Directivos de La Solana, Almagro y Membrilla durante el encuentro                     Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         Las III Jornadas Santiaguistas finalizaron con un encuentro de hermandades de la provincia, al que asistieron Almagro y Membrilla, además de la anfitriona, la Hermandad de Santiago de La Solana. En realidad, no abundan las cofradías dedicadas al Apóstol, aunque las existentes mantienen una gran fidelidad en la organización de actos y honra a su advocación a lo largo del año.

         La Casa de la Iglesia reunió a los asistentes, una veintena de directivos de las tres hermandades participantes, que llegaron a las cuatro de la tarde del sábado, donde fueron recibidos por la directiva local. Desde allí cruzaron a la parroquia de Santa Catalina, donde el Cronista de la Villa, Paulino Sánchez, guió una visita histórica por el templo. Después regresaron al aula San Juan de Ávila para exponer la trayectoria y actividades de cada hermandad asistente. Un ágape final terminó con esta primera convivencia.

         En declaraciones a la prensa local, el presidente de la Hermandad de Santiago de Almagro, Jesús Hervás, elogió esta iniciativa, “cuando me llamaron no lo dudé; tenía muchas ganas de venir y conocernos entre nosotros”. La de Almagro es una cofradía con génesis muy antigua, ya que data del siglo XVI, aunque durante mucho tiempo se perdió hasta que se refundó en los años 50. Tiene 400 hermanos y, según su presidente, salen 150 nazarenos en las procesiones que organizan en Semana Santa, una el Martes Santo y otra el Viernes Santo. También verbena la víspera de Santiago y otra procesión el día 25 de julio, aunque reconoce que cuando dejó de ser festivo “decayó mucho la celebración”.

         Por su parte, el presidente de la Santiago el Mayor de Membrilla, Sergio Villalta, tampoco quiso perderse este encuentro, que calificó de “muy buena idea para hermanarnos”. Membrilla, como La Solana, sí es pueblo santiaguista y la advocación de su parroquia está dedicada al Apóstol. La hermandad tiene ciertas peculiaridades, entre ellas que los caballeros son jóvenes, de entre 16 y 40 años, aunque sean cientos de hermanos. También procesionan el 25 de julio tras una misa solemne, con ofrenda incluida. Una semana antes celebran otra misa, aunque de campaña, y organizan juegos populares entre los caballeros.

         El presidente anfitrión, Juan Rodríguez-Rabadán, no ocultaba su satisfacción por el resultado de las jornadas santiaguistas, “esto va a mejor, el nivel va subiendo”. El mejor ejemplo –dijo- ha sido este encuentro de hermandades de Santiago.

Juan de Lara terminó serio y prefirió autoculparse                    Foto: GACETA

Aurelio Maroto

La Solana: Toni Huertas, Juli, Juanma, Sancho, Michel, Javi Núñez, Mini, Almarcha, Pitu, Jesús Bueno y Naranjo. En la segunda parte salieron Jose López, Matías, Tore, Nico y Jose.

San José Obrero: Mantecón, Pinedo, Jorge, Collado, Monti, Semprún, Sabih, Pedro, Rober, Butra y Gil. También jugaron Pitu, Raúl, Val y Dani Mora.

Árbitro: Gutiérrez Díaz. Amonestó a los locales Mini, Jesús Bueno y Mini, y al visitante Monti.

Incidencias: Tarde fría en La Moheda. Unos 500 espectadores.

0-1          m.3 Pedro

0-2          m.25 Monti

0-3          m.30 Rober

1-3          m.39 Pitu

2-3          m.49 Pitu

2-4          m.56 Juli, en p.p.

2-5          m.63 Collado

Comentario:

Derrota sin defensa, sí. El titular se puede entender de varias formas, y todas son acertadas. La Solana de ayer fue un coladero, sin más. Se echó una siesta y recibió una sonora bofetada. Difícil entender cómo un equipo puede pasar de hacer un juego excelso a convertirse en un juguete con el muelle roto de una semana para otra. El San José Obrero, un señor equipo, pisoteó a los amarillos, y lo que es peor, delante de su propia gente. Una afición que, incrédula, no tuvo un reproche para los suyos. De momento, tiene memoria.

El 2-5 sólo se puede entender desde una óptica retrospectiva. Los amarillos tienen un serio problema defensivo, sobre todo en casa. O es casual haber recibido 13 de 18 goles en La Moheda. Naturalmente, no. Ayer quedaron al aire dos lastres importantes. Uno, el mal balance defensivo; otro, una horrible armadura en los balones aéreos. A saber, el 0-1 llega en juego dinámico y por el centro, en un clamoroso robo de cartera, y el 0-3 en una contra donde Javi Núñez se ve obligado a salir a destiempo para cortar, sin éxito, y el San José culmina con maestría. Entre tanto, el segundo, el cuarto y el quinto llegaron en tres saques de esquina. ¿Coincidencia?. Imposible. Simplemente mala colocación.

