El presidente de la SAT La Serna se mostró optimista en la asamblea                                           Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         La Sociedad Agraria de Transformación (SAT) “La Serna” comenzará a regar a partir del próximo verano con las residuales aguas depuradas de la EDAR. Los socios aprobaron en asamblea general comenzar a inundar sus parcelas, aunque tengan que valerse de grupos electrógenos para impulsar el agua, ante la posibilidad de que Unión Fenosa no autorice a tiempo el suministro eléctrico de la red general.

El presidente, Gregorio Montoya, confirmó que la balsa está concluida y ya se está llenando, y afirmó que el resto de la obra también está prácticamente terminada, a falta de algún remate en la red de tuberías. El principal escollo es la corriente eléctrica, que según Montoya “necesita una serie de requisitos y retoques en la línea para que Unión Fenosa nos de corriente”.

El alquiler de estos grupos electrógenos supondrá un gasto extra, que Montoya cifró en algo más de 100.000 euros. La propuesta de la directiva era fijar una cuota mensual de 13 euros por hectárea y mes, y finalmente fue aprobada. En este sentido, el presidente recordó que cada diez días habrá un día de riego, las 24 horas, con una dotación de 6.000 litros hora por hectárea. Al ser dos meses, serán 6 días completos de riego.

Los socios acudieron en gran número a la asamblea, celebrada en el auditorio del Centro de Artes, demostrando así el enorme interés que tienen por comenzar a regar sus explotaciones, y conocieron la propuesta de sus dirigentes.

En cuanto al tema económico, la obra también está prácticamente financiada. En agosto se hizo un pago de 1.200.000 euros, de los cuales recibieron 520.000 de la Junta. Montoya dijo que tienen un pagaré para una certificación en 2013 por valor de 1.400.000 euros, de modo que ya tendrían pagado 2.600.000 euros y, según dijo, “nos quedan unos 300.000 euros para cuando nos entreguen la obra”.

El musical encantó al público de todas las edades en esta nueva adaptación                                    

         Aurelio Maroto

         Niños y mayores disfrutaron con “El maravilloso Mago de Oz”, un musical adaptado a partir del clásico literario de Liman Frank Baum. La compañía extremeña Rodecatón Teatro trajo esta función al teatro Tomás Barrera de la mano del productor solanero Antonio Serrano Montoya, reuniendo a más de 300 espectadores.

         Se trata de una escenificación dirigida por Ricard Reguant, con texto adaptado de Miguel Murillo, que ha logrado cuajar en escena un montaje que destaca por su dinamismo y colorido, y que es del agrado del público, tanto infantil como adulto. En efecto, hay muchos padres que disfrutan del musical, que por cierto también incluye partes muy actuales.

         En escena aparecen un total de 7 personajes, entre los que destacan el León cobarde, El hombre de hojalata, La bruja mala o el propio Mago de Oz. El cuerpo de actores y actrices salió de un duro casting donde la voz fue parte fundamental para la elección final del elenco artístico, ya que las canciones son parte fundamental del espectáculo. Pero hay otras tantas personas que trabajan entre bastidores para que toda la coreografía salga a pedir de boca.

         En declaraciones previas a la prensa local, Santi Méndez, que encarna al Hombre de hojalata, explicó que este espectáculo “es la historia de siempre contada como nunca”. Destacó la gran cantidad de matices que el espectador puede ver si permanece atento a los detalles del musical por que “brillan con luz propia dentro de la obra”. Juan Bautista Gómez asume el rol de Mago de Oz y afirma que el público siempre responde muy bien, tanto en número como en atención “los padres le quitan el chupete al niño y se lo ponen ellos” –bromeó-.

         En los pocos meses que llevan representando el musical han completado más de una veintena de funciones, todas en Extremadura. La Solana ha sido la primera salida fuera de su comunidad autónoma, e inicia un largo periplo por otros puntos de Castilla-La Mancha y España.

El coro de la Iglesia de Santa María durante su actuación                                                                    Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         El III Festival de Villancicos volvió por Navidad gracias a la iniciativa común de los coros parroquiales de Santa Catalina y San Juan Bautista de la Concepción, además del coro de Santa María del Parterre. Las tres agrupaciones musicales se unieron en la parroquia de la plaza para interpretar un mosaico de algunos de los villancicos más conocidos.

