Un momento de la escenificación de la noche                                                                                   Foto: GACETA     

         Aurelio Maroto

         La compañía lírica “Maestro Andrés Uriel” ha incluido un nuevo título a su ya amplio repertorio. Anoche estrenó La revoltosa, una de las grandes joyas del “género chico” más castizo y, a la vez, un reto fabuloso, casi una osadía por su extraordinaria dificultad de ejecución, incluso más que la mismísima Verbena de la Paloma.

         En sesión doble, la compañía escenificó La revoltosa con un reparto de voces, actores principales y cuerpo de baile fundamentalmente solaneros. Mención especial merecen los roles de Mari Pepa y Felipe, que atacaron con evidente desparpajo Petri Casado y Andrés Sevilla. Luis Romero de Ávila y Manuel Marcos se repartieron el papel de Cándido, mientras Dolores Camacho y Mari Ángeles Sánchez compartieron a Soledad. Gregorio Uriel encarnó al Señor Candelas y la nueva voz de la cantera, José Manuel León hizo de Atenodoro, entre otros personajes de relieve.

         El trabajo de piano de Marieli Blanco ha vuelto a resultar clave. Luis Romanos dirigió la orquesta profesional que dio vida una vez más a la celebérrima partitura de Chapí.

      Milagros Martín, con Ricardo Muñiz y Antonio Torres en los extremos, durante La leyenda del beso. Foto: GACETA

      Aurelio Maroto

   El teatro “Tomás Barrera” albergó en sesión doble La leyenda del beso, claro exponente de la denominada “zarzuela grande”. Musiarte Producciones desplegó sus mejores voces para la ocasión, dignas de acompañar la extraordinaria partitura de Soutullo y Vert. El barítono malagueño Antonio Torres asumió el rol del conde Mario en ambas sesiones, exhibiendo su calidad vocal de barítono recio y su credibilidad escénica para este papel. Estuvo acompañado en la sesión de tarde por Ricardo Muñiz y Milagros Martín, dos voces consagradas y también usuales en La Solana. Encarnaron los papeles de los gitanos Iván y Amapola. Muñiz dejó estela de lo que es, un tenor lírico de agradable voz y Martín llenó la escena con su habitual magnetismo.

     Por la noche les tocó el turno a la soprano Lupe Sánchez, otra veterana, y al cubano Lorenzo Mok, tenor spinto con ese tipo de voces potentes que tanto gusta al gran público. Naturalmente, el intermedio que Mocedades popularizó poniendo letra con su canción “Amor de hombre” encendió los mayores aplausos.

Premiados y autoridades en la jornada inaugural                                                                          Foto: GACETA

Aurelio Maroto

         Que la cultura y la educación no sean las paganas de la crisis. Tal fue el mensaje que, a modo de clara reivindicación, resonó con más fuerza en el Teatro “Tomás Barrera Saavedra” durante la inauguración oficial de la XVIII Semana de la Zarzuela. El laureado compositor Tomás Marco defendió durante su pregón el acervo patrimonial que representa el género lírico para nuestro país y felicitó al alcalde, Luis Díaz-Cacho, por haber declarado públicamente que el gran damnificado de los recortes no tiene que ser precisamente la cultura, y en particular la zarzuela.

         El festival comenzó así su andadura en una edición dedicada a la figura del maestro Jacinto Guerrero, en el sexagésimo aniversario de su desaparición. La ACAZ (Asociación Cultural Amigos de la Zarzuela) entregó media docena de galardones, un carrusel tradicional que invirtió una hora de tiempo, antes de que la velada diera paso a la música en directo con la actuación inédita en La Solana de la Banda de la Academia Militar de Toledo.

         La presentadora de Canal 2000TV, Gema Rodríguez, condujo una gala que arrancó con un llamativo golpe de efecto: la aparición en escena de varios niños ataviados con el vestuario que exhibirán durante las Jornadas Escolares con sus respectivos colegios, ante el encendido aplauso del público. Después llegó al ambón el alcalde para reclamar la cultura y la educación, además de hacer un guiño a la paz con el comunicado de ETA aún caliente. Luis Díaz-Cacho manifestó que “con la crisis no puede ocurrir que los primeros recortes se circunscriban por metodología a los cultural por que invertir en cultura es invertir en las posibilidades de las personas”.

