El elenco de la obra al completo en el escenario del teatro Tomás Barrera        Foto: GACETA

             Aurelio Maroto

            La VII Muestra de Teatro ‘Campo de Montiel’ escribió su epílogo este domingo con un estreno de relieve. El grupo local La Cazuela del Coliseo, escindido de la asociación AFAMMER hace poco, debutaba bajo su nueva denominación con una obra tan célebre como compleja: La casa de Bernarda Alba.

            Mari Carmen Rodríguez-Rabadán ha sido la encargada de organizarlo todo, consciente de la dificultad que entrañaba el archiconocido texto de Federico García Lorca, sobre todo teniendo en cuenta que el grupo lo forman mujeres, una obra que retrata a la perfección la represión de la mujer y su sumisión respecto al hombre en un época tan agitada como los albores de la Guerra Civil.

   En ese ambiente de la ‘España profunda’, donde la mujer juega un papel secundario respecto al hombre, Bernarda Alba, viuda por segunda vez, vive en su casa junto a sus cinco hijas, su madre y las criadas. “La dificultad fue encontrar, precisamente, a las más jóvenes”, decía la directora, que también ataca el rol protagonista de Bernarda. Finalmente, encontraron a varias jóvenes dispuestas a echar una mano.

   El público disfrutó con la puesta en escena y tributó una prolongada y sonora ovación al elenco al término de la escenificación. Así fue como La Cazuela del Coliseo vivió el éxito de su bautizo de fuego sobre las tablas.

Reparto en el estreno de este domingo, 25 de noviembre:

Bernarda: Mari Carmen Rodríguez-Rabadán

Madre: Vicenta García de Mateos Naranjo

Hijas:

      Angustias: Pepa Torrijos

      Martirio: Carmen María Jaime Maroto

      Madalena: Antonia Muñoz Manzano

      Amelia: María Teresa Torres Torrijos

      Adela: Gema Sánchez Ruiz-Peinado

Criada: Dominga López Alcorocho

Poncia: Agustina López Alcorocho

Mendiga: María Ignacia Torrijos Díaz-Roncero

En el duelo aparecen: Juana Jaime, María Juana Jaime, Isabel Martín-Albo, Dominga Martín-Albo, Pepa Ruiz-Peinado, Cristina López de la Vieja y Jose Peña. Las dos niñas pequeñas son: Ángela y Elena Buitrago Serrano de la Cruz

Iluminación: Pepe Simón

Música: Virginia Serrano de la Cruz Salcedo

El sacerdote Benjamín Rey, entre autoridades y gerentes de la empresa, bendijo los locales         Foto: GACETA

Gabriel Jaime

La Solana ha aumentado su capacidad de alojamientos turísticos con la apertura de los nuevos apartamentos La Luna. El complejo situado en la Plaza de Santa Ana dispone de una decena de apartamentos de uno y dos dormitorios que permiten albergar hasta siete personas.

En principio está pensado para atender la demanda turística, aunque no se descartan otros tipos de alquiler por temporadas, según indicaron a la prensa los gerentes Juan Plaza y su hija María Teresa en la inauguración. Una iniciativa que surgió ante la necesidad de reformar el edificio, aprovechando para darle esta utilidad comercial, aseguraron.

El alcalde Luís Díaz-Cacho destacó la puesta en marcha de este nuevo producto turístico que se une a otros de la localidad para ofertar entre 250 y 260 plazas en toda la población. En definitiva, más capacidad de alojamiento para atender las demandas del turismo que acuda a La Solana atraídos por los diferentes acontecimientos que se desarrollen a lo largo del año.

El perro encontrado es de esta raza

A las 12:00 horas del lunes día 26 de noviembre, agentes de la Policía Local recogían un perro de raza yorkshire del interior de las instalaciones del IES Modesto Navarro, situado en la Avda. Alcalde López Posadas de la localidad.

Los agentes pasaron al animal el detector de chip, comprobando que no tenía. El can fue trasladado a la perrera municipal.

