Alba, voluntaria natural de Colombia, reparte yuca 

        Aurelio Maroto

       El Centro de Mayores de La Solana ha hecho un guiño a la integración entre culturas mediante un atractivo encuentro gastronómico. Con la ayuda del Proyecto de Personas Migrantes de Cruz Roja y de la Obra Social La Caixa, este miércoles se celebró el taller ‘Cocinas del Mundo’, donde mujeres de países con notable presencia inmigrante en La Solana prepararon recetas típicas de sus tierras de origen, también una española. La cita contó con más de una docena de usuarios del centro, en este caso mujeres, que fueron participando en la elaboración y cata de los platos elaborados para la ocasión.

      En los prolegómenos intervino la delegada provincial de Bienestar Social, la solanera Manoli González, muy contenta por este gesto que permite unir culturas a través de la gastronomía. De paso, aprovechó para despedir oficialmente al presidente del Consejo de Mayores del centro solanero, Pedro Sevilla, a punto de finalizar su mandato. “Ha sido un pilar fuerte que ha unido”, dijo. Igualmente estaban presentes la directora del Centro de Mayores, Juana Almarcha, y la concejala de Bienestar Social en funciones, Reme Romero de Ávila.

Autoridades, organizadores y cocineras durante la jornada gastronómica

Los platos presentados representaban tradiciones culinarias de tres países con población asentada en La Solana desde hace tiempo, más una receta típicamente española. Alba preparó yuca, un tubérculo original de Colombia; Amelia cocinó un salami de galletas, postre típico de Rumanía; Khadija presentó un pastel de pollo muy conocido en Marruecos; y Conchi López hizo duquesitas.

Miriam Rodríguez, técnica del programa de Cruz Roja, reconoció que esta actividad permite unir voluntades. “Queríamos hacer algo con personas migrantes, para vean otro tipo de comidas y una experiencia diferente para nuestros mayores”. Raquel Vargas, monitora de los curso de Obra Social La Caixa, destacó los proyectos de acción local de la institución que representa, con el voluntariado como protagonista y el trabajo con las personas mayores. “Cada año hacemos un proyecto de acción local para fomentar su labor en la sociedad”.

Un momento de la exhibición de taichí

         Aurelio Maroto

         La Universidad Popular eligió el teatro ‘Tomás Barrera’ para celebrar el fin de curso de los distintos talleres de bailes, yoga y taichí. En total, media docena de especialidades para unos cursos que han tenido una alta participación en general y que han sido cosa de mujeres, ya que los hombres no se deciden a integrarse en este tipo de actividades, salvo excepciones.

       La primera exhibición estuvo dedicada al yoga y taichí, bajo la dirección de Marisa Morote. “Trabajamos mucho con la respiración para que haya un poco de ritmo y manos y pies vayan acompasados”, declaraba a la prensa minutos antes de salir al escenario. “El taichí que hacemos ahora es nuevo, lo hemos ido perfeccionando y trabajamos la parte orgánica”. La monitora, que lleva dos décadas con este tipo de talleres en la UP, trabaja con alrededor de cuarenta mujeres.

      El taller de aeróbic es otro clásico de los ciclos de la Universidad Popular. Yolanda Mateos-Aparicio ha debutado al frente de medio centenar de participantes, en sesiones de mañana y tarde los lunes, martes y jueves. Ella diversifica sus clases en varias disciplinas como step, bailes rítmicos, bachatas, incluso hitt. “La verdad es que estoy muy satisfecha con ellas porque colaboran mucho conmigo y así es todo más fácil”, declaró.

Alfonsa Vinuesa es la gran clásica de la enseñanza lúdica del baile en La Solana. Mujer incombustible, volvió a subirse al escenario para dirigir la actuación de los talleres de bailes latinos, flamenco y baile activo. “Después de la dichosa pandemia la gente se ha animado de nuevo y no me puedo quejar con la gente que tengo”. “A mis alumnos le gusta todo tipo de baile”, decía. Salsas, sevillanas y rock and roll fueron las propuestas en esta despedida de curso.

Esto fue todo lo aprehendido en la Operación Cobalt, además de vehículos y otros utensilios

Gabriel Jaime

La Guardia Civil ha detenido a un total de once personas de La Solana y Manzanares por tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal. De esta manera, concluye la operación Colbat que se puso en marcha en octubre del año pasado para localizar y desarticular varios puntos de venta de sustancias estupefacientes en ambas localidades y otros municipios cercanos.

El operativo se inició al detectarse cuatro puntos de venta de cocaína y hachís en La Solana y Manzanares. Tras las pesquisas, se dedujo que el intercambio de estas sustancias con los clientes se llevaba a cabo en los domicilios de los compradores o en zonas intermedias. Según la Guardia Civil, estas maniobras se desarrollaban en un corto espacio de tiempo y en zonas de difícil acceso. Más tarde, se descubrió que los suministradores de estupefacientes se encontraban en Valdepeñas, consiguiendo detener a uno de ellos cuando intentaba abastecer a uno de sus clientes.