         A continuación comenzó la ceremonia de entrega de distinciones. Primero el título de “Ama Mayor” a la soprano Carmen Aparicio, que elogió el papel de asociaciones como la ACAZ “para mantener la zarzuela viva y que siga creciendo”. El título de “Juan Pedro Mayor” recayó en la figura de Antón García Abril, prolífico compositor que se sintió honrado por recibir “un premio que llega desde el corazón de una entidad que ama la música y la zarzuela”.

         También se entregaron dos Rosas de Azafrán de Oro. La primera fue para Millán Salcedo, el ex de Martes y 13, que puso el toque humorístico “hoy también se entregan los premios ‘Príncipe de Asturias’ y he pensado si no caería uno por para mí, pero no, aún soy muy joven”. Entre la hilaridad del público, Millán agradeció la distinción y recordó el arraigo de la zarzuela del que él mismo se impregnó en sus tiempos de estudiante en los Salesianos de Ciudad Real. La segunda Rosa de Oro fue para Ajofrín, cuna de Jacinto Guerrero. Su alcalde, Miguel Gallardo, agradeció el premio y ensalzó la figura del maestro toledano que tantas veces cantó a La Mancha en sus zarzuelas.

         Uno de los momentos emotivos de la gala llegó con la entrega del título de “Sembrador del Año” al Centro Ocupacional Virgen de Peñarroya. Su directora, Paqui Rivera, recogió el galardón junto a dos usuarias, Puri y Valentina, que dirigieron unas palabras antes de que varios usuarios más subieran al escenario para exhibir con letras gigantes la palabra “gracias”.

         A continuación llegó el pregón de Tomás Marco. En apenas un cuarto de hora hizo varias reflexiones importantes. En primer lugar encomió el trabajo de la asociación organizadora en su defensa de la zarzuela durante tanto tiempo “en España un año es mucho, dos años muchísimo y veintiocho años un milagro”. También recordó los orígenes del género y su inspiración netamente española para defender su calidad musical “hay muy pocas operetas francesas y vienesas que se puedan comparar a La verbena de la Paloma, por ejemplo”. Pero, sobre todo, defendió la zarzuela por su valor patrimonial “que debemos cultivar y cuidar”. En su panegírico al género incluyó al alcalde, Luis Díaz-Cacho, a quien alabó por decir que la cultura no debe ser el blanco principal de los recortes “que diga esto un político es muy raro” –manifestó-.

         Por último, el presidente de la ACAZ, Antonio García-Cervigón, felicitó a los premiados, dio las gracias a los patrocinadores de la Semana y, fundamentalmente, ponderó el esfuerzo del elenco de la compañía lírica “Maestro Andrés Uriel” y del resto de hombres y mujeres que trabajan para hacer realidad este acontecimiento.

Recital de la Banda Militar de Toledo

         La música en vivo sonó a través de la Unidad de Música de la Academia Militar de Toledo. Bajo la batuta de Celio Crespo, una treintena de músicos interpretaron piezas de zarzuelas tan conocidas como Agua, azucarillos y aguardiente, La linda tapada o La tabernera del puerto, entre otras. El tenor Fernando Garrido acompañó en las romanzas de El último romántico y el “No puede ser” de Leandro en La tabernera del puerto.

Pitu fue el gran resulsivo como improvisado ariete           Foto: Sebas Candelas

Aurelio Maroto

3-La Solana: Toni Huertas, Juli, Juande, Araque, Pitu, Jose López, Michel, Sancho, Colchón, Capelo y Almarcha. En la segunda parte salieron Javi Núñez, Inti, Juanmi, Paco y David Sancho.

0-Barrax: Jorge, Baldo, Barlo, Águila, Juanma, Costo, Fran, Ferre, José Antonio, Sergio y Julio. En la reanudación salieron Adrián, Pipe y José Damián.

Árbitro: Rodríguez Ruiz. Muy flojo. Se equivocó a menudo en acciones de relieve. Amonestó a los locales Javi Núñez, Juanmi, Almarcha y Juli, y a los visitantes Baldo, Barlo, Jorge, Fran y dos veces a Juanma, que resultó expulsado.

Goles: 1-0 m.10 Pitu, de cabeza

            2-0 m.40 Capelo, de falta directa.

            3-0 m.81 David Sancho, de certero disparo dentro del área.

Incidencias: Tarde fresca en La Moheda con unos 200 espectadores. Césped natural en buenas condiciones.

