Un momento de la actuación de Álvaro Díaz en la plaza                                                                                             Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

            Álvaro Díaz es un joven andaluz que se ha subido al carro de la fama. Su éxito en Canal Sur como cantante lo ha colocado en el mapa de las giras, pero es en los conciertos del día a día donde realmente se ve la valía artística de cada cual. Así lo reconoció minutos antes de su actuación en La Solana, adonde llegó para amenizar el viernes de ofrenda a la Virgen de Peñarroya, una cita que llena a rebosar la Plaza Mayor solanera.

“La televisión te pone en cartel, pero después tienes que demostrar tú que eso es auténtico, y eso se consigue en cada concierto”. Agraciadamente –dice- el público le sigue donde va. “Me emociona mucho cuando te subes a un escenario y todo está lleno”.

Expresó su gratitud por la oportunidad que le dan en cada sitio donde actúa, en este caso en La Solana. Y la verdad es que Álvaro Díaz se fajó sobre las tablas ante un público numeroso y que se fue enganchando a medida que el artista iba entrando en faena. En verdad, tiene madera. Su voz es amplia, vibrante y fresca, y su presencia física de chico apuesto se une a un gracejo natural que lo hace cercano en el escenario.

Durante la actuación recorrió su trayectoria desde que comenzó, hasta ahora. “Siempre he cantado flamenco, y aunque me di a conocer en televisión con copla, mis raíces siguen siendo flamencas”. De hecho, cantó algo de flamenco, mucha copla, algunos boleros y versiones de temas clásicos, esos que siempre ayudan a conectar mejor con el auditorio que tiene delante. De hecho, la velada arrancó con el celebérrimo “A mi manera”, de Frank Sinatra. “Lo que buscamos es llegar a todos los públicos. Intento de hacer un flamenco y copla asequible, con versiones un poco más modernas para que los jóvenes se sientan más identificados” –declaraba-.

            Entre gala y gala, Álvaro Díaz está sumergido en la preparación de su próximo disco, que presentará el 15 de octubre. Precisamente al día siguiente de cantar en La Solana tenía una importante promoción en el programa televisivo “Qué tiempo tan feliz”, en Tele 5. Un trabajo que, según confesó, colma sus expectativas, “refleja mucho mis directos y hemos encontrado una línea muy bonita, estoy muy satisfecho”.

El jurado prueba las tortillas durante la calificación de los platos                                                                                  Foto: GACETA

            Aurelio Maroto

A eso de las diez de la noche, cuando el jurado comenzó a catar los manjares exhibidos sobre la mesa, mucha gente se relamía. Quizás porque aún no habían cenado, o simplemente porque la vista alimenta. El caso es que 23 tortillas de patatas, 22 pistos manchegos y 16 platos repletos de dulces manchegos agitaban el estómago de cualquiera. Estaban allí, bien colocados en largas filas. Eran los platos preparados por la gente para competir en una nueva edición del concurso gastronómico del viernes de la Semana de la Virgen, en plena Plaza Mayor. Un clásico.

            Había tortillas enormes, algunas en sartenes paelleras, otras casi tan altas como anchas, mas todas con un color que, efectivamente, entraba por los ojos. También había pistos, de rojo intenso, algunos con carne, y todos con una pinta exquisita. Y luego estaban los dulces, un poco más apartados. Bandejas llenas de rosquillos, de viejas, de hojaldres, de torrijas, de nuégados, de suspiros... En fin, un arsenal de ricas viandas.

