Javier Ruiz

            La Policía Local ha tenido que intervenir en dos incidencias ocurridas durante la madrugada del sábado. La primera de ellas ocurría a las 6:15 de la mañana, cuando tras una llamada, se indicaba que un grupo de jóvenes estaba alterando el orden público en la calle Feria.

            Una vez se personaron los agentes al lugar, la actitud del grupo no cesaba en su comportamiento, provocando alteración de la seguridad ciudadana. De este modo la Policía procedió a identificar y denunciar a dos jóvenes, de 20 años, vecinos de La Solana, por la posible infracción a la ley de protección de la Seguridad Ciudadana, concretamente por desobedecer las indicaciones de los agentes.

            El otro suceso también tenía lugar en la madrugada del día 15, sobre las 6:45, cuando una patrulla de la Policía Local, interceptaba un vehículo, Peugeot 307, en la calle Antonio Maura. El conductor presentaba síntomas evidentes de intoxicación etílica, por lo que se procedió a realizar las pruebas, arrojando un resultado de 0:87 en la primera prueba y 0:77 en la segunda. Por este motivo el joven conductor ha sido imputado por un delito contra la seguridad vial.

La Escuela de Folklore en plena actuación                                                                                                                                        Foto: GACETA

            Aurelio Maroto

           El llamado ‘sábado de la pólvora’ acabó siendo espléndido en cuanto al clima se refiere. Las anunciadas tormentas pasaron de largo por La Solana y eso permitió, entre otras cosas, celebrar con normalidad el tradicional festival folklórico en honor a la Virgen de Peñarroya. Con la Plaza Mayor llena de gente, la Escuela de Folklore de la Agrupación ‘Rosa del Azafrán’ abrió el festival.

            Los pequeños bailaron las Torrás del Golpe Atrás, la Jota de La Solana y la Jota de la Romería. Los mayores interpretaron la Rondeña, las Seguidillas, la Jota Cruzada, la Jota de La Solana y la Jota de la Romería. En total, cerca de 40 bailarines y músicos desplegó el grupo anfitrión, de los cuales 4 parejas de la escuela de folklore. Una escuela que sigue funcionando con ilusión, pero que ha tenido tiempos mejores no hace mucho. La presidenta de la Agrupación Folklórica, Mari Carmen Lara, espera que la escuela vuelva a crecer. “Hacemos un llamamiento porque nos hemos quedado pocos”, admite.

Lo que no falta es actividad. El grupo lleva un año frenético de actuaciones y aún tiene varios viajes pendientes hasta fin de año. Sin ir más lejos, esta semana devuelven visita a Puertollano, el 12 de octubre actuarán en el Palau de la Música de Valencia, el 20 de octubre bailan en Murcia, y el 4 de noviembre en Tomelloso.

La Banda del Capitán Inhumano momento antes de su actuación        Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

            La Banda de Capitán Inhumano animó la gran fiesta del viernes de la Virgen en la Plaza Mayor. Enfundados en sus sempiternos y archiconocidos hábitos de monje, Santi Sánchez y sus correligionarios rememoraron los grandes éxitos de Los Inhumanos, el grupo valenciano que revolucionó la música de finales de los 80 con su estética sobre el escenario, y sobre todo con sus letras algo gamberras. Una forma de transgresión simpática que tuvo su prolongación en La Solana gracias a la gira ’30 años pasan factura’, que está arrasando por toda España.

            A eso de las 10,45 de la noche arrancó el concierto con el alto ritmo que esta banda siempre ha puesto en escena a todos los niveles. Haciendo constantes guiños de complicidad con el público, que comenzó algo frío, incluso bajando de las tablas para encontrarse cara a cara con él, la Banda del Capitán Inhumano fue ‘humanizando’ el concierto y ganándose a la gente.

            La noche, muy agradable en lo climatológico, también fue subiendo de grados en lo ambiental. Temas como ‘Qué difícil es hacer el amor en un Simca 1000’ o ‘Me duele la cara’ hicieron vibrar al respetable y aumentar la adrenalina de todos, estuvieran más o menos cerca del escenario. En realidad, la plaza estaba a rebosar de gente, con las terrazas repletas.

            Santi Sánchez, solista de la banda, hablaba para la prensa minutos antes del concierto y admitía que mantienen la energía de siempre gracias a un doping decisivo: el público. “Es la gente la que nos da esa energía para seguir”. La buena marcha de esta gira les anima a continuar en la brecha, al tiempo que les exige más y más. Treinta años son muchos, aunque no suficientes “mientras sigamos notando el calor de la gente”. El veterano artista, a punto de cumplir los 50, cree que dejarlo en la cresta de la ola “es de cobardes”, igual que no tendría sentido mantenerse si el público da la espalda. Ellos -opina- han tenido la suerte de que sus canciones no pasen de moda.

