La Solana no encontró puerta en Albacete            Foto: GACETA

    Aurelio Maroto

   El Quesos La Casota-FF La Solana perdió su primer partido de liga y cedió el liderato del grupo XVIII de Tercera RFEF. Cayó en el campo del Isport Albacete por la mínima, tras un duelo áspero, cerrado y difícil de descifrar. La falta de puntería de las amarillas acabó siendo un lastre, ya que las locales se limitaron a defender bien y buscar la proyección a la contra. En una de ellas encontraron premio y así lograron derribar al líder.

   David Peinado, técnico solanero, ha reconocido en declaraciones a Radio Horizonte que el choque se les atragantó desde el inicio. “No supimos adaptarnos a la forma que utilizó el rival, que sabía bien a quién se enfrentaba. El planteamiento que nos hizo fue prácticamente perfecto”. Aun así, La Solana dispuso de ocasiones claras en la primera parte para haberse adelantado, pero la falta de acierto terminó pesando: “Al no materializarlas, ya sabemos lo que pasa”.

   El guion del segundo tiempo no varió demasiado. Un Isport muy replegado, casi exclusivo en tareas defensivas, y unas amarillas aceleradas por el reloj. “Había presión, nervios… veíamos que el tiempo avanzaba y no conseguíamos ponernos por delante”, lamentó Peinado. Y llegó lo inevitable en estos partidos: una contra aislada que acabó en el 1-0. La Solana lo siguió intentando hasta el final, con un par de llegadas peligrosas y un disparo en el descuento que rozó el palo, pero el balón no quiso entrar.

"No empaña el buen trabajo"

   Lejos de dramatizar, el entrenador solanero envía un mensaje de calma. “Sabíamos que tenía que llegar esa primera derrota, que no empaña el buen trabajo que están haciendo las chicas”. Valora especialmente que ahora llegue una semana de descanso para “resetear, recuperar a jugadoras con molestias y preparar los dos últimos partidos antes del parón navideño, con un objetivo claro: sumar seis puntos”. Se trata de recuperar sensaciones y no perder la estela de Fuensalida y Guadalajara.

                                                          Todos los premiados posaron al final de la gala

   Aurelio Maroto

   La Solana bajó el telón de la XXI edición del Festival de Cine y Vino. Lo hizo con una sencilla ceremonia de clausura en la sala principal del Centro Tecnológico de Audiovisuales, que contó con una notable asistencia de público, reflejando una vez más la excelente respuesta del público solanero. El acto, marcado por el reconocimiento al talento emergente y a la excelencia enológica, puso el broche final a un carrusel de proyecciones, catas y encuentros en torno a dos mundos que en La Solana conviven desde hace más de dos décadas: el cine y el vino.

  En la gala estuvieron presentes los concejales, Ángela Notario, concejala de Cultura, Toñi Ramos de Servicios Sociales y Julián Díaz-Cano, concejal de Agricultura. También asistió un representante de la Denominación de Origen “La Mancha”, responsables de las bodegas galardonadas, directores, productores y guionistas de los cortos premiados y el director del festival, Paco Romero, que acompañó a los asistentes durante toda la ceremonia. La velada estuvo además amenizada por la soprano solanera Petri Casado, acompañada al piano por Juan Carlos Sánchez Prieto y con la participación de su hijo Julio, que interpretó varias piezas al violonchelo, aportando un elegante toque musical al cierre del festival.

  El acto, presentado por la periodista Verónica Ruiz-Peinado, arrancó con la entrega de los premios “Vinos de cine”, sección que cada año reconoce a los mejores caldos participantes en el concurso. El comité de cata evaluó 26 blancos, 4 rosados, 15 tintos jóvenes, 5 envejecidos en barrica, 12 de crianza, 4 de reserva, 1 gran reserva y 3 espumosos.

                                                                    Representantes de las bodegas ganadoras con sus galardones

  En la categoría de vinos blancos, el primer premio fue para Símbolo Moscatel 2025, de Bodegas Símbolo (Campo de Criptana). En rosados, triunfó Monteño Garnacha 2025, de Bodegas Loreto (Socuéllamos). Entre los tintos jóvenes, el mejor valorado fue Lamino Tempranillo 2025, de Bodegas César Velasco (Villarrobledo). En la sección de barrica, destacó Campechano Tempranillo 2023, de Santa Catalina S.C.L. (La Solana).

