El secretario, Ángel Naranjo, en la sede de la peña Taurina La Solanera                            Foto: GACETA

       Rosa María Salcedo

Los aficionados a los toros siguen aumentando en La Solana, ya que en la actualidad la peña Taurina La Solanera cuenta con un total de 164 socios y 10 juveniles. A esto, cabe añadir que se está produciendo la realización de varios viajes por toda la geografía española, como el que tendrá lugar los días 22 y 23 de agosto a Sanlúcar de Barrameda.

En este sentido, el secretario de la peña, Ángel Naranjo, admite que “el verano tiene sus complicaciones porque la publicación de carteles y la notificación de las corridas se produce con poco tiempo de antelación, por lo que nos está costando desplazarnos”. La crisis tampoco ayuda, pues “los viajes de dos o tres días han bajado mucho”- dice. Sin embargo, Naranjo mantiene el optimismo "porque la gente vuelve satisfecha de la experiencia”. Por otro lado, se muestra ilusionado pues “en este momento la peña se encuentra saneada, y este año se quedará con un superávit de entre 10.000 y 12.000 euros”.

La Solanera, que surgió como una forma de expresar el gusto por el mundo taurino y que en la actualidad está avalada por la medalla de bronce de la Real Federación Taurina de España, inició su trayectoria hace 28 años de la mano de su fundador, Diego Velasco. A raíz de ese momento, se confeccionó la primera directiva, siendo Luis Márquez, el primer presidente oficial. Desde su creación, en el año 1987, se marcaron diversos objetivos, como la restauración de la plaza de toros y la posibilidad de llevar a los componentes de la peña a diversas plazas de toros del país, algo que se ha visto cumplido, según reconoce el secretario, quien además admite su gusto porque La Solanera siga progresando.

En esta línea, Naranjo, manifiesta que cada año se celebra una Asamblea General en el mes de febrero para tratar temas importantes aunque se lamenta de la poca participación en este tipo de reuniones.

El debate de las corridas de toros

La presente situación en lo que a toros se refiere, está dando mucho que hablar. El enfrentamiento entre los amantes de esta práctica y los detractores de la misma, es un tema de actual tendencia. “Para mí la tauromaquia es un arte”, dice Naranjo, quien defiende su postura ante el creciente movimiento antitaurino, que recientemente ha dado lugar a la prohibición de corridas en algunas ciudades. El secretario señala que, “aunque el animal sufre daño también hay que tener en cuenta que hay mucha gente que vive de esto, ya que ofrece la oportunidad de proporcionar multitud de puestos de trabajo”. Para finalizar, Naranjo anima a la gente a que “acuda a ver este espectáculo con el fin de que las empresas puedan mejorar los carteles”.

         Rosa María Salcedo

 Según información de la Policía Local, autores sin identificar se han introducido en las instalaciones de la firma Pedrín e Hijos. La policía, que se ha personado en el establecimiento tras el requerimiento del propietario al comprobar que la  puerta de acceso al lugar había sido forzada, ha realizado una exhaustiva inspección en el interior del local. Se ha podido comprobar que habían accedido al edificio tras realizar un agujero en el tejado, forzando de esta forma la puerta de entrada a la nave, previa desactivación de la alarma.

Por el momento no hay más datos sobre este hecho, que ha ocasionado graves desperfectos además de la sustracción de diverso género que había en el interior del almacén, aunque está pendiente la valoración de los daños causados. Cabe destacar que la Guardia Civil se ha hecho cargo de las diligencias.

       La presidenta y coordinadoras en un momento de trabajo                                            Foto: GACETA

          Rosa María Salcedo

La Asociación AFAND “Alas de Papel”, dirigida a personas con discapacidad psíquica y física, está desarrollando un verano lleno de actividades, en las cuales se busca potenciar habilidades sociales, además de  realizar clases de fisioterapia, logopedia, informática y apoyo escolar. Radio Horizonte ha hablado con la presidenta de esta asociación, Catalina Serrano de la Cruz, para comentarnos como es la dinámica de grupo “las clases se realizan días alternos y son individuales, para que cada niño pueda progresar en los aspectos que más necesita”. En esta línea, Serrano de la Cruz explica que “ninguna discapacidad es igual por lo que cada profesional trabaja con el niño según las necesidades de cada uno”.