Comentario: La Solana suma y sigue en su particular escalada hacia la nobleza del grupo. El retraso de cuatro derrotas consecutivas aún se nota, pero las cosas comienzan a rodar mejor. El triunfo de ayer ante el Barrax por 3-0 completa una racha de cinco partidos sin perder, de los cuales tres victorias. Hasta ahí, todo perfecto. Sin embargo, el equipo de Ángel Izquierdo goleó quizás en su peor partido en lo que va de liga en La Moheda. He ahí la gran paradoja.

         El Barrax no fue un rival sencillo, aunque buena parte de culpa fue por la enorme dificultad amarilla para circular el balón en medio campo. Jose López y Michel, muy rezagados, dejaron muy solo a Almarcha en la creación y éste, entre una nube de contrarios, apenas podía maniobrar. Por banda, Capelo anduvo muy desdibujado toda la tarde y Colchón derrochó voluntad, pero aún es demasiado joven para dominar su carril. Pero nadie contaba con Pitu, improvisado delantero centro, muy dinámico toda la tarde, y que acabó siendo el gran revulsivo. A los diez minutos hizo el primero haciendo resbalar el balón en su calva ante un torpe Jorge. El 1-0 fue un bálsamo por que el Barrax enseñaba los dientes. De hecho, a los 16 minutos pudo empatar en un penalti cometido por Juli, pero Ferre falló.

         La falta de consistencia en el medio volante dejó maniobrar demasiado al Barrax e hizo trabajar a destajo a los centrales, en particular un imponente Araque. Con esa incertidumbre llegó la jugada del 2-0, en otra ruptura de Pitu cuyo disparo interceptó Jorge con la mano fuera del área. Roja de manual que el árbitro convirtió en amarilla y libre directo. Menos mal que Capelo, siempre con el guante de su derecha afilado, la colocó de cine.

         En la segunda parte el Barrax intentó apretar y logró meter a La Solana atrás por momentos. En realidad, el partido se volvió un poco loco y fue un cúmulo de imprecisiones y envíos erróneos. Un pin pan pun sin sustancia que los locales asumían por que el tiempo corría a su favor. Los problemas llegaron con la lesión de Jose López al cuarto de hora, que Juanmi intentó tapar como pudo. Una niñez del visitante Juanma le costó la roja y dejó a los albaceteños en inferioridad, aunque no pareció notarse. Fue hasta que llegó el tercero, obra de David Sancho, la pieza perfecta para revolucionar partidos, que salió y marcó el tercero para liquidar el choque.

Bolivia es un país con grandes bolsas de pobreza        

Paulino Sánchez

La Iglesia Católica celebra el Día del Domund, en el que por un lado se quiere recoger dinero para enviarlo a las partes del mundo donde trabajan los misioneros y las misioneras, pero al mismo tiempo concienciando de la importancia de existir una comunicación cristiana de bienes entre los países que más lo necesitan y los que tiene más recursos.

   En estos días ha estado en La Solana el misionero, natural de Valdepeñas, Antonio Delgado Sánchez, que lleva 27 años trabajando en Bolivia, concretamente en La Paz, quien aprovechando para visitar los estudios de Radio Horizonte en compañía del párroco de San Juan Bautista de la Concepción, Manuel Infante, quien igualmente ha sido misionero en América Latina, en Venezuela y República Dominicana.

   Antonio Delgado recordaba lo que es su trabajo en Bolivia, donde atienden a personas que están en una situación de pobreza muchos y de extrema pobreza otros muchos, que está rozando el 80 por ciento de la población, mientras que el 50 por ciento está en la extrema pobreza..

   Antonio Delgado Sánchez señalaba que desde las instituciones de la Iglesia Católica se atiende en La Paz y El Alto a unos 12.000 beneficiarios, entre huérfanos, por abandono de los padres, encarcelamiento de los mismos, drogadictos, ancianos, chicos de la calle, madres solteras y enfermos de sida, entre otros problemas.

   Por su parte Manuel Infante recordaba algunas de las vivencias como misionero, sobre todo cuando estuvo en plena selva, en Venezuela, en el río Orinoco, aunque matizaba que quizás en el campo la situación de pobreza sea menos intensa que en las ciudades, debido a que existe una economía de subsistencia en el campo, mientras que eso no ocurre en las grandes ciudades.