Joaquín Mateos de la Higuera da explicaciones en la cata de su bodega                              Foto: GACETA

               Gabriel Jaime

La jornada inaugural del IX Festival de Cine y Vino “Ciudad de La Solana” también deparó la primera cata de vino maridaje, siendo ésta una de las novedades del ciclo. La bodega Vega Demara y la empresa familiar Quesos de Luna casaron sus productos artesanales con el deseo de potenciar el consumo de lo autóctono.

Casi una treintena de personas coparon el máximo permitido en la primera cata maridaje que tuvo lugar en el patio de la Casa de la Encomienda. Estas actividades degustativas ya se habían asentado con éxito en festivales anteriores, enriqueciéndolas ahora con el matrimonio entre vino y otros productos de la tierra.

Bodega Vega Demara dio a probar un tempranillo y un verdejo de la última cosecha, además de un roble de 2.011 y una edición limitada de tempranillo elaborada con las mejores barricas. El gerente de la empresa, Joaquín Mateos de la Higuera, recalcó la importancia de potenciar el consumo de productos solaneros, mostrándose contento con esta experiencia de promoción de vinos y quesos. En declaraciones a la prensa, señaló que es una pena que se pierda el consumo de vino en La Solana, siendo una de las localidades más productoras.

Por su parte, la empresa Quesos de Luna presentó cuatro tipos de queso de cabra: Fresco, semicurado, cremoso y rulo. Se trata de cuatro procesos diferentes de elaboración de queso con leche de cabra de la propia ganadería, con un tratamiento totalmente artesanal. En este sentido, el gerente de esta empresa familiar, Juan José Luna, defendió la idiosincrasia de sus productos y destacó el sabor genuino de lo artesano. También lamentó que se esté perdiendo la cultura del queso artesano en detrimento de un queso más industrial y sin personalidad.

Ambas empresas aplaudieron la idea de promocionar sus productos en el marco cultural del Festival de Cine, mostrándose muy satisfechos por al experiencia.

Momento de la presentación de la jornada                                                                 Foto: GACETA

Aurelio Maroto

Los vinos jóvenes solaneros de la cosecha 2013 ya están a disposición del cliente. Tras una vendimia intensa, con récord en cantidad y no sin dificultades logísticas en cuanto a la recepción de la uva, los nuevos caldos residen ya en sus botellas. Las tres bodegas solaneras acogidas a la DO La Mancha volvieron a unirse en la presentación oficial de los jóvenes recién nacidos, auspiciados por la iniciativa del Ayuntamiento de La Solana y en colaboración del Consejo Regulador.

El Palacio Don Diego acogió la degustación oficial, con el prólogo de un interesante debate sobre el presente y futuro de nuestra viticultura. En la presentación, el alcalde ponderó la enorme importancia del mundo agrícola en La Solana y alrededores, “es el único sector que resiste la crisis, crea empleo, renta y valor añadido”. Una circunstancia, en su opinión, nada casual, “la agricultura solanera recoge años de esfuerzo, ahorro e inversión de muchas familias; nunca ha estado tan viva como ahora”. Además –añadió- propicia el relevo generacional.

Habló del futuro, que ve halagüeño si se une a la gestión del agua, como lo demuestra el proyecto de la SAT La Serna, que también elogió, “demuestra lo que podemos conseguir si trabajamos juntos”. En este sentido, también resaltó el papel de administraciones como la Diputación Provincial con Fenavin, “una de las ferias del vino más importantes del mundo”. Concluyó afirmando que “creer en la agricultura es creer en las posibilidades de nuestro territorio”.