Energía, alegría y diversión en la actuación de La Banda del Capitán Inhumano en la Plaza Mayor      Foto: GACETA

Tortillas y pistos a concurso. Al fondo, los dulces                                                                                                      Foto: GACETA

             Aurelio Maroto

            Los concursos gastronómicos con motivo del viernes de la Virgen dieron un toque culinario de lo más típico a una noche plena de ambiente en la Plaza Mayor. Aún se estaba celebrando la ofrenda floral a la Patrona cuando, justo al lado, el jurado inició la cata de los 60 platos preparados.

            El más prolífico fue el XV Concurso de Tortilla de Patatas, que reunió a 29 participantes. Después se situó el XV Concurso de Pisto Manchego, con 17 platos. Por último, hubo 14 muestras en el V Concurso de Dulces Típicos Manchegos.

            Como es norma, el jurado lo tuvo difícil para distinguir las recetas mejor elaboradas, según su criterio. Finalmente, la mejor tortilla fue la de Jesús Díaz-Cano García-Abadillo, seguida por las de Luisa María Marín, ‘Los Magdalenos’ y Pepi Palacios. En pisto manchego ganó el cocinado por ‘Los Magdalenos’, seguido por los de Gema García, Buenaventura López y Joaquín Simón. En cuanto a los dulces, María José Delgado quedó primera, por delante de Dolores Parra, Belén Morales y Alfonsa Jaime, respectivamente.

            Los premios consistían en 150 euros para el ganador de cada categoría, 100 para el segundo, 70 para el tercero y 50 para el cuarto clasificado.

Un momento de la masiva ofrenda floral a la Virgen de Peñarroya                                                                                               Foto: GACETA

            Aurelio Maroto

            Es difícil calcular cuánta gente pasó y los ramos que se depositaron, pero la realidad es que la ofrenda floral a la Virgen de Peñarroya el viernes previo al Ofrecimiento se ha convertido en un fenómeno social que crece cada año. Largas colas de gente, que llegaban a la Plaza Don Diego, aguardaron pacientemente su turno para hacer efectiva su ofrenda floral a la Patrona, que lucía radiante en su carroza en el pórtico de Santa Catalina.

            Destacaba la presencia masiva de niños y niñas ataviados con trajes típicos manchegos. Algunos incluso bebés tomados por sus padres o abuelos, pero igualmente enfundados en pequeños chalecos, fajas rojas y pañuelos de yerbas ellos, y en falda típica rayada y lazo negro tras el cabello ellas. Estampas que destilan sabor autóctono.

Un bebé vestido de manchego durante la ofrenda floral                                                                                                     Foto: GACETA  

          La cofradía había preparado varios paneles que se fueron llenando poco a poco de ramos de flores. La mayor parte se detenían a los pies de la carroza para hacerse fotos junto a la imagen y besar la medalla.

            Aún después de finalizar la larga ofrenda, la Patrona permaneció unos minutos más en el pórtico mientras sobre el escenario de la Plaza Mayor ya cantaba La Banda del Capitán Inhumano…

Niñas de Salsa Flamenca durante la actuación con faldas manchegas                                                                                Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

          Salsa Flamenca hizo un guiño al folklore manchego en su tradicional actuación el jueves de la Semana de Exaltación a la Virgen de Peñarroya. La totalidad de las bailarinas, alrededor de medio centenar, arrancaron la velada enfundadas en faldas típicas manchegas, o mejor dicho, minifaldas manchegas. El año pasado ya hicieron una pequeña incursión al respecto, pero sin entrar de lleno en un tipo de baile que no dominan. “Para eso están los grupos folklóricos de La Solana”, argumentaba la directora de baile, Alfonsa Vinuesa.

  El caso es que todo el grupo irrumpió con esa indumentaria a la vez, repartido entre el escenario y los alrededores, para compartir una pieza de fusión flamenca a modo de preludio. Una imagen llamativa ver a niñas de 5 años, jóvenes y adultos bailando a la sazón en un mismo bloque perfectamente sincronizado. Después, cada grupo fue cambiando de vestuario para continuar con sus coreografías flamencas en una noche con clima espléndido y muchísima gente llenando las terrazas de la Plaza Mayor.

Bailando ante una plaza con mucho público                                                                                                           Foto: GACETA    

        “Bailamos más gente que en la feria porque muchos han vuelto de vacaciones”, decía Alfonsa Vinuesa, muy contenta por seguir desplegando a tanta gente en este tipo de actuaciones, a pesar del enorme trabajo que hay detrás. “A veces me enfado y les regaño, pero la gente está por la labor porque de lo contrario sería imposible”. “Tanto los bailarines como los familiares siempre están ahí”.