado. Los niños repasarán materias escolares, harán cuentas y fichas, pero también tendrán la ocasión de practicar manualidades, organizar juegos y hasta ver películas. Los voluntarios de Cruz Roja quieren que los colegiales mantengan un cierto ritmo de trabajo en los días previos al comienzo del cole, pero a la vez se diviertan y lo pasen bien.

Los niños fueron protagonistas, como cada feria                                                                  Foto: GACETA

Isaac Posadas

La feria 2012 de La Solana finalizó con la jornada del Día del Niño, y por ello convenía hacer un pequeño balance del resultado de los festejos. Los feriantes no han acabado – un año más – conformes con el desarrollo de la ya concluida celebración. Pese a que pueda sonar a tópico, los comerciantes ven como más que probable causa del mal negocio a la crisis y al impacto de esta en el bolsillo solanero. Además, las malas condiciones climatológicas y los impuestos al alza también han resultado un lastre considerable a la hora de cuadrar las cuentas de los vendedores ambulantes.

La mayoría de los feriantes coinciden en que el Ayuntamiento de La Solana debería dar más facilidades económicas en el momento de instalar sus casetas y atracciones. Esto es así hasta el punto que, según afirman algunos comerciantes, ‘’se paga más en La Solana que en ciudades más grandes, como Badajoz’’. A pesar de ello, feriantes como Antonio, que lleva más de 25 años en el sector, no dudaron en destacar ‘’la buena predisposición del Ayuntamiento a la hora de sentarse a negociar’’.

También hay lugar para el optimismo, ya que según nos cuenta Mari Carmen, feriante que un año más se ha encargado de atracar el ‘’Barco Pirata’’ en el ferial solanero, ‘’ha ido mal, peor que otros años, pero mejor que en Manzanares’’. Todos afirman que van hacia la feria de Valdepeñas con más esperanzas que con las que llegaron a La Solana, después del batacazo manzanareño.

En resumen, la feria no ha ido bien para el bolsillo de los feriantes, pero quizás mejor de lo que se esperaban, teniendo en cuenta la suma de agravantes que amenazaban el buen desarrollo del negocio. Al final, será cierto el dicho popular de que “te quejas más que un feriante”.

Los Vecinos organizaron un completo festival en la plaza                                               Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         La feria tuvo un cierre muy autóctono y muy del gusto del aficionado solanero. La Plaza Mayor albergó un festival de cante y baile mediante una docena de aficionados locales que exhibieron su talento sobre el escenario. Tan sólo actuó un profesional, un bailarín madrileño que puso la guinda a un recital variado y que supo intercalar danza, guitarra y cante flamenco para hacerlo más entretenido y más dinámico.

         Los Vecinos se encargaron de organizar la velada, en la que actuaron 7 bailaoras, una cantaora, 3 guitarras y un cajón, suficiente para completar una típica muestra de música netamente española. El espectáculo arrancó con dos sevillanas bailadas, continuó con soleás y malagueñas en la guitarra de Julián García, cante por alegrías y colombianas en la voz de Mari Carmen, tangos bailados con guitarra y caja, fandangos de Huelva, para terminar con tangos y bulerías de flor y canela a cargo de Los Vecinos, Pedro López y Antonio Muñoz.

         Éste último explicó a los medios locales la estructura de un montaje que logró reunir a un buen elenco de cante flamenco y baile aficionado de La Solana. Aunque los ensayos han sido pocos, el entusiasmo ha logrado coordinar un festival “bastante completo que gusta mucho al público solanero”. Antonio Muñoz destacó la mezcla de estilos en las partes cantadas y bailadas “para hacerlo más entretenido”. En realidad, la programación de música española y flamenca en las noches de feria en la plaza ha sido numerosa, algo que considera lógico “teniendo en cuenta los muchos aficionados a este tipo de música que hay en La Solana”. Tan sólo fue crítico con la actuación de Judith Elvar la noche del sábado por que “era una música para gente más joven; no era un concierto para el tipo de público que se reúne en la plaza” –dijo-.