            El jurado no lo debió tener fácil, pero seguro que deleitó su paladar. Al final, esta fue la clasificación oficial:

Concurso de pisto:

1º Gabriela Delgado

2º Isabel López

3º Cati Santos-Orejón

4º Gema García

Concurso de tortilla de patatas:

1º Diego Maroto Ramírez

2º Modes Alhambra

3º María Josefa Delgado

4º Pepi Palacios

Concurso de dulces típicos:

1º Gema García

2º Modes Alhambra

3º Cristian Mateos

4º Julia Hilario

Julián Carpio realiza un corte de rodillas ante la primera vaquilla                               Foto: GACETA

            Aurelio Maroto

Cuando en una plaza de toros con capacidad para 4.000 almas se reúnen un centenar, es fácil adivinar el aspecto desangelado que presenta. Sucedió este viernes en la exhibición de recortes y quiebros organizada por la empresa arrendataria del coso de la calle Alhambra. Un claro fracaso de público que no impidió disfrutar de un buen espectáculo, con recortadores de alto nivel, entre ellos estaba Irene Morales, una de las pocas mujeres recortadoras, y Julián Carpio, dos veces campeón de España, y que ya ganó dos concursos precisamente en esta plaza hace una década.

              Ceñido y espectacular recorte de Irene Morales, una de las poquísimas mujeres recortadoras de España                             Foto: GACETA       

    En declaraciones a Radio Horizonte, el afamado recortador recordaba perfectamente sus actuaciones en La Solana, aunque lamentaba que esta vez hubiera venido tan poca gente. En cualquier caso, está feliz con su trabajo. Se dedica a esto y también es banderillero. Incluso tiene una pequeña ganadería. “Me siento afortunado de poder vivir del toro y hacer lo que más me gusta”. Admite que el recorte y el quiebro a cuerpo limpio es difícil y arriesgado, pero no más que el riesgo que corre un matador.

            Veterano de la arena, no se queja de la cantidad de festejos de recortes que se organizan, aunque advierte que no es un mundo fácil. “Un chaval joven que empieza no lo va a tener fácil”. Aunque ya se va acercando a la cuarentena, se cuida al máximo. “Me encuentro muy bien, la preparación física es clave porque te da confianza delante de un toro”.

            En cuanto al momento actual, no oculta que le molesta lo que está pasando. “Los autitaurinos nos están dando guerra y se meten en un mundo que no conocen. Tenemos veinte mil problemas en el mundo antes que este”. En este sentido, nos llegó a decir que “si yo fuera un animal no me gustaría ser un cerdo o gallina, sino un toro que vive cinco años a cuerpo de rey”.

Fachada de los estudios de Imás TV

           Aurelio Maroto

            Imás TV ha respondido al portavoz municipal de Izquierda Unida de La Solana, que esta semana ha criticado que el alcalde, Luis Díaz-Cacho, contratara publicidad con este operador televisivo por valor de 1.089 euros para la feria. A través de un comunicado de prensa titulado “Peinado, un nombre de coñac”, Imás TV arremete contra Bernardo Peinado por lo que considera “una obcecación personal con este medio”.

            La cadena dirigida por Julián Camacho asegura que “hay personas que por la mañana no se pueden mirar al espejo porque si lo hacen verían la cruda realidad (su cara), y no podrían tergiversar, manipular y mentir tan ufanamente”. Y añade que no conocen a un político tan mentiroso. “La mentira [de un político] tendría que ser considerada un delito”. Según el escrito, podría ocurrir que hablar de ellos “le pone”. “Reconocemos que hay gente que al ver la I tan majestuosa y el signo + de abundancia, se excita”. Y se pregunta si será este el caso.

            Imás TV afirma que Peinado ya intentó ganar votos cuando tuvo la concesión municipal en La Solana. “Entonces, cuando el Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha nos dio la razón –sólo entonces- nos fuimos del pueblo ahorrando a sus ciudadanos unos 200.000 euros”. “Desde entonces no ha sabido asimilar que somos libres, que nadie nos mediatiza ni nos compra y que mentir es solo un verbo que él practica”. Termina jugando con la marca de brandy Peinado: “Por cierto, Peinado es el nombre de un coñac. Brindemos”.

Sancho explicó la situación del equipo                                                               Foto: GACETA

            Aurelio Maroto

Primeras urgencias para el CF La Solana. El partido de este domingo en Albacete frente al Zona 5 se ha convertido casi en un plebiscito (ahora que se habla tanto de ello) y obliga a los amarillos para apagar los primeros conatos de fuego. El mal comienzo liguero, con sólo 2 puntos en tres partidos, se une a una alarmante falta de fútbol y 5 goles recibidos. Un balance negro para un equipo llamado a pelear por lo máximo. Los pitos de una parte de la afición tras el empate frente al Al-Basit atronaron los oídos de jugadores, técnico y directiva.

“La afición tiene razón”

            El capitán, Gabriel Jesús Ruiz-Santa Quiteria “Sancho”, ha salido a dar la cara en rueda de prensa. “No funcionamos ni en ataque ni en defensa; es un problema de todo el equipo” –ha reconocido-. Curtido en mil batallas, el central solanero admite que no están defendiendo bien, “nos hacen pocas ocasiones, pero cada tiro es gol”. Preguntado por el fondo del problema, no acaba de encontrarlo, “no sabría qué deciros”. Pero afinando un poco más, y cuestionado por el pobre despliegue físico del equipo el domingo pasado, sin presión, sin ayudas y sin velocidad, Sancho cree que es un tema mental. “Estamos entrenando bien, es un problema de cabeza”. Dijo sin tapujos que “hay jugadores flojos mentalmente que les puede la presión”. En cuanto a los silbidos de la afición, fue claro: “la afición tiene razón”.

Trabajo y reacción

            La solución, a su juicio, no pasa por altas ni bajas. No todavía. “La solución es trabajar y reaccionar cuanto antes, no creo que sea momento de fichajes o de echar a nadie”. Pero añadió lo siguiente, “cuando pasen tres o cuatro partido, sí”. Entre tanto, la Junta Directiva también está algo inquieta, aunque su mensaje sea de tranquilidad. El vicepresidente, Pablo Díaz-Malaguilla, no esconde que “el comienzo no es el esperado”, pero pide paciencia y expresó su confianza en el equipo.

Ángel Simón y Domingo Eíriz preparados para cortar jamón en la plaza                                                  Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

            La Casota Gourmet continúa con sus degustaciones periódicas de productos delicatesen. Esta vez fue Jamones Eíriz, una de las firmas de productos ibéricos más reconocidas de España, la que ofreció su jamón de bellota junto a vino Los Galanes, de la cooperativa Santa Catalina. Un maridaje perfecto que reunió a mucho público durante la tarde-noche de este jueves. Una ración de jamón ibérico y una botella de vino por 10 euros no es un precio fácil de encontrar, por supuesto.

            El cortador oficial de La Casota, Ángel Simón, no dio abasto a preparar platos ayudado por Domingo Eíriz, gerente de la empresa andaluza. Minutos antes de comenzar la degustación, Eíriz explicó las bondades de su jamón, un manjar rociado de premios a nivel nacional e internacional. “Todo lo que matamos es en bellota, con curado natural a ventanas abiertas, sin secaderos artificiales”. Así se hace un jamón Eíriz, en plena Sierra de Aracena, declarada Reserva de la Biosfera.

            La raza de cerdo ibérico puro que trabajan tiene como premisa una buena alimentación y una elaboración completamente artesana. Además, envían sus productos según el clima de cada lugar, “no es lo mismo un jamón en Barcelona que en La Solana; la humedad es distinta”. A partir de ahí, un jamón “Eíriz” se degusta con los cinco sentidos, a ser posible con vino blanco. “Prefiero el vino blanco al tinto por una razón muy simple, no tiene taninos y limpia el paladar. Así saboreas la segunda loncha como la primera”. En este sentido, admitió que el vino joven Los Galanes era ideal.

            La empresa, ubicada en el pequeño pueblo de Corteconcepción (600 habitantes), en la sierra onubense, exporta el 35% de su procucción a Europa, Hong Kong y Australia. Pronto saldrán a México y Japón. Aunque el precio medio de un jamón ronda los 40 euros el kilo, afirma que los precios que La Casota maneja en su tienda y cafetería son “los más bajos de España”. “Es un capricho de José [Araque] para que la gente de su pueblo pruebe este manjar a un buen precio”.