La sobresaliente labor que realiza esta institución a lo largo de todo el año, se potencia en época veraniega con el grupo de voluntariado, del que su coordinadora, Virginia Sánchez comenta que está compuesto por siete voluntarios, la mayoría con titulación. De esta forma, pretenden, además de trabajar la parte de ocio que es muy importante para ellos, ocuparse de “aspectos como las relaciones sociales e interaccionar con el mundo físico”. Debido a la heterogeneidad del grupo y que algunos niños son muy pequeños, se llevan a cabo talleres más específicos, con el único fin de que todos sean partícipes. Dentro de estos talleres podemos encontrar actividades multi-sensoriales, en las que se trabajan aspectos como la forma de comunicarse con el resto, la creatividad o el aprendizaje individual, y actividades de musicoterapia, realizadas con música para el desarrollo de los sentidos. El objetivo “es que los chicos salgan a la calle y aprendan por ellos mismos, sin necesidad de recurrir a otra persona”-dice. Por otra parte, Sánchez admite que el tiempo de realización de cada labor “va en función de lo que requiera la actividad y el niño”.

Grupo de autogestores para adolescentes

            Es un hecho que desde Alas de Papel se ocupan del desarrollo social de las personas, por lo que también han creado el grupo de autogestores, dirigido a chicos más adultos, con el objetivo de fomentar las relaciones sociales. La organizadora de esta agrupación, María José Muñoz, comenta que “es de reciente creación, pues nació hace aproximadamente un año, al observar que a medida que los chicos van creciendo surgen otras necesidades más adultas”. Muñoz, aclara que este conjunto, que está integrada por 9 chicos mayores de edad, “es como un grupo de amigos en el que ellos plantean y proponen soluciones a sus problemas, lo que además también ayuda a establecer confianza entre ellos”.

Cabe destacar que tanto el grupo de voluntariado como el de autogestores actúan de forma altruista, buscando siempre la motivación de los niños y jóvenes. En este sentido, Sánchez confirma que “por suerte podemos realizar la mayoría de las actividades que se programan”.

Lobilleros y lobilleras bajo la pancarta de la fiesta agosteña en la popular aldea                                                                                                  Foto: GACETA

              Aurelio Maroto

            El Lobillo es un paraje curioso. Está lejos de La Solana, a unos 24 kilómetros, al que se llega tras cubrir una larga, sinuosa y estrecha lengua de asfalto. Ni siquiera pertenece a su término municipal, sino al de Argamasilla de Alba. Pero los solaneros son los auténticos responsables de que el poblado se mantenga vivo. Han pasado los años y El Lobillo, igual que su vecina, La Calera, no sólo no ha sido abandonado, sino que redroja porque varias familias se resisten a marcharse para siempre. Remozan sus casas, que han cambiado alacena por frigo, camastro por somier, basurero por cuarto de baño, silla de enea por sillón de diseño, y chimenea por vitrocerámica. ¿Una estirpe? No, pero se le acerca. Son los “Lobilleros”. U "Obilleros", como decimos por aquí. Y lo llevan a gala.

            Este viernes, lobilleros y muchos que no lo son, disfrutaron de la fiesta mayor de la popular aldea. “Empezamos casi de broma; unos pocos dijimos de hacer unas paellas y mira, llevamos seis años y cada vez viene más gente” –nos dijo Prado Mateos-Aparicio-. Vicente Guerrero “Chocolate” es otro obillero de siempre. “Se puede decir que casi nací aquí, y me da mucha alegría porque recuerdo a mis antepasados y pienso lo que disfrutarían viendo este ambiente”. Aún recuerda cuando se alumbraban con candiles y aquellas largas estancias de temporada. “Nos tirábamos aquí veranos enteros con la familia”. Rafael Palacios “El Pesca” también aprendió a caminar entre esas callejuelas terregosas. “Llevo viniendo al Lobillo 62 años, que son los que tengo”. “Para nosotros es un sentimiento de grandeza y amor propio mantener las raíces de aquí”.

            Hace seis años montaron la primera fiesta agosteña. Rafael fue uno de los promotores, “pusimos 25 euros cada uno, hicimos varias paellas y quedamos contentos”. Al año siguiente, lo mismo. Pero todo tiene un límite: “nos hartamos de preparar tanto y dijimos ‘el año que viene, tipo Castillo’”. Desde entonces, cada cual lleva instala sus mesas, sus sillas, trae a sus invitados y prepara sus viandas. Lo dicho, tipo romería, lo cual no quita responsabilidad y trabajo a los promotores. “Para mí se quede. Llevo preparando toda la semana” –nos decía Vicente-. Hay que preparar un equipo de música, poner banderitas, colgar la pancarta, comprar los cartones del bingo… “Adornamos unos días antes, siempre los mismos claro” –ironiza el amigo Chocolate-.