         Aunque la asistencia de público fue algo menor que el año pasado, no impidió que se produjera una buena simbiosis entre espectador y corista. Comenzó el coro de Santa María, continuó el del Convento y cerró el de Santa Catalina, aunque al final cantaron un villancico conjunto.

         El cantautor solanero Francis Alhambra coordinó la actuación y destacó el importante significado que tiene “la idea es celebrar todos juntos la Navidad con una vocación interparroquial”. Durante semanas han ensayado los temas a interpretar para plasmarlo en este recital “la salsa es crear unión y comunidad entre los distintos coros”.

         En parecidos términos se expresó el párroco de Santa Catalina, Benjamín Rey. Como anfitrión de esta actividad, recordó que los coros parroquiales ya hacen más cosas juntos y este concierto navideño “es la expresión que demuestra nuestra unión”. Aunque admite que hay gente a la que no le gustan los villancicos, salió en su defensa por que “es un género artístico de gran tradición que canta al redentor que nace”. En su opinión, el villancico es una oración cantada para compartir “y plasmar eso en una iglesia tiene mucho sentido”.

Azahara no tiene inconveniente en mostrar cómo vive

         Aurelio Maroto

         Montó su negocio de belleza en La Solana con la ilusión de prosperar, pero detrás de las lacas y los disolventes orgánicos se escondía su calvario. Azahara Solana comenzó a notar problemas de salud cada vez que pasaba a su salón y comenzaba a trabajar. Un día salió a la calle, comenzó a caminar y no sabía dónde iba ni lo que hacía. Estaba sufriendo SQM, siglas de Sensibilidad Química Múltiple, una enfermedad todavía poco conocida que produce reacciones multiorgánicas a cualquier sustancia de esta naturaleza. Resultado: Azahara vive poco menos que en una burbuja, aislada del mundanal ruido en sentido estricto.

         Su marido Antonio está parado y tiene dos hijas, Acaena, de 3 años, y Altea, un bebé de seis meses. Como muchos matrimonios jóvenes, tienen que afrontar una hipoteca. En resumen, carecen de recursos para sostener siquiera el costoso tratamiento y alimentación para que Azahara tenga una mínima calidad de vida. Han decidido vender su casa de La Solana, enseres incluidos, en lo que han llamado “rastrillo solidario”, al precio que cada comprador quiera poner. Necesitan marcharse a vivir a su localidad natal, Almadenejos, lejos de cualquier tipo de contaminación ambiental.

         En una entrevista concedida a Radio Horizonte, Azahara, de 31 años de edad, ha explicado su terrible situación y qué es la SQM “mi cuerpo reacciona mal a cualquier sustancia química, la que sea, en la ropa, la comida o el medio ambiente”. Exponerse supone mareos, sarpullidos, fiebre, asfixia, deshidratación… En resumen, una resistencia multiorgánica que afecta al intestino, el riñón, el sistema respiratorio, la piel o cualquier otra parte del organismo.

Todo comenzó a raíz de abrir su salón de belleza “AZK”. Empezó a notar estos problemas de forma progresiva. Cuando se decidió a ir al médico la derivaron a especialistas según los síntomas del momento; para los mareos al neurólogo, para las plaquetas al hematólogo, etc. Pero no mejoraba “los médicos no ponían la información en común y no sabían qué me pasaba”. El largo proceso terminó en el diagnóstico definitivo: Sensibilidad Química Múltiple, una rara enfermedad que ni siquiera reconoce la OMS (Organización Mundial de la Salud), ni países como España, aunque sí otros como Alemania, Japón o Austria. He aquí otro obstáculo “en España hay un documento de consenso para tratarla o prevenirla, pero la reunión con la OMS no será hasta 2016”.

Entre tanto, Azahara procura no salir de casa, o hacerlo protegida hasta las cejas. Su hogar es casi un búnker, totalmente adaptado y preparado contra agentes químicos “mis hijas deben tener mucha precaución en el colegio para no traer a casa ningún resto tóxico”. Un simple lápiz de colores o una manualidad con pegamento pueden desencadenar una fuerte reacción alérgica.