   Los tintos de crianza coronaron a Casa Leandro Tempranillo 2020, mientras que el mejor reserva fue Los Galanes Tempranillo 2018. En gran reserva, brilló Ojos del Guadiana Tempranillo 2019, y entre los espumosos venció Puente de Rus, de San Clemente.

  Tras el apartado enológico llegó el turno de los premios de la sección oficial de cortometrajes. El Premio Airén, máximo galardón del certamen, recayó en Ángulo muerto, obra dirigida por Cristian Beteta, que no pudo asistir a la gala, pero cuyo trabajo destacó por su historia bien construida y su estilo claro y directo. Por su parte, el Premio del Público “Jesús Onsurbe” fue para Faustino, del realizador Germán Mairen, aplaudido por los asistentes durante la semana de proyecciones. El Premio Castilla-La Mancha distinguió a Egoísta, de Teresa Bellón y Úrsula Gutiérrez, mientras que el Premio Local fue para Todo un detalle, firmado por Javier León, consolidando el apoyo del festival a la creación audiovisual del municipio.

                                                El cineasta local Javier León y el guionista Jose Antonio Moreno recogen su estatuilla      

  Para finalizar, los concejales tomaron la palabra para despedir oficialmente la edición de 2025 y avanzar algunos detalles de la próxima cita cinematográfica y enológica, el Festival de Cine y Vino 2026, dejando abierta la puerta a nuevas propuestas y a una edición que, aseguraron, llegará con novedades y el mismo espíritu de impulso cultural.

                  Nueva directiva tras la asamblea general                  Foto: GACETA

   Aurelio Maroto

   Pedro Ignacio Salcedo afronta un nuevo mandato al frente de la Cooperativa del Pan Rosa del Azafrán “con la misma ilusión que cuando empecé”. Así lo expresó tras la asamblea general celebrada este domingo en la propia panadería, una cita muy concurrida donde los socios participaron en el tradicional sorteo de regalos previo a la Navidad y compartieron un aperitivo en un ambiente marcado por la cercanía y la cordialidad. El respaldo recibido renueva su compromiso: “Me sentía comprometido con esta cooperativa, con la junta directiva, con los socios y con los mismos profesionales que la mantienen. Les dije que siguieran contando conmigo”.

   Salcedo reconoció que su continuidad llega tras “dos años por motivos profesionales en blanco”, aunque asegura que no le supone esfuerzo retomar el trabajo: “No me cuesta seguir con este empeño y con la ilusión de que esta cooperativa siga brindando el producto que produce”. Durante la asamblea, los socios también conocieron los desafíos del próximo cuatrienio, un horizonte que el presidente observa con moderado optimismo. “Aquí no hay demasiados sobresaltos”, señaló, aunque admitió que la subida de los costes de producción y de los salarios, junto a la presión fiscal, condicionará la evolución del precio del pan.

   Otro reto importante es la falta de personal cualificado en el sector panadero. “Ya no hay profesionales para hacer estos productos”, lamentó. La nocturnidad y las exigencias del oficio dificultan la estabilidad de la plantilla, sobre todo en la gente joven: “Los que hay no duran mucho tiempo, se cansan y vamos renovando”. Aun así, la cooperativa mantiene un flujo constante de solicitudes y acaba de incorporar a un joven en quien Salcedo deposita mucha confianza: “Se le ve con ganas y con ilusión; tiempo al tiempo”.

Equilibrio financiero

   En cuanto al balance del último mandato, el presidente se mostró satisfecho. La prioridad era “sanear” la cooperativa y lograr equilibrio financiero, un propósito que cree cumplido gracias, en parte, a la ausencia de averías o contratiempos graves. “Entramos con unos números que hemos mejorado”, afirmó. Y añadió una reflexión que marca la línea a seguir: “No se pueden hacer grandes inversiones, primero porque no son necesarias y luego porque no nos lo podemos permitir”.

                Policías locales patrullando, en una imagen de archivo                  Foto: GACETA

    Aurelio Maroto

   La Policía Local de La Solana ha hecho público un comunicado en el que reclama mejoras en sus condiciones laborales y salariales. El escrito, al que no se ha sumado el subinspector-jefe, califica de “insostenible” la situación actual y afirma que el problema viene de lejos. Los firmantes aseguran que están haciendo un esfuerzo continuado por mantener la seguridad ciudadana, pero que “las distintas corporaciones municipales” han desatendido reiteradamente sus reivindicaciones a lo largo de los años.