En una palabra, La Solana carbura mal cuando necesita llevar el peso del partido. La transición defensiva falla. Y en la estrategia es urgente encontrar la bacteria. A todo esto hay que unir errores de bulto, como el despiste de Sancho que dio origen al córner del 2-4, justo cuando Pitu había hecho el segundo, y una tarde aciaga de Toni Huertas.

Amén de lo dicho, el San José Obrero dejó estela de gran equipo. Serio tácticamente, preciso en la ronda de pases y rápido en la proyección a la contra. Ni siquiera cuando La Solana acortó distancias hasta el 2-3 dio un paso atrás. Si no marcó dos o tres más fue por falta de puntería. Se hace difícil recordar un calvario mayor para los locales en la última media hora de partido.

Juan de Lara compareció ante la prensa con gesto serio. Hasta ahí, nada anormal. Pero sí sorprendió su insistencia en autoculparse. Declaró que no estuvo acertado en el planteamiento y que se equivocó cuando, con el 2-3, arriesgó dejando al equipo con tres defensas. En efecto, quedaban 35 minutos y el San José había dado muestras de desparpajo en las salidas. Pero el cuarto, como el quinto, no llegaron precisamente por acciones de superioridad en el contragolpe.

Fue la forma del joven técnico solanero, tantas tardes acertado en sus decisiones y en sus soluciones sobre la marcha, de intentar proteger a sus futbolistas tragándose el sapo entero. Pero no cuela. Después del subidón ante el Isso, llegó el temido bajón. Y es que el mejor escribano echa un borrón. No conviene olvidar que La Solana sigue siendo el líder.  

Manuel Antonio Serrano durante su conferencia       Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         El geógrafo solanero Manuel Antonio Serrano de la Cruz dejó claro que La Solana pertenece al Campo de Montiel desde el punto de vista fisiográfico, aunque otras circunstancias la han ubicado en la comarca de La Mancha, especialmente la producción agrícola.

         Profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, aceptó la invitación de la Hermandad de Santiago Apóstol para cerrar el ciclo de conferencias de las III Jornadas Santiaguistas. El título de su disertación era “Territorio y paisaje del Campo de Montiel, una comarca de múltiples delimitaciones”, que por sí solo explica la variabilidad histórica de una comarca sujeta a los vaivenes políticos en cuanto a su perímetro oficial.

         En declaraciones previas a la prensa local, resumió ese recorrido evolutivo por las distintas comarcalizaciones del Campo de Montiel, desde su proceso formativo hasta las concepciones geográficas actuales, menos conocidas, pero igual de interesantes. Se refirió a la comarcalización natural, la agraria y la geográfica.

         En este sentido, recordó que La Solana “unas veces pertenece a la comarca Campo de Montiel y otras a comarcas aledañas”. Por un lado, no hay duda de su pertenencia montieleña en el aspecto físico y paisajístico, “está cien por cien asentada en roca calcárea del periodo mesozoico-jurásico y los geólogos y naturalistas la incluyen dentro del Campo de Montiel”. Otra cosa son los usos y aprovechamientos, ya que La Solana linda con la comarca de La Mancha. “El Ministerio de Agricultura nos excluyó del Campo de Montiel en 1972 porque teníamos cultivos muy parecidos a la llanura manchega”.

         En cualquier caso, las reorganizaciones municipales o mancomunadas han sido, a menudo, artificiales. Tales demarcaciones hacen que muchas poblaciones cambien de sitio y creen confusión. Pero la confusión no cabe en el caso de La Solana más allá de decisiones políticas. Por el suelo donde se asienta, pertenece claramente al histórico Campo de Montiel.

         Manuel Antonio Serrano de la Cruz fue presentado por Paulino Sánchez y reunió a un buen número de espectadores en el aula San Juan de Ávila, en la Casa de la Iglesia.  

Los chavales reivindicaron los derechos de los suyos                                                                        Foto: GACETA

Gabriel Jaime

Alumnos de 6º de primaria de todos los colegios y estudiantes de 1º y 2º de ESO de los dos institutos de secundaria de la localidad, participaron en una concentración reivindicativa en la Plaza Mayor con motivo del Día Internacional de los Derechos del Niño. El acto sirvió para defender y reivindicar los derechos de la infancia, además de apoyar a la activista Malala por su trabajo por el derecho a la educación para todos los niños del mundo.

Los chavales llegaron de todos los centros educativos portando pancartas y textos alusivos al Día Internacional de los Derechos del Niño, con dedicatorias especiales para la joven Malala Yusafzai, que fuera víctima de un atentado por defender los derechos a la educación de las mujeres en particular y de la infancia en general. Los alumnos dieron colorido al acto, participando activamente con la denuncia de las atrocidades que tienen lugar en diversas partes del mundo con los niños como protagonistas, además de demandar los derechos básicos de los más pequeños.

