José Vicente Montoya defiende las reivindicaciones de los agricultores por unos precios dignos   Foto: GACETA

Gabriel Jaime

El presidente local de COAG, José Vicente Montoya, ha criticado los bajos precios de la uva, indicando que son ruinosos y que no llegan a cubrir los costes de producción. En una entrevista concedida a Radio Horizonte La Solana, dijo estar contento a medias con las nuevas subidas tras las últimas movilizaciones, ya que los precios continúan por debajo de la campaña anterior.

“La campaña ha arrancado algo tensa por las movilizaciones de los agricultores tras los precios ruinosos que se barajaban y gracias a la reunión de la semana pasada ha subido algo el tinto de la DO Valdepeñas, aunque el blanco se ha quedado igual”, señaló. El presidente recordó que el precio del tempranillo estaba a 3,45 y que después de las protestas se fijó a 4,10 “ha subido pero no hasta donde se prometió porque nos han bajado el precio de la uva entre el 30 y 40% con respecto al año pasado, y ahora sube el tinto un 20%, por lo que todavía seguimos a la baja”, apostilló.

Por lo que respecta a la DO Mancha, el precio del tinto está en 2,2 pesetas y el blanco a 1,8 pesetas, “con estos precios no llegamos a cubrir los costes de producción y después de trabajar todo el año llega algún empresario grande y te marca el precio que quiere sin más”, argumentó. Montoya también valoró la subida en Valdepeñas, pero recalcó “no se ha conseguido todo lo que queríamos los agricultores porque así no se puede vivir y esto afecta al futuro en el mundo rural”.

Con este panorama, cree que puede haber una saturación en las cooperativas “se trata de guardar en la cooperativa para ver si mejora el mercado en el futuro y se tiene una mejor liquidación”, aseguró. Dijo que esto ocurre cuando hay más cantidad de cosecha, “de momento se está recogiendo entre un 15 y un 20% más que el año pasado y hay que recordar que aquella cosecha fue mucho más floja que la del año anterior”.

También habló de las medidas especiales por el Covid en esta atípica campaña “se extrema la precaución haciendo caso de las autoridades sanitarias porque la gente tiene miedo, pero se pasa mal vendimiando con la mascarilla”, según reconoció.

Pepe Berja aprieta a sus futbolistas en el entreno de este martes en La Moheda                           Foto: GACETA

          Aurelio Maroto

“Después de tantos meses, tenemos mono de fútbol”. Son palabras de Pepe Berja, que por fin vuelve a dar órdenes sobre el verde de La Moheda. El CF La Solana inició los entrenamientos de pretemporada el pasado viernes, con otra sesión el sábado, y cinco más durante esta semana. En una entrevista concedida a Radio Horizonte, reconoce estar feliz por el reencuentro, aunque consciente de que la cosa puede dar un vuelto en cualquier momento.

Por ahora, todo transcurre con normalidad. Los jugadores pasaron con éxito el test de Covid-19 y han llegado con las pilas cargadas. “Han venido en perfectas condiciones, la gente está con muchas ganas”, insiste. Los únicos que no están todavía al cien por cien son Diego Sevilla, con sus recurrentes problemas musculares, y Almarcha, que apura su meteórica recuperación tras romperse el tendón de Aquiles a finales de enero. Por su parte, Raúl Delgado se torció el tobillo en la primera sesión, aunque se reincorporará en los próximos días, igual que el capitán, Sancho.

Si el técnico linarense ha sido pesimista este verano respecto a la situación sanitaria y el normal reinicio de la competición, es todo lo contrario cuando habla de su equipo. “Sabíamos que los refuerzos que hemos fichado nos va a dar mucho y ya he visto detalles que nos da muchas esperanzas”. “Creo que tenemos equipo para hacer un buen año en una liga donde siempre nos jugaremos algo”.