   Según explican, gran parte de la plantilla viene realizando numerosos servicios extraordinarios fuera de su jornada laboral, en muchas ocasiones durante fechas señaladas, con un impacto directo en su conciliación familiar. Aun así, añaden, estas horas extras están peor remuneradas que en la mayoría de municipios de la región. Se quejan de lo que consideran “profunda desigualdad” respecto a otros cuerpos policiales y, en particular, frente a las policías locales de poblaciones vecinas que han ido adecuando sus condiciones a las exigencias actuales, caracterizadas -subrayan- por una mayor carga de trabajo, más preparación y mayores riesgos.

   El comunicado vincula esa falta de respuesta política a la marcha de cerca de una veintena de agentes en la última década, que ha diezmado de manera continua los efectivos disponibles y, por tanto, la seguridad. La plantilla teme que esta tendencia vaya en aumento ante lo que cree una ausencia de reconocimiento y una falta de avances en sus demandas.

   Pese a ello, los agentes firmantes sostienen que se ha mantenido abierto el diálogo con los distintos grupos políticos, aportando documentación y datos que acreditan la problemática específica que sufre el cuerpo en La Solana. Sin embargo, afirman que han recibido en ocasiones “negativas injustificadas, falsas promesas e incluso indiferencia”. Piden que se tienda la mano de forma inmediata para dignificar sus condiciones como funcionarios “de carácter especial” y evitar que se cuestione su compromiso con el servicio público. Consideran prioritario poner fin esta una situación que, según remarcan, solo se da ya en “escasos municipios” de la región.

     Se da la circunstancia de que este comunicado llega pocos meses después del acuerdo firmado entre el Ayuntamiento y los sindicatos para renovar la RPT (Relación de Puestos de Trabajo), que añade 300.000 euros para mejoras salariales al conjunto de empleados municipales. En el caso de los policías locales, que pertenecen al subgrupo C1, tuvieron una mejora de tres niveles, del 18 al 21.

     Aurelio Maroto

  Entre calles repletas de gente, mientras la Banda Municipal interpretaba los primeros villancicos y se multiplicaban los selfies junto a los elementos luminosos de la Plaza Mayor, los responsables de Festejos estaban felices por la masiva respuesta. La iluminación navideña acababa de prender tras un novedoso espectáculo de luz, música y fuegos artificiales. El delegado del área, Santiago López, destacó el éxito del montaje piromusical, con proyecciones sobre la fachada de Santa Catalina, que precedió al encendido oficial del alumbrado. “Tenemos la ambición de consolidar al municipio como referencia festiva navideña en la provincia y más allá”, declaró a los medios.

   López subrayó el potencial turístico que encierran estas fechas para mostrar el patrimonio y los recursos locales. "Contamos con un gran patrimonio que enseñar y las Navidades es un momento ideal para mostrarlo”, subrayó. Y la respuesta del público parece avalarlo: “Hoy me consta que hay muchísima gente de fuera, con autobuses de asociaciones como Amfar y Afammer de otros municipios”. Esa afluencia, dijo, confirma que el proyecto “ha sido un espectáculo de ensueño”. “Madrid tiene sus Navidades de Torrejón y por qué La Mancha no puede tener las suyas”, planteó. Naturalmente, aspira que La Solana sea ese enclave.

Descentralización y fachadas

   La concejala de Festejos, Ángela Notario, también destacó la vocación de descentralizar el ambiente navideño y extenderlo por distintos puntos del municipio. “No tenía que dividirse solo en el centro y por eso este año se han iluminado enclaves como la Plaza del Mercado con la Feria Navideña, Don Diego o el Cristo del Amor, donde se ha instalado un nuevo árbol”. Notario valoró especialmente la creciente participación ciudadana en la decoración de fachadas. “Buscamos que toda la gente se sienta partícipe”, dijo. La respuesta está siendo muy positiva, y de cara al futuro aseguró que el trabajo continúa: “Siempre estamos pensando en mejorar para el año que viene”.