Dado que pudo ser identificada la propietaria, ésta ha sido denunciada por tener suelto al animal y sin la identificación preceptiva, cuya infracción está recogida en la Ordenanza Municipal de Tenencia de Animales de La Solana.

Manolo Sancho durante su último partido este sábado en La Moheda                Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

Aquellos días de vino y rosas de mayo se han tornado en las espinas de noviembre. Manolo Sancho (La Solana, 1980) ha decidido tirar la toalla. El último revés ante el Madridejos (0-1), unido a la reacción hostil de una pequeña parte de la afición, acabó por derribar al entrenador que devolvió al CF La Solana a Tercera División. Es el héroe caído, un hombre abatido por las circunstancias, que después de lo sucedido el sábado se sentía ya sin fuerzas para seguir, también consciente de que la confianza de la Junta Directiva, frágil desde que fue ‘ratificado’, se había agotado.

Habló con su hermano Santos y, en vista de la situación, decidieron tomar las de Villadiego. Eso sí, previa conversación con la directiva en una reunión de urgencia en la que ni siquiera estaba el presidente, Patricio Peinado, ausente por razones familiares.

Se va de mutuo acuerdo con sus jefes, que no han puesto ningún obstáculo (el técnico no tiene contrato), y con tiempo suficiente para revertir la situación. Una situación delicada en lo deportivo y con un equipo roto anímicamente. La Moheda espera al que venga, con todo el peso de su historia y una afición ansiosa de que su equipo le de argumentos para volcarse aún más. Y ya es decir.

Entre tanto, quien pilotó la nave del regreso a Tercera lame sus heridas junto a los suyos, consciente de que se ha dejado el alma hasta el último minuto por los colores que ama.

¿Cómo ha sido tu primer domingo después de la ‘tormenta’?

Intentando asimilarlo, porque el vínculo con mis jugadores es muy grande y se pasa muy mal. Me llevo un recuerdo inmenso de ellos.

¿Pesó más la derrota ante el Madridejos, lo ocurrido con un pequeño sector de la afición, ambas cosas…?

Es un cúmulo de cosas. Ves que pasan los partidos, juegas bien y creas ocasiones pero las victorias no llegan. Después del partido simplemente decido tomar la decisión junto con mi hermano. Venía meditando hace semanas porque, aunque la directiva me ratificó, tanto mi hermano como yo no sentíamos un respaldo total. Pero somos conscientes de que esto es fútbol y entiendo y asumo que la cadena siempre se rompe por el eslabón más débil, el del entrenador. Para nada quiero cargar contra nadie y sólo tengo palabras de agradecimiento hacia todo el mundo.

¿De buen rollo todo?

La decisión ha sido de mutuo acuerdo. Además, como no tengo contrato que romper, sólo mi palabra, no ha habido ningún tipo de problema. Casi todos los entrenadores en Tercera División van con contrato, pero mi contrato era verbal porque me fío de la directiva de mi pueblo. Cobro hasta que trabajo y a partir de ahí deseo toda la suerte del mundo a quien venga. Siendo sincero, aún espero una llamada del presidente y de algún que otro directivo, pero sí he sentido el apoyo de muchísima gente. Si algo te deja el fútbol son amigos.

Pediste a los jugadores que esperasen en el vestuario ¿Cómo reaccionaron ante tu decisión?

Cuando volví al vestuario explotaron las emociones. Primero yo, por esa acumulación de carga emocional que venía acumulando, y luego mis jugadores. Me quedo con esa imagen que viví el sábado, a pesar de lo dura que fue. Su reacción (y sus lágrimas) me llenó de orgullo. Han visto que me he entregado en cuerpo y alma por ellos y por el escudo que representan. Pero es fútbol, el club está por encima de todo y de todos.

¿En qué crees que te has equivocado?

Seguramente en muchas cosas. Por decirte algo, quizás en cargarme yo toda la responsabilidad de hacer una plantilla de 20 jugadores. Lo asumí porque creía que es un equipo competitivo para la categoría, aunque tal vez debí apoyarme en algún secretario técnico o director deportivo.

¿Sigues creyendo que hay equipo para salir de ahí abajo?