Hace unos días, se cerró la operación con la entrada y registro en once domicilios con la autorización del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Manzanares. Durante el proceso, se aprehendieron 200 gramos de cocaína, 90 gramos de metanfetamina, 105 gramos de hachís, 166 gramos de marihuana y 14.035 euros en metálico. De igual forma, se incautaron precursores y sustancias de corte, básculas de precisión y material para dosificar la droga, además de armas, tres coches, una motocicleta y material electrónico.

A los once detenidos se les atribuye un delito contra la salud pública por tráfico de drogas y a tres de ellos un delito de pertenencia a grupo criminal. Las detenciones se produjeron en La Solana y Manzanares, aunque no se especifica el número concreto en cada una de las poblaciones.

Grupo de voluntarias que postularon en la Plaza Mayor                    Foto: GACETA

Gabriel Jaime

Cáritas Interparroquial recaudó un total 4.590 euros en la tradicional cuestación con motivo del Día de la Caridad. Más de una treintena de voluntarias, repartidas en seis mesas petitorias por diversos puntos de la población, buscaron los donativos entre los viandantes para continuar ayudando a los que más lo necesitan.

Teresa Prieto y Mari Cruz Candelas, junto a otras compañeras, estuvieron en la Plaza Mayor. Durante la mañana del domingo, coincidiendo con la procesión del Corpus Christi, aguardaban pacientemente la llegada de público para postularles. Un año más, y ya van unos cuantos, desempeñaron una labor tan altruista como fundamental para conseguir el mayor número de limosnas. Un dinero que paliará parte de las necesidades de los más desfavorecidos.

“Es una jornada muy bonita porque la gente está respondiendo y estamos recogiendo muchos donativos”, indicaron a la emisora municipal Radio Horizonte. Gente de todas las edades contribuyó en la medida de sus posibilidades, como es costumbre, según recalcaron. “Los solaneros son muy solidarios y más con esta causa, porque es para la gente que no tiene recursos”. Ellas forman parte de un consolidado grupo que volverá a las calles solaneras dentro de un año con la misma función y con la misma ilusión.

La directora local de Cáritas, Agustina Martínez, destacó la labor humanitaria de las voluntarias y de aquellos que colaboraron en la celebración del Día de la Caridad. “Hace falta gente así porque hay personas que no tienen nada y necesitan nuestra ayuda que salgan adelante”. Finalmente, se recaudaron 4.590 euros.

Luis Chacón -centro- junto a las directivas de la junta local de la AECC

         Aurelio Maroto

       Luis Chacón es un escritor de raza, que busca disfrutar dándole a la pluma y a la vez sacar su lado más filántropo. Es lo que ha hecho –y sigue haciendo- con su libro Los jubilados los carga el diablo, una obra a caballo entre el humor, la tradición y el disparate, que busca escudriñar en el lenguaje y formas de actuar de los mayores manchegos en sus relaciones sociales. Todo un guiño a nuestro acervo popular.

        Este martes, el patio del Palacio Don Diego escenificó la entrega del dinero recaudado por la venta del libro en distintos comercios de La Solana. En total, 250 euros que han sido destinados a la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Allí estaba el autor, junto a las directivas de la junta local, presidida por María Catalina de Lara, para entregar el cheque simbólico. “En el ingreso he dejado claro que este dinero viene de La Solana”, dijo Chacón, consciente de va destinado a una misma hucha para investigación.

También era un buen momento para los agradecimientos. “Quería aprovechar para dar las gracias, en primer lugar a la asociación, a Luis Romero (concejal de Cultura) y a los medios de comunicación”. Y por supuesto a los comercios que se han brindado para esta campaña: Papelería Microsol, Papiroflexia y Cosas de Casa y Moda.

El gesto altruista de Luis Chacón con este libro no se circunscribe a La Solana. “En Valdepeñas voy a entregar un tercer cheque de 200 euros, con el que habremos recaudado un total de 600”. Igualmente, está haciendo esta promoción benéfica en municipios como Manzanares o Villanueva de los Infantes.

Novela histórica, próximo desafío

Desde el punto de vista más literario, el autor valdepeñero admite que Los jubilados los carga el diablo está entrando bien en el público adulto, no así en el más joven. “La gente más joven está más reticente porque es de otra generación, pero estoy contento en líneas generales”. Y claro, un escritor que se precie no para de buscar nuevos retos. Ya tiene en ciernes el próximo, ni más ni menos que una novela histórica sobre la Orden de Calatrava. “Me he metido en un berenjenal importante porque tengo que investigar y documentarme mucho”. “Llevo dos años escribiéndola y quiero terminarla este año, aunque solo sea por salud mental (bromeó)”.

Josema es garantía de trabajo de equipo

       Aurelio Maroto

      Primeros movimientos en la nueva plantilla del CF La Solana de cara a la próxima temporada. Radio Horizonte puede adelantar que ya están cerradas las renovaciones de Josema (29) y Samu (21), dos jugadores de la cantera que se pondrán a las órdenes del nuevo entrenador, Armindo Ceccón