Entre tanto, hay que avisar al Ayuntamiento de Argamasilla, que facilita el alumbrado, como nos cuenta Prado. “Hacemos una petición formal con tiempo y a los quince días nos contestan; dos o tres días antes de la fiesta vienen y nos ponen los focos; la verdad es que colaboran con nosotros, aunque lo suyo es que pongan luces fijas”. En una entrevista concedida a Radio Horizonte, el alcalde de Argamasilla, Pedro Ángel Jiménez, se comprometió a instalar luces y arcos definitivos para esta fiesta.Por cierto, también dijo que haría una visita ese viernes por la noche. Pero al hombre debió surgirle algo de última hora. Quién sabe. 

El caso es que en la fiesta hubo risas, alegría, camaradería, y seguramente algún atracón, sólido y líquido. Hubo de todo excepto una cosa: prisas. La velada se prolongó hasta hacerse inacabable. Rafael “El Pesca” cogió el coche y se fue a Alhambra a comprar churros. Entre tanto, se cocinaban conejos de campo en la sartén. Era de día y había que desayunar, o almorzar, como llamamos por aquí a la primera comida del día. A eso de las 12 ¡del mediodía! se retiraban a descansar los últimos obilleros. Con el estómago lleno y la satisfacción del deber cumplido, por supuesto.

Los fieles se acercan a depositar sus donativos a los pies de la imagen                                           Foto: GACETA

           Paulino Sánchez

La venta de los dulces elaborados por los propios vecinos y vendidos durante los días de la fiesta de Santa María, en el barrio del Parterre, así como las donaciones de dinero entregadas por los fieles, han dejado una recaudación que ronda los 3.700 euros, aunque siempre suele incrementarse esa cantidad con donaciones que llegan en los días siguientes a las fiestas, según declaraban los organizadores.

Los actos se iniciaron, en el apartado religioso, con la celebración de un triduo en la Iglesia del barrio, mientras diferentes vecinas se encargaban de elaborar los dulces típicos, como nuégados y flores, tan solicitados por los vecinos de la popular barriada, pero por otros muchos solaneros.

En la mañana del sábado se ofició la Misa Solemne, concelebrada por el párroco de San Juan Bautista de la Concepción, Manuel Infante, y el de Santa Catalina, Benjamín Rey. Asistieron el alcalde, Luis Díaz-Cacho, y concejales de los grupos socialista y popular, directivos de las diferentes cofradías y hermandades de la localidad, además de numerosos fieles.

La homilía corrió a cargo de Manuel Infante, mientras que en la parte musical participó el coro de la propia Iglesia de Santa María, cuyos componentes estrenaron camisas blancas con la imagen bordada de la Virgen, presentándose a los celebrantes en el ofertorio el pan y el vino de la consagración, además de flores, un bastón con el que caminar en la vida y una cerámica con la imagen de la titular del templo.

Finalizada la misa, la imagen fue sacada al atrio del templo, donde muchas personas ofrecieron diversas cantidades en metálico, que son destinadas para las obras y reformas que se realizan en el templo.

A las diez de la noche comenzó el desfile procesional por las calles del barrio. Abría la cruz alzada, seguida por la banda de Nuestro Padre Jesús Rescatado, que interpretó diferentes marchas, continuando la representación de cofradías y hermandades, a los que seguía la imagen de Santa María en su carroza adornada con numerosas flores blancas. Detrás marchaba el párroco de San Juan Bautista, Manuel Infante, así como representación municipal encabezada por la primera teniente de alcalde y diputada provincial, Manuela González, siendo presenciada la procesión por numerosas personas.

Once titular de La Solana (Foto: GACETA). A la derecha, el alcalde entrega el trofeo al capitán del Villarrubia (Foto: La Solana Digital).

      Aurelio Maroto

La Solana: Seve, Michel, Diego Sevilla, Juli, Manuel, Jesús Bueno, Almarcha, Capelo, Diego, Chule y Raúl Delgado. En la segunda parte salieron Matías, Juanma, Jose López, Sergio Talavera, Xavi, Tore y Agus.

Villarrubia: Ruiz Caba, Agus, Fran, Cabrera, Camacho, Alexis, Diego, Jaime, Javi, Juanfri y Juanan Vélez. En la reanudación salieron Beamud, Fernando, Zamora y Dani Gallego.

Árbitro: Ramírez García. Amonestó a los locales Juli, Almacha y Matías, y al visitante Beamud.

Goles: 0-1 m.44 Cabrera

            0-2 m.53 Juanan Vélez

            0-3 m.59 Beamud

Incidencias: 44º Trofeo “Rosa del Azafrán”. Unos 400 espectadores en La Moheda. Minuto de silencio en memoria de un hermano del directivo Daniel Peinado y del abuelo del portero Seve. El alcalde, Luis Díaz-Cacho, entregó el trofeo de campeón al capitán visitante, Alexis.