A la pregunta, directa, de cuál es el objetivo, no se esconde. “Ya me conocéis; mi objetivo siempre es el máximo”. Pero reconoce que habrá una gran competencia porque “los equipos se están reforzando bien y poniendo mucho dinero”. En este sentido, dice estar sorprendido por los fichajes que se están haciendo y las cantidades económicas que se están moviendo. “La gran mayoría quizás están arriesgando más de la cuenta”.

            Esta política –añade- es ajena al CF La Solana, que se ha esforzado por buscar la excelencia en esa relación calidad-precio. “Fuimos de los primeros en movernos, tocando piezas antes que otros para coger los jugadores que queríamos”. Y está plenamente satisfecho con ese trabajo de anticipación. De medio campo para atrás sigue la práctica totalidad de la plantilla, que tan buen rendimiento exhibió hasta marzo.

Sin embargo, la criba ha sido importante en el bloque alto. “Hemos cambiado casi todo, estudiando muchas posibilidades a través de vídeos e informes”. El resultado ha sido una remodelación profunda por ambas bandas, la media punta y el centro de la delantera. “Con 7 u 8 goles más hubiéramos luchado por algo bonito”. “Este año buscamos que la gente que hemos firmado tenga ese porcentaje de acierto más alto”.

            Los entrenamientos, naturalmente a puerta cerrada, dirán cosas al cuerpo técnico, al que ha vuelto Antonio Colchón para echar una mano en la preparación física. Por ahora, Pepe Berja ve a los jugadores tranquilos, aunque sabiendo que han de extremar las precauciones. “Están responsabilizados con la higiene personal, pero a nivel de alegría en el vestuario nada ha cambiado. “Todos están deseando volver a encontrarse con su afición en La Moheda”.

El castillo de Peñarroya no albergará romería ni otros actos multitudinarios este año

        Gabriel Jaime

El ayuntamiento de Argamasilla de Alba recalca que la romería en honor a la Virgen de Peñarroya queda totalmente suspendida. A través de un bando de alcaldía, se explica la medida adoptada para minimizar al máximo el riesgo sanitario y salvaguardar la salud de la población, teniendo en cuenta las circunstancias.

La suspensión viene a raíz del Decreto 49/2020, de 21 de agosto, sobre medidas de prevención necesarias para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la Covid-19, con el fin de conseguir un adecuado control sobre la evolución de la epidemia, y en consideración al elevado riesgo actual de transmisión de la enfermedad, suspendiendo la celebración de fiestas, verbenas y otros eventos populares.

La romería que debía celebrarse durante este fin de semana, se considera un evento multitudinario, y por consiguiente, susceptible de un aumento del riesgo sanitario, haciendo necesario adoptar las medidas correspondientes.

Por todo ello, se prohíbe la instalación de carpas, tiendas, vehículos articulados o remolques, así como la instalación de cualquier tipo de atracción infantil y puestos de venta de comida preparada no permanente. Esta prohibición abarca desde el día 10 al 13 de septiembre de 2020.

La imagen de la Virgen de Peñarroya llegará al castillo el sábado 12 de septiembre a la una y cuarto de la tarde, siendo entregada por la cofradía de Argamasilla de Alba a su homónima de La Solana. El acto se desarrollará a puerta cerrada y con la única presencia de representantes de los dos colectivos religiosos y autoridades.

Directamente a la parroquia

En ningún caso se podrá visitar a la patrona, ya que también ha sido suspendida la apertura de la ermita el sábado por la tarde. La cofradía de La Solana anunció hace unos días que habría un horario para visitas con aforo controlado, si bien las autoridades sanitarias tumbaron posteriormente la iniciativa, como también han prohibido la misa de campaña alternativa anunciada el domingo por la mañana en la plaza de toros de La Solana. Finalmente, la patrona llegará directamente a la parroquia de Santa Catalina, donde a las doce del mediodía se celebrará una eucaristía.