A la espera de que el tribunal médico le conceda la incapacidad y con su pareja dos años desempleada, el mundo se le viene encima. Cifra en 200 euros el gasto semanal sólo para ella “tenemos purificadores de ambiente en casa, botellas de oxígeno y mascarillas especiales”. Además, consume muchas vitaminas y alimentos ecológicos, bastante más caros que los demás.

El vía crucis de Azahara puede ser largo, y lo sabe. Pero ni ella ni los suyos se rendirán. No piden limosna ni dinero a fondo perdido, excepto quien desee ayudar a iniciativa propia. Por eso el rastrillo solidario, que se celebrará el viernes 4 de enero en su mismo domicilio de La Solana en Avenida de la Constitución, 69, junto a la entrada al Parque Municipal. Ponen a la venta artículos nuevos y usados en buen estado, Artículos de hogar, ropa, juguetes, puericultura… al precio que cada cual quiera pagar.

La pequeña localidad de Almadenejos espera. Una bocanada de aire fresco para una madre que necesita oxígeno, en el más amplio sentido de la palabra.

Un grupo de niños y niñas juegan una partida de futbolín en Infantilandia                                    Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         Infantilandia funciona a todo tren. El amplio parque de ocio para niños instalado en el pabellón “Antonio Serrano” por la concejalía de Infancia cumple con las expectativas y convierte estos días el recinto deportivo en un hervidero de colegiales disfrutando de su particular feria de Navidad.

         La participación se cuenta por centenares, como lo demuestra la venta de entradas. Hasta el jueves, segundo día del parque, se habían vendido 240 abonos, más 130 entradas sueltas el miércoles y otras 170 hasta la tarde del mismo jueves. La pista del pabellón es un auténtico ir y venir de pequeños, que a menudo hacen cola para subir en los hinchables y se distribuyen por el resto de juegos y talleres, que son numerosos y variados. Las videoconsolas son ocupadas en su mayoría por niños y en los talleres hay más niñas, aunque ninguna propuesta es exclusiva de un solo sexo y la participación es bastante diversa. Llama la atención el gran número de peques inscritos en la ludoteca, un apartado delimitado para niños de 2 a 7 años.

         El coordinador de la Casa del Niño, Juan Pedro Ocaña, organiza el amplio equipo de personas encargadas de la organización, 22 en total. De ellos, hay 5 empleados municipales, más dos conserjes y 15 jóvenes en prácticas procedentes de los cursos de monitores de actividades juveniles.

Satisfacción

En declaraciones a Radio Horizonte, Ocaña se mostró satisfecho por el desarrollo de la presente edición de Infantilandia “la cosa va muy bien, incluso mejor que el año pasado”. Eso sí, la alta participación exige un mayor control, si cabe, en cada actividad, especialmente en la ludoteca “es una gran responsabilidad hacernos cargos de tantos niños y tan pequeños”. Sólo en este apartado trabajan 8 personas. Sin embargo, cree que merece la pena “los padres y los abuelos son agradecidos y valoran el montaje que hacemos desde la concejalía de Infancia; la gente sale contenta y nos dice que hay que repetir más a menudo”.

 La mayoría dieron negativo, pero no todos

      Aurelio Maroto

El Ayuntamiento de La Solana, a través de la Policía Local y en colaboración con la Guardia Civil de la localidad, ha hecho público el resultado de la última campaña de control de alcoholemia en conductores, finalizado domingo, día 23 de diciembre, víspera de Nochebuena.

Según el informe policial, durante el transcurso de la campaña, que comenzó el 10 de diciembre, los agentes realizaron un total de 14 controles de verificación de alcoholemia, en los que se practicaron 180 pruebas. Del total de conductores controlados, se obtuvieron los siguientes datos:

- 17 conductores arrojaron un resultado positivo de alcohol en sangre, pero por debajo de la tasa máxima permitida (0,25 en conductores con más de dos años de carné y 0,15 en conductores noveles). En total, el 9,6 % de los controlados.

- 3 conductores arrojaron una tasa positiva superior a la permitida, el 1,6% del total, siendo denunciados por vía administrativa. Dos de ellos superaraban la tasa de 0,25 ml. por litro de aire espirado, por lo que se enfrentan a una sanción de 500 € y 4 puntos del carné de conducir. El otro arrojó una tasa superior a 0,50 ml., y se enfrenta a una sanción de 500 € y 6 puntos de detracción en el carné.