El presidente del CRDO La Mancha, Gregorio Martín-Zarco, defendió este tipo de presentaciones y las asocia a lo que considera un aumento de sensibilidad de la población respecto al sector. “Veo un movimiento en el que empezamos a valorar la importancia del vino para nuestra economía”. Tras muchos años “un poco perdidos”, detecta un cambio de mentalidad, “hacemos catas constantes con jóvenes, incluso niños, no para que beban vino, sino para que comprendan desde pequeños esta cultura, que lo vean como un patrimonio nuestro”. Acabó con una frase sencilla pero rotunda: “estamos diseñados para la vitivinicultura”.

Martínez Arroyo: “Es clave la integración comercial”

El debate comenzó con una charla ofrecida por Francisco Martínez Arroyo, conocido ingeniero agrónomo solanero, que reflexionó sobre la situación actual del sector. En declaraciones previas a la prensa, insistió en la integración comercial como clave para competir. “Cuatro mil bodegas se enfrentan a cuatro o cinco grupos de distribución que dominan el 60 por ciento del mercado, y es difícil negociar en esas condiciones”. Sabe que su propuesta supone una revolución, pero que considera “necesaria y posible”.

Otra clave es el apoyo institucional. Sin el paraguas de las administraciones públicas todo es más complicado. “En ese esfuerzo de promoción necesitamos más apoyo de las administración regional; hay que dotar de un papel a la Fundación Tierra de Viñedos”.

Martínez Arroyo no ve un problema el exceso de producción, siempre que esas cantidades tan excepcionales se sepan gestionar en el mercado. Dice que es posible con algo tan sencillo como la unión del sector, mediante una interprofesional, “en La Mancha producimos una quinta parte de todo el vino de Europa; tenemos que aprovechar ese volumen para condicionar el mercado”.

Después se celebró una mesa redonda titulada “El vino de Castilla-La Mancha, una mirada hacia el futuro”, como prolongación del debate. Participaron los sindicalistas agrarios Pedro Alcolea, vicepresidente provincial de ASAJA; Julián Morcillo, secretario regional de UPA; y Miguel Casero, de COAG. Moderó el director del IVICAM, Félix Yáñez.

El patio del Don Diego albergó la degustación física de los vinos elaborados por las bodegas solaneras Vega Demara, Romero de Ávila Salcedo y cooperativa Santa Catalina. Un epílogo perfecto para volver a exhibir la importancia y pujanza del sector.

 Elenco del grupo de Afammer que escenificó "Una de riñas y amoríos"                    Foto: GACETA

      Aurelio Maroto

         La II Muestra de Teatro “Campo de Montiel” terminó entre como empezó, entre risas. El grupo teatral de la asociación Afammer escenificó “Una de riñas y amoríos”, adaptación de varios sainetes de los hermanos Álvarez Quintero. Una comedia más para poner el epílogo a una muestra en la que han participado cinco grupos o compañías, tres locales, más Lazarillo de Manzanares y La Gruta de Carrizosa.

         En la línea de sus últimas actuaciones, Afammer estrenó un enredo muy típico de los Quintero, fácil de digerir y accesible a todo tipo de público. Es lo que busca la directora del grupo, Mari Carmen Rodríguez-Rabadán, “nos interesa ofrecer un humor sencillo, que entienda todo el mundo y nos sirva para distraernos sin quebrarnos los cascos”.

         El texto ha sido fácil de preparar, aunque no tanto ha sucedido lo mismo con el acento andaluz. “Lo más complicado ha sido el habla típica de los andaluces”. Pero el objetivo final es divertir y divertirse, como nos decía Agustina López Alcorocho, otra de las actrices, “lo importante es disfrutar nosotras, y queremos que los demás también disfruten”.

         Junto a Mari Carmen y Agustina, salen a escena Pepa Torrijos y Carmen María Jaime, mientras que Antonia Muñoz López se encarga de la presentación.

         Después de “Una de riñas y amoríos”, el grupo seguirá buscando nuevos retos escénicos. Mari Carmen Rodríguez-Rabadán se encarga de seleccionar la obra en cuestión y tiene claras dos cosas. Una, que no variarán su estilo de adaptar obras de ese humor cercano y sin complicación, como el de los Quintero, “que describen a la Andalucía de la luz, el color y la alegría, no la de las diferencias de clases ni los estamentos jerárquicos”. Y dos, que cambiarán de autor, “hay autores de hace más de un siglo que también merecen su espacio”.