En todo caso, el Ayuntamiento de Argamasilla de Alba, comunica a toda persona que se desplace por otros motivos al castillo de Peñarroya, de la obligatoriedad de cumplir las medidas de distanciamiento social, la limitación del número de personas por grupo a un máximo de diez, el uso de mascarilla de protección y la correcta desinfección o lavado de manos.

Juan García de Dionisio, gerente de 'Garden Center', en la sala de musculación                        Foto: GACETA

         Javier Ruiz

Los gimnasios es uno de los sectores que más está sufriendo en estos meses de crisis sanitaria. Con muchas medidas de precaución, desinfección constante o el distanciamiento correspondiente, estas instalaciones requieren de un cuidado especial, debido principalmente a los ejercicios, esfuerzos y exhalación de aire.

En estos meses de confinamiento y medidas especiales, hay empresarios que siguen apostando por sus negocios, ofrecer servicios de calidad, y seguir trabajando dentro de sus posibilidades. Es el caso de Juan García de Dionisio, que recientemente ha decidido ampliar y mejorar sus instalaciones en un nuevo edificio, con un completo gimnasio, ‘Garden Center’, en la Avenida de la Constitución –frente al parque municipal-, ofreciendo más servicios deportivos y mejores instalaciones que la antigua ubicación, ya obsoleta.

Las medidas de seguridad que se aplican en el nuevo gimnasio pasan por lavado de manos de todos los clientes, estancias totalmente higienizadas, limpieza de material y máquinas, así como aplicación de ozono en las instalaciones. Los clientes, según asegura el responsable y gerente, “llegan muy concienciados y con un miedo relativo”. “Unas personas más que otras”. Afirma que el 90 % de los clientes habituales siguen asistiendo al gimnasio, “aunque es cierto que hay un porcentaje que ha dejado de asistir debido al miedo por el coronavirus”. Sin embargo, han llegado nuevos clientes al calor de una infraestructura mucho más completa y con mayor variedad de posibilidades.

Al margen de las medidas de seguridad impuestas, en el gimnasio ‘Garden Center’ la clientela debe cumplir ciertos requisitos, entre ellos el uso de toallas personales e individuales y limpieza personal.

 Sala de zumba con vistas al parque municipal                                 Foto: GACETA

El nuevo gimnasio consta de dependencias individualizadas. En la planta baja se encuentra la sala de musculación, en la primera planta se ubica el área cardiovascular, con una amplia sala diáfana que incluye clases colectivas. También hay un espacio para clases funcionales al aire libre, así como los aseos. De igual manera, se ha incrementado el número de máquinas y se ha mejorado el material, incorporando más de un 20% con respecto al antiguo gimnasio. Todo está climatizado con fuente de energía por geotermia, “es totalmente limpia y no genera residuos de CO2”, recuerda el gerente.

“Hemos hecho una apuesta fuerte por el deporte en un edificio acorde con los tiempos”, indica, con el objetivo de ofrecer al cliente bienestar, amplitud, seguridad, buenas salas y comodidad para todos. Ante todo esto, lanza un mensaje de tranquilidad. “Lo intentamos hacer de la mejor manera posible, trabajando por la mayor seguridad para todos”. Sabe que una vuelta atrás sería nefasta. Para los clientes y, sobre todo, para el propio gimnasio.

Eusebio Naranjo, a hombros tras el ascenso en Albacete (11-6-89)                               Foto: GACETA

          Aurelio Maroto

         Aquel 11 de junio de 1989 quedó marcado a fuego en la historia del CF La Solana. Setecientos solaneros convirtieron Albacete en una fabulosa marea amarilla. El equipo acabó arrollando al At. Albacete en el antiguo campo de la Federación y selló su primer ascenso a Tercera División. Ha sido, seguramente, el día más hermoso desde la refundación del fútbol solanero bajo la denominación de CF La Solana en el año 1971, con el debido respeto a otras gestas, alguna bastante reciente.