Por supuesto, no tengo ninguna duda.

     ¿Qué le quieres decir a tu afición?

Que siga apoyando al equipo como lo está haciendo, y que entiendan que el futbolista es el primero que quiere ganar, sobre todo en La Moheda. A partir de ahí, sólo puedo decirles que me he dejado el alma por inculcar a los jugadores que defender el escudo del CF La Solana es lo más.

Gregorio Martín-Zarco escolatado por Luís Díaz-Cacho y Pedro José Martín-Zarco       Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

En la presentación de los vinos jóvenes de la Cooperativa Santa Catalina a sus socios, justo en un 25 de noviembre, día de celebración de la titular, hubo dos protagonistas. Por un lado, naturalmente, el vino. Por otro, Gregorio Martín-Zarco, el hombre que condujo la entidad durante tantos años. Cientos de socios se dieron cita en la propia bodega para probar los nuevos caldos y, de paso, rendir homenaje al anterior presidente.

Su sucesor en el cargo, Pedro José Martín-Zarco, le hizo entrega de una placa conmemorativa y el título honorífico de ‘presidente de honor’, aprobado en asamblea una semana antes. “Gregorio ha dedicado su vida a la cooperativa y vimos conveniente nombrarlo presidente de honor, y qué mejor que hacerlo en el día de Santa Catalina”, dijo.

Gregorio Martín-Zarco, quien también fuera hasta hace poco presidente de la DO La Mancha, se mostró agradecido y emocionado. Tanto, que durante su discurso tuvo que detenerse con los ojos enrojecidos por la emoción, provocando un aplauso espontáneo. “Desde el mayor respeto a todos los reconocimientos que he tenido, que te reconozcan en tu pueblo, tu gente, tu cooperativa, es algo especial, que te llega más adentro”, dijo. “Hay miembros de los distintos consejos rectores que merecen este premio, por lo menos, tanto como yo, así que también va para ellos”, enfatizó.

            Citó el papel y el compromiso de los socios en más de una ocasión, igual que ha hecho durante sus años de presidente. “He tenido la suerte de tener unos socios que siempre han dicho adelante, incluso en momentos complicados y han sabido perdonar mis errores”. También se acordó de sus consejos rectores, “donde siempre se ha debatido con gran respeto y un objetivo muy claro: la empresa”. Sin olvidar lo que considera el activo más importante: los trabajadores, “que han ido haciendo un cambio generacional perfecto”.

            Al acto asistió el alcalde, Luis Díaz-Cacho, que dedicó palabras muy elogiosas hacia Gregorio Martín-Zarco, del que dijo haber aprendido mucho. “Es una persona sencilla y una autoridad en el mundo del vino”. Destacó su capacidad para mediar, concitar y unir “algo importante en una sociedad tan crispada, que necesita calma y paciencia”.

Compañía El Lugarico minutos antes de iniciar la representación en el Tomás Barrera                                                                  Foto: GACETA

               Aurelio Maroto

           La compañía alicantina El Lugarico regresó a La Solana para participar en la VII Muestra de Teatro ‘Campo de Montiel’. Volvió con una comedia titulada ‘Extraños hábitos’, original de un autor argentino. El director del grupo, Aurelio Murcia, explicó que esta obra la encontró de manera casual en Internet y le gustó bastante. Se trata de una comedia al uso, sin más pretensión que hacer reír y pasar un rato agradable al público. “El protagonista espera una cita con una señorita para una noche que promete, pero que acaba siendo un desastre”. “Es una obra en un castellano claro donde todo el mundo entiende los personajes y el argumento, sin más complicación”, dice el director.

            Cree es obligación de los productores de teatro saber a qué público dirigen sus montajes. En el caso de compañías aficionadas, normalmente actúan para gente mayor de 50 años “que vienen a pasar una tarde agradable”. “Las grandes obras están muy bien, pero no suelen estar alcance de la mayor parte de las compañías ni de gran parte del público”.

            El Lugarico debutó en La Solana el año pasado con otra comedia: ‘Ninette y un señor de Murcia’.