Acto de clausura

          Al término de la función se celebró un acto protocolario de clausura. Cada grupo recibió una placa de gratitud y reconocimiento, y se entregaron los títulos de dama o caballero de la escena a los mejores intérpretes de cada escenificación, según un jurado de diez personas. Recogieron su premio Lucía Briones, de La Gruta, José Antonio Cano, de Lazarillo, Mari Loli López Villalta, de la ACAZ, y Miguela Rodríguez-Rabadán, de Margarita Xirgu.

Agustín Almarcha -centro- junto al alcalde y responsables de la compañía                        Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         La aseguradora castellano manchega Seguros Soliss ha renovado sus instalaciones en La Solana con la apertura de una nueva oficina en el centro de la población. Responde a una campaña de imagen y expansión de la compañía, que también busca dar un salto de cercanía hacia sus clientes, reales y potenciales.

La nueva oficina se sitúa en la calle Concepción, muy cerca del jardinillo del Cristo del Amor. Una zona de gran tránsito, tanto de vehículos como de peatones, cercana a la Plaza Mayor. Agustín Almarcha es el agente de Soliss en la localidad desde hace casi seis años y se mostró ilusionado con esta nueva etapa, “la compañía quería un sitio más céntrico, más moderno, con una oficina actual para estar más cerca de la gente, y más en un pueblo grande como el nuestro”.

Almarcha admite que la competencia es grande en el sector. Hay muchos agentes, muchas compañías y la creciente aparición de seguros por Internet y de entidades bancarias. “Es trabajoso y hay que moverse mucho” –afirma-. Pero confía en dos cuestiones que considera claves. Una, la buena reputación de Seguros Soliss tras veinte años de trayectoria, “la gente busca la seguridad de una compañía solvente”. Y dos, la confianza que da un agente físico en tu misma localidad, “al cliente le gusta tener alguien cerca al que llames y te resuelva el problema en seguida”.

Al acto social de inauguración de la nueva oficina fue invitado el alcalde, Luis Díaz-Cacho, que asistió junto a varios responsables de la compañía, medios de comunicación y otros invitados que compartieron un pequeño ágape.

 El alcalde junto a sus pequeños ediles en el pleno infantil de la Constitución                  Foto: GACETA

       Aurelio Maroto

         El alcalde volvió a lidiar con un pleno municipal muy especial. En la mañana del jueves se reunió con sus 16 concejales de rigor, pero esta vez sin barba, afeitada o sin afeitar, sin entradas en el cuero cabelludo, sin arrugas en la cara… Efectivamente, eran niños de Educación Primaria.

         El escenario del auditorio de la Casa de Cultura sirvió de salón de plenos improvisado para celebrar una sesión conmemorativa del Día de la Constitución. Luis Díaz-Cacho, alcalde hoy, se reunió con los concejales de mañana. En la presentación, destacó que nuestra Carta Magna es el documento referencia en un sistema democrático como el nuestro.

Después “instruyó” a sus pequeños ediles en la esencia de un pleno municipal, recordando que en La Solana son 17 concejales, distribuidos por partidos políticos según la decisión soberana de los ciudadanos en las últimas elecciones, “yo soy como el coordinador, igual que vosotros tenéis delegados en clase” –dijo-.

También resaltó el tema de este año, los deberes. “Un tema muy bonito porque las personas también tenemos obligaciones, no sólo derechos”. A continuación, la secretaria, Ramona Serrano, leyó el acta de la sesión anterior, celebrada el 3 de diciembre de 2012, y los niños, representando a los ocho colegios de la localidad, leyeron textos alusivos al punto estrella del orden del día.