Aquella epopeya tuvo varios nombres propios, pero sobre todo dos. Uno, Luis Carlos López, un desconocido entrenador madrileño que llegó de puntillas y acabó entronizado por La Moheda. Y dos, Eusebio Naranjo, el presidente que marcó un antes y un después. Por desgracia, nos dejaba para siempre este domingo después de una larga enfermedad.

Eusebio Naranjo Serrano (La Solana, 1950) era simplemente ‘Pepote’, tan sencillo en el trato cercano como brillante en su faceta empresarial. Empujado por su buen amigo Domingo Alhambra, se convirtió en el 8º presidente del CF La Solana en el verano de 1987, después de una temporada desastrosa, con el equipo hundido en la clasificación y una afición huidiza. Lejos quedaban los días de vino y rosas con La Solana paseando su nombre en aquella potente Primera Regional de Castilla junto a los equipos de Madrid. Además, habían colgado las botas los últimos grandes nombres de aquella era dorada: Manzano, Sevilla, Gabriel, Padilla, Juan… Y cerca andaba todavía en la memoria la trágica muerte de Ortiz (1982).

La llegada de Eusebio Naranjo lo cambió todo. Fue como una pequeña revolución. La asamblea de su proclamación llenó el viejo salón de actos de la Casa de Cultura y ese mismo día, sin tiempo que perder, Domingo Alhambra se llevó al nuevo presidente a Tomelloso, con Paulino Sánchez como testigo. El objetivo era Paco Gálvez, el mítico entrenador que una década atrás había escrito las mejores páginas en el banquillo de La Moheda. Pero el CF La Solana había perdido su pedigrí de antaño. El proyecto era demasiado tentador como para ser cierto y Gálvez no se fio, como admitiría años después a este mismo periodista.

Se activó el ‘plan B’ y La Solana acabó fichando al alcazareño Matías López, que venía de triunfar con el extinto Gimnástico. Con él llegaron conocidos jugadores provinciales del momento, entre ellos el portero Marta, el centrocampista Arias o el delantero Asterio. Junto a ellos, volvieron canteranos de gran relieve como Felipe, Roso, Juan o Sancho IV, y seguían otros ‘clásicos’ como Sancho III, Justo o Alejandro. Una plantilla importante con un único objetivo: el ascenso. La afición se reenganchó de nuevo y regresó en masa a La Moheda. Eusebio Naranjo había logrado que se volviera a respirar una enorme ilusión, tanta que se superó la cifra de 400 socios. La temporada fue muy buena, aunque no lo suficiente. La Roda de Pepe Carcelén logró el ascenso directo como campeón y el Criptanense de ¡Paco Gálvez! disputó, y ganó, la promoción, con un tal Loren Navarro como lateral. Los amarillos, terceros, se quedaron a las puertas.

Eusebio Naranjo junto a Luis Carlos López, el entrenador del primer ascenso                 Foto: GACETA

La decepción hizo mella. Tanta que los planes cambiaron. Eusebio Naranjo, en su segunda temporada como presidente, volvió la mirada a Madrid. Uno de sus directivos, Pedro Galindo, le convenció para que fichara a Luis Carlos López, un empleado de Correos al que nadie conocía. Aterrizó con un puñado de chavales jóvenes: Mena, Germán, Josito, Rubén, Álvaro… Una apuesta arriesgada que generó no pocos recelos en la afición. Se habían marchado de nuevo piezas importantes como Roso o Sancho IV, aunque seguía parte del último núcleo duro local con veteranos como Joaquín, Juan, Felipe o Sancho III, y otros más jóvenes como Gregorio o el portero Jose. Una plantilla más barata y más inexperta.

Para colmo, la puesta en escena liguera fue horrible, con dos derrotas consecutivas para empezar. Pero esa semana tocaba Copa Federación de Castilla-La Mancha y La Solana jugó un gran partido ante el CD Quintanar, que entonces vivía sus años dorados en Tercera División con los Chocano, Carrobles, Oliveira y compañía. Ese día, Eduardo Mena jugó por primera vez como central libre o líbero –que se decía entonces-. El cambio fue tan radical que La Solana inició al domingo siguiente un récord histórico de 21 partidos consecutivos sin conocer la derrota. 