Comentario: No es que el Villarrubia se comiera el pan a traición. Qué va. Pero el 0-3 final afea con exceso un más que decoroso partido de La Solana, sobre todo en la primera parte. El Formac conquistó el “Rosa del Azafrán” por segunda vez en su historia tras un encuentro intenso y competido en la primera mitad, y que languideció en la reanudación. Los amarillos se desfondaron, tal vez acusando que habían jugado sólo 24 horas en Membrilla, de donde La Solana se trajo el Trofeo “Desposorios”.

            La Solana buscó ritmo desde el minuto uno. A base de presión, los amarillos arrinconaron por momentos a su rival. El despliegue físico de Almarcha, que plantó sus reales en la zona ancha, llevó en volandas el juego local, con Jesús Bueno como guardaespaldas. Gran trabajo arriba de Chule, incansable en las ayudas, y conatos de penetración de los dos interiores amplios que colocó Ángel Izquierdo, Capelo y Diego, ayudados atrás por el chaval Manuel, zurdo natural de zancada larga pero con mucho que aprender todavía. Como Raúl. El juvenil de oro trabajó, pero le faltó feeling con el balón y no acabó de mostrarse.

            Entre tanto, el Villarrubia no había llegado al “Rosa del Azafrán” de picnic. Fuerte en la cobertura, con Cabrera y Camacho muy atentos, Alexis bregando en el pivote y Jaime repartiendo, los visitantes también jugaban, aunque sin profundidad. Javi mantuvo una bella pugna con Diego Sevilla, que por fin jugaba sus primeros minutos en pretemporada y porfió con éxito con el gigante blanquiazul.

            Las ocasiones se repartieron en una suerte de golpeos mutuos. A los diez minutos, Seve saca un mano a mano con Juanan Vélez. A los 15, un zapatazo seco de Almarcha lame el poste derecho de Ruiz Caba. A los 23, otra vez Seve salva a los suyos y, acto seguido, Manuel se queda sólo ante el meta manzanareño pero se le hace de noche. Lo que son las cosas, Diego está a punto de hacer el 1-0 a los 40 minutos y en la jugada siguiente, manoplazo de Seve para enviar a córner un disparo raso y cruzado de Juanan antes del 0-1. En el saque de esquina, el portero amarillo mide mal por alto y el balón choca en Cabrera para colarse mansamente. Era el minuto 44.

            En la reanudación, el Villarrubia encontró premio rápido tras una buena jugada por la izquierda que termina con el 0-2 de Juanan. Sólo 6 minutos después llegó el golazo de Beamud, que había sustituido a Javi. Fue una losa insalvable. A partir de ahí, carrusel de cambios en La Solana y fútbol de control en un Villarrubia que, ahora sí, se mostraba muy superior. El último cuarto de partido literalmente sobró.

Alexis: El capitán del Villarrubia acabó muy satisfecho. “Ganar siempre es bueno para coger sensaciones de cara al comienzo de la liga”. Cree que su equipo trabajó bien y frenó con acierto el impulso local en la primera parte, aunque considera que todavía no se ha visto el auténtico nivel de este Villarrubia. En cuanto al trofeo, admitió que jugar en La Moheda es una motivación. “Es un campo que me encanta y que merece estar en Tercera, siempre disfruto mucho jugando este trofeo, que ya he jugado dos veces con el Villarrubia y otra con el Manchego”.

Ángel Izquierdo: El entrenador solanero lamentaba lo abultado del resultado, que penaliza demasiado lo visto en el campo. “Ellos han sido mejores a partir del 0-3, pero en la primera parte hemos jugado bien con ocasiones claras”. Se queda con esos primeros 45 minutos ante un rival, uno más, de superior categoría, al que se plantó cara, como La Solana ya ha hecho este verano contra Almagro, Manzanares y Mora. Cree que el equipo va a más, aunque admite que el objetivo es mantener ese ritmo fuerte todo el partido, no la mitad. Los 15 días que aún quedan para arrancar el campeonato deben servir para terminar de poner a punto las piernas.

Chule: El nuevo delantero centro amarillo está teniendo mucho protagonismo este verano. Lo ha jugado todo en un claro intento de Ángel Izquierdo de ponerle en forma tras su lesión de rodilla. Trabaja fuerte, es generoso y ha hecho 3 goles ante Manzanares, Mora y Membrilla. Dice que poco a poco se va sintiendo mejor y que comienza a entenderse bien con sus compañeros. No le preocupan los resultados de pretemporada. “Hoy hemos estado muy bien en la primera parte, plantando cara a un equipo muy fuerte, hay que quedarse con eso”. No se atreve a vaticinar nada de cara a la liga, pero confía mucho en el potencial de esta plantilla para apuntar alto. De momento, no quiere ir más allá.