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Publicado: 25 Diciembre 2022

脕ngel Sancho Moraga dirige durante la entrega de los premios Galanes, el pasado mes de abril
Aurelio Maroto
La Escuela Municipal de M煤sica y Danza 脕ngel Sancho y Luc铆a鈥 ha celebrado sus dos festivales navide帽os con la misma ilusi贸n de siempre, aunque consciente de que la pandemia sigue ah铆. No desde el punto de vista v铆rico, sino an铆mico. La matriculaci贸n de este curso se sit煤a en torno a los 300 alumnos y alumnas, de los cuales un centenar en danza y el resto en las distintas especialidades instrumentales. Dos de cada tres se han subido al escenario del teatro 鈥楾om谩s Barrera鈥 los d铆as 21 y 22 de diciembre para exhibir parte de sus ense帽anzas, aunque m谩s bien para disfrutar y hacer disfrutar a sus familias, habida cuenta que las audiciones vendr谩n luego.

Actuaci贸n de la escuela de danza en el festival navide帽o del d铆a 21
Estos dos meses de trabajo se parecen bastante a los dos 煤ltimos a帽os. El contingente de aprendices baj贸 s煤bitamente cuando se declar贸 la pandemia y no se ha recuperado. Al menos, no lo suficiente. 鈥淗ablo mucho con compa帽eros de otras localidades y la pandemia nos ha dado un palo a todos鈥, reconoce el director de la EMMD, 脕ngel Sancho Moraga, en declaraciones a Radio Horizonte. 鈥淓l miedo es libre, hubo varias renuncias al principio y est谩 costando remontar鈥. El mejor ejemplo de esa dificultad para regresar a los niveles previos a la primavera de 2020 es que, dos a帽os y medio despu茅s, apenas ha aumentado en una decena las matr铆culas tras la gran ca铆da.
Pero no todo es achacable al virus. La Solana es una localidad con una oferta inacabable de actividades para edades infantiles y adolescentes, circunstancia que tampoco ayuda, aunque en esta ocasi贸n no sea por una raz贸n negativa. 鈥淐uando hay tanta demanda la gente se reparte m谩s, est谩 claro鈥. El problema a帽adido es que la p茅rdida de contingente afecta mayoritariamente a los m谩s peque帽os, algo que afecta a la cantera de nuevos aprendices, es decir, a la base. 鈥淟os que ya ten铆an instrumento ni siquiera se fueron, sino aquellos de 4 o 5 a帽os que estaban en m煤sica y movimiento y no hab铆an hecho ning煤n gasto extra鈥. A ese segmento es, precisamente, al que m谩s est谩 costando recuperar, admite Sancho.
En cuanto a especialidades instrumentales, eso apenas ha cambiado. A excepci贸n de oboe, que este curso no ha hay ante la escasa demanda, el resto de la oferta contin煤a siendo la misma, y los gustos tambi茅n. En este sentido, 脕ngel Sancho prefiere hablar de la cuesti贸n econ贸mica como elemento clave a la hora de elegir una especialidad u otra. 鈥淣o es lo mismo comprar un oboe, que vale tres mil euros, que una guitarra que la encuentras por cien鈥. Muchos padres no arriesgan con instrumentos m谩s caros, no solo por el coste material, sino por el miedo a que el ni帽o o la ni帽a acaben cans谩ndose antes de tiempo y la inversi贸n haya valido de poco.
En todo caso, la escuela tambi茅n es el canal de trasvase natural a la Banda Municipal. Lejos de ser incompatibles, 脕ngel Sancho insiste en que la banda se nutre de los j贸venes que aprenden a leer una partitura y a hacer sonar un instrumento durante sus a帽os de escuela. 脡l mismo dirige desde hace tiempo la veterana agrupaci贸n musical solanera, que ya ha superado los 120 a帽os de existencia. Sin embargo, los tiempos han cambiado y el principal problema tiene que ver, precisamente, con esos cambios, sobre todo entre las bandas amateur de municipios sin campus universitarios. 鈥淐uando los j贸venes empiezan a tocar bien cumplen dieciocho a帽os y se van estudiar鈥.
Para cualquier director es un quebradero de cabeza completar las cuerdas de la agrupaci贸n musical. Al menos, la Banda Municipal de La Solana se puede dar con un canto en los dientes. 鈥淎hora mismo estamos bien; tenemos trompetas de sobra, flautas tambi茅n, no estamos mal de clarinetes y de saxos, y tal vez lo peor es la compensaci贸n de trompas y trombones鈥. Este h谩ndicap no es nuevo. Por fortuna, hace mucho que gran parte de los j贸venes solaneros se lanzan a los estudios superiores y la banda resiste la embestida. Eso s铆, sin escuela de m煤sica todo ser铆a mucho m谩s dif铆cil.