Previamente, el jefe de estudios del IES “Modesto Navarro”, Eladio Maleno, comenzó la lectura de un texto para hablar del acto en cuestión que conmemoraba el Día Internacional de los Derechos del Niño, hablando de los principios fundamentales y de la joven estudiante pakistaní Malala por su lucha en defensa de la igualdad de derechos para las mujeres y los niños.

En representación del IES “Clara Campoamor”, intervino su director, Luís Toribio, que versó sobre los artículos más destacados recogidos en la Convención Sobre los Derechos del Niño que se firmaron en el año 1.989.

Seguidamente, participaron numerosos alumnos pertenecientes a todos los centros educativos de la localidad, expresando mensajes concretos y directos denunciando las desigualdades y promoviendo un mundo más justo e igualitario para todos, especialmente para los más pequeños.

Los niños fueron los auténticos protagonistas del concierto                                                                 Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         La Banda Municipal de Música marcó un antes y un después con su concierto de Santa Cecilia-2013. Lejos de ofrecer un recital serio y de corte tradicional, la agrupación dirigida por Ángel Sancho sorprendió con un montaje original, dinámico, interactivo y, sobre todo, divertido, sin dejar de honrar a la dupla de ese señalado día: la patrona de los músicos y, por supuesto, la buena música.

         El teatro Tomás Barrera congregó a más de 300 oyentes, expectantes ante el título de este año: “concierto pedagógico con motivo de Santa Cecilia”. El primer objetivo era movilizar a niños y padres y convertirlo en un acto de familia. El segundo, divertir e instruir a partes iguales. Nadie se movió hasta sonar la última nota.

         El locutor de Radio Horizonte, a la sazón saxofonista de la Banda, Gabriel Jaime, fue el maestro de ceremonias como presentador y animador de la velada. Con buenas gran capacidad de comunicación involucró al público en la enseñanza de lo que iba a escuchar, explicando los instrumentos de una banda de música, su distribución, su función y su modo de utilización.

         El concierto comenzó con el oboe de Adrián Guzmán. Después llegó “En un mercado persa”, célebre composición del británico Albert Ketèlbey que evoca un gran zoco oriental. Mientras la banda tocaba, el presentador explicaba lo que sucedía, pidiendo imaginar la llegada de los camelleros, el canto de los mendigos, el paso solemne del Califa o la llegada de la Princesa.

         También resultó divertida “La máquina de escribir”, del americano Leroy Anderson, que popularizó Jerry Lewis en la película Lío en los grandes almacenes. Pero la cúspide llegó al final, con la interpretación del “Mambo nº 5”, que encumbró el recital. Desde el patio de butacas, Gabriel Jaime buscó a cuatro niños, que subieron a dirigir con la mismísima batuta del director. Los músicos tocaban a la velocidad que ordenaban sus imberbes maestros, lo que provocó momentos de gran hilaridad. La cerrada ovación final obligó a repetir el mambo, aunque esta vez con los músicos puestos en pie y bailando al son de sus propias notas.

         Ángel Sancho terminó plenamente satisfecho por un concierto que calificó de “especial y novedoso”. Querían llamar la atención de los más pequeños haciendo algo nuevo. “En la Escuela de Música hay más de 420 alumnos y luego no se ven en los conciertos”. Por eso idearon este concierto didáctico. A la vista del desenlace, anunció que “por supuesto, tendrá continuidad”.

Los componentes de la Compañía "La Gruta" posaron antes de la función                          Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         La II Muestra de Teatro “Campo de Montiel” arrancó con una obra cómica, aunque con un importante trasfondo social. La compañía La Gruta, de Carrizosa, escenificó La comedia de Carla y Luisa, que retrata en clave de humor un problema tan serio como el desempleo. Una decena de componentes de la veterana compañía, de los cuales ocho mujeres y dos hombres, dieron vida a la representación en el teatro Tomás Barrera de La Solana.

         La directora, Lucía Briones, elogió la iniciativa de organizar esta muestra, máxime en los tiempos que corren. “Es una idea estupenda porque la cultura tiene que estar siempre en el pueblo”. Expresó la ilusión con la que llegaban a esta segunda edición, encantados de participar, con la particularidad de que era la última puesta en escena de esta producción. La próxima primavera presentarán un nuevo estreno.

         La Gruta es una compañía muy conocida en la comarca, con una larga trayectoria desde 1996. Un mérito aún más grande cuando su cuna está en Carrizosa, una población de apenas 1.400 habitantes. Lucía Briones encuentra la clave de tal longevidad en el buen trabajo que se realiza en la Universidad Popular y en las aulas infantiles del municipio, “se organizan talleres desde muy temprana edad y cuando llegan a los dieciocho están deseando entrar en La Gruta”. Han sido cientos los actores y actrices que han ido pasando por la compañía a lo largo de este tiempo.

         Se trata de una compañía versátil en su repertorio. Desde su fundación hace 17 años han hecho casi de todo, drama, comedia, teatro para niños… En La Solana han actuado varias veces, aunque era su estreno en la todavía joven Muestra de Teatro “Campo de Montiel”.