Momento en el que Ramos transforma el gol del triunfo, de penalti             Foto: GACETA

   Aurelio Maroto

   Se juntó el hambre con las ganas de comer. La Solana liquidó al líder con un zarpazo de uno de sus dandis, Álex Ramos. El gallego convirtió un penalti sobre Rodrigo Alves y acabó de enloquecer a la hinchada amarilla, encantada de haberse conocido ante el derroche de sus jugadores. Esos tres puntos elevan la reputación de un equipo que, a la chita callando, parece que va en serio. Muy en serio. El Manchego sabía dónde venía, consciente de que jugar en La Moheda siempre es un dolor de muelas. Le faltó juego y le sobró displicencia en algunos tramos del partido, pero se vio casi siempre superado por un adversario que esta temporada atesora más clase que nunca, y lo adereza con algo que no se negocia: la actitud.

   La Moheda volvió a ser ese pequeño teatro de los sueños. Dos aficiones entregadas ayudaron a generar una atmósfera de fútbol total. Y ahí es donde La Solana supo contagiarse más y mejor. Aguantó la salida valiente del Manchego, apoyado en un juego vertical. Fran Duarte avisó pronto y Choche anduvo cerca del 0-1 en el minuto ocho. Sufría Samu por su costado zurdo, por donde caía el gigantón Flores en las ayudas. Había runrún en la grada. Sin embargo, la decoración cambió tras una jugada de dibujos animados que dejó solo a Álex Ramos ante Cheikh, pero su disparo se marchó arriba.

Iván Riveiro tuvo que retirarse por un problema muscular           Foto: GACETA 

  Comenzaron a tocar los creativos amarillos. La dupla mágica de Arteixo, Álex Ramos-Iván Riveiro, buscaban trenzar en el cada más pesado césped. Falcón no quería que la ronda de pases de tiñera de azul. Gran desgaste de Jesús Moreno en la contención como pivote y de Marcos Talavera en los apoyos para intentar enlazar por banda. La Solana creció, con y sin balón. La afición se echó las manos a la cabeza cuando Iván Riveiro se echó manos al isquio. Minuto 27. Cambio de planes. Sale Lorenzo Alesi para correr la banda y Talavera se mete por dentro. A ese contratiempo se unen varias tarjetas amarillas a Samu, Juli Cacho y David Villar. Pintaban bastos. Tocaba superar el golpe anímico y el equipo lo hizo. Una vez más, Manolo tuvo que aparecer con una gran manopla para desviar un envenenado disparo raso de Pliego. Jugadores a vestuarios.

     La reanudación pareció comenzar como la primera parte, con un Manchego más dinámico. Pero fue un fogonazo sin metralla. La Solana se adueñó casi por completo del partido y comenzaron sus mejores minutos. A los siete minutos, Talavera está a punto de marca tras un pase medido de Ramos. Apretaban los amarillos. Apretaba la afición. Y en ese aluvión, llegó el derribo de Rodrigo Alves dentro del área. García Carpintero no se lo pensó y señaló penalti. Álex Ramos, con la parsimonia de los que no dudan, convirtió el 1-0. Era el minuto 60 y rugía La Moheda: ¡Oéoé Solana, oéoé! La animosa hinchada azul respondía: ¡Manchego, Manchego! Ambiente electrizante por momentos. Y sobre el embarrado tapiz, veintidós jabatos corrían y corrían mientras en los banquillos se buscaba poner cabeza a tanto corazón. Julián Falcón tenía poco de donde rascar. Paulucchi tenía más, pero ya había removido su pizarra antes metiendo a Christian Beltrán y a Jorge Carrión.

Álex Ramos pugna por un balón                  Foto: GACETA

     Quedaba media hora (al final fueron 40 minutos) y el partido entraba en su fase decisiva. Sin oxígeno en su banco, Falcón tenía que confiar en lo que tenía dentro del campo. Mientras, el Manchego necesitaba dar un paso adelante si quería rascar algo. Pasó lo lógico, es decir, La Solana cedió metros y los visitantes acumularon hombres arriba. Emergió entonces el equipo que solo ha recibido 7 goles, un muro infranqueable. Jiménez y Juli Cacho ejercieron de pretorianos atrás, junto al trabajo incansable de Samu y Villar en los costados. Detrás, el jefe de la guardia: Manolo. El canterano supo jugar ‘el otro fútbol’ cuando hizo falta, congelando el juego, y ser el ángel salvador en una de las últimas acometidas azules, cuando achicó espacio para sacar un disparo de gol a Carrión. Fue el canto de cisne del equipo mancheguista, incapaz de perforar la portería local. El 1-0 final se puede considerar justo, básicamente porque ganó quien más lo buscó. Ni más ni menos.

Cristian Paulucci en sala de prensa                  Foto: GACETA

VESTUARIOS

   Cristian Paulucci apareció serio en la sala de prensa de La Moheda. El técnico argentino no escondió su disgusto por el rendimiento de su equipo, aunque intentó mirar hacia adelante. “Realmente molesto, preocupado por cómo jugamos, pero bueno, ya está”, comenzó diciendo. Aun así, reclamó serenidad: “No éramos los mejores antes de hoy y tampoco vamos a hacernos peores”. Pero sí reconoció sin rodeos que su equipo no estuvo a la altura. “No hicimos un buen partido para mi gusto, el rendimiento fue demasiado bajo”, admitiendo que el rival también tuvo mucho que decir: “No es que nosotros solamente fuimos los culpables. El rival hizo que no juguemos cómodos”. Recordó que La Moheda siempre es un campo complicado y que lo conocía bien: “Ya había venido la otra vez cuando ascendimos, cuando salimos campeones, y sabía dónde venía”.

   Sobre el penalti que decidió el encuentro, prefirió no valorar: “No lo veo desde mi posición, no puedo decir que sí o que no”. Y lejos de buscar pretextos, insistió en la autocrítica: “Jugamos los dos en la misma cancha, no hay excusa”. Para él, la clave fue la falta de fluidez: “Tuvimos situaciones, pero fueron más por lucha y corazón que por fútbol”.

   También fue preguntado por el (no) parón competitivo debido a la selección autonómica, un auténtico dolor de cabeza para muchos clubes (La Solana no pudo contar con los centrales Gregorio Uriel y Waldemar). Su postura fue clara: “Si hay una selección de la región o de la provincia, no se juega la fecha. Eso pasa en cualquier liga profesional del mundo”. No se puede ser más claro.

   De cara al futuro evitó hablar de objetivos clasificatorios. “Falta un montón, no voy a jugar a la adivinanza”, afirmó. Sí dejó claro qué le mueve: “Me gusta salir campeón”.

Julián Falcón tras el partido                   Foto: GACETA 

  Julián Falcón era la otra cara de la moneda. El canario se mostró feliz y orgulloso por el esfuerzo de los suyos.“¿Contento?, sí, sí, sí, claro. Y más por cómo afrontábamos el partido sin dos centrales convocados con la selección”. “Solamente teníamos dos cambios, más los dos porteros del primer equipo. Veníamos con tres chicos juveniles y dos porteros para completar 18”. Pese a ello, destacó que sus futbolistas no se rindieron nunca, incluso tras perder a uno de sus mejores jugadores en la primera parte, Iván Riveiro. “No le perdimos la cara al partido en ningún momento”.También subrayó el mérito competitivo de un equipo obligado a improvisar y a gestionar situaciones límite: “En el minuto 70 tenemos que meter a Raúl, un niño de 16 años, y Rodri Alves hizo un sacrificio enorme para ayudar atrás”.

Sobre cómo lograron desactivar al líder, Falcón explicó que habían trabajado minuciosamente el plan de partido. “Sabíamos qué situaciones podíamos permitir y cuáles no. Los chicos lo interpretaron súper bien durante todo el encuentro”. Resaltó, además, la fortaleza en el juego aéreo, una de sus armas contra un Manchego que tenía gente muy alta. Respecto al supuesto bajón de intensidad del rival, fue prudente: “No me gusta decir ese tipo de cosas, pero quizá inconscientemente no llegaron con la misma atención”. Sí reivindicó la humildad del recién ascendido: “La Solana tiene sus limitaciones, pero todos tienen que saber la dificultad que tiene venir a La Moheda”.

Falcón no pica cuando le preguntan si La Solana va muy en serio tras 13 partidos. Insiste en que el objetivo sigue siendo la permanencia. “Mi mantra son los 45 puntos”, subraya una y otra vez. Y concluyó agradeciendo a la afición: “Este equipo le transmite mucho a la gente y nuestra afición nos da una ayuda enorme, así que nos dejamos la vida por ellos”.