Los amarillos sólo cedieron ante el potente Motilla, dirigido aquel año por un joven Joaquín Caparrós, que fue campeón. En la última jornada, había que ganar, sí o sí, en el campo del At. Albacete, otro de los gallitos. Cualquier otro resultado daría el otro puesto de ascenso a sus vecinos del CD Madrigueras. Hubo encerrona y un ambiente hostil, pero nada pudo con el desembarco de solaneros y, sobre todo, con los goles de Tejada, Salva y Juan. Esa tarde, Eusebio Naranjo fue subido a hombros y vivió sus momentos de mayor gloria como presidente del CF La Solana. Había conseguido un ascenso histórico, con un desplazamiento de aficionados tal vez irrepetible.

En La Moheda, con el capitán, Joaquín, en el partido homenaje tras el ascenso (18-6-89)       Foto: GACETA

Comoquiera que ‘no hay dos sin tres’, Eusebio Naranjo aceptó ser el presidente del debut en Tercera. Luis Carlos López seguiría siendo su hombre, aunque la categoría exigía un paso adelante. Deportivo y económico. El presupuesto subió hasta los 20 millones de pesetas (120.000 euros) de hace 31 años. Siguieron muchos jugadores, pero llegaron refuerzos, entre ellos Viñuales, Domínguez o Ayúcar. La afición estaba volcada, con medias de entre 800 y 1.000 espectadores por partido en La Moheda. Difícil olvidar el debut en casa frente al poderoso Talavera, que acabó hincando la rodilla (1-0). La buena marcha del equipo era paralela a una plantilla que mezclaba calidad y un alto coste. Eusebio Naranjo nos diría después que el tesorero “no llegaba a los cortes”. Como en las dos temporadas anteriores, el presidente tuvo que tapar más de un agujero de su propio bolsillo.

Esos sinsabores, tan comunes en el ‘otro fútbol’, el que no ve el aficionado en el día a día de un club modesto, acabaron por dinamitar la ilusión de Eusebio Naranjo, que rechazó completar su mandato y dejó la presidencia. Tres años antes había cogido el timón de un barco que zozobraba, enderezando su rumbo. No sin marejadas, logró llevarlo al soñado puerto de Tercera División, escribiendo una página sublime. Quizás la más sublime de todas. Se ha ganado un hueco en la historia del deporte solanero. Descanse en paz.

La Patrona llegará directamente a la parroquia de Santa Catalina                                            Foto: GACETA

            Aurelio Maroto

       Finalmente no habrá recibimiento a la Virgen de Peñarroya en la plaza de toros el domingo 13 de septiembre, tal como se había anunciado, ni se abrirá la ermita del santuario mariano la tarde del día anterior. La propia cofradía de la Patrona ha sido la encargada de anunciar estos cambios.

          Mediante una nota de prensa remitida a los medios de comunicación, la Junta Directiva explica que: “tras la rueda de prensa de la semana pasada, el alcalde pidió permiso a Sanidad para los actos programados, tanto el sábado 12 por la tarde en la ermita del Castillo de Peñarroya, como para la recepción el día 13 de la Virgen en la plaza de toros y acto seguido la Eucaristía”. Según el comunicado, las autoridades sanitarias han denegado oficialmente permiso para celebrar ambas actividades “dadas las circunstancias y para evitar aglomeraciones y posibles contagios”.

           Por tanto, la cofradía insiste en que la ermita situada en la fortaleza no se abrirá la tarde del sábado, por lo que no habrá posibilidad de ver a la Patrona antes de su traslado, aunque la entrega de la imagen por parte de la cofradía de Argamasilla de Alba será a las 13,15 horas y a puerta cerrada. Ya el domingo en La Solana, la nota añade que “la recepción será a las 12 de la mañana en la parroquia [de Santa Catalina] y a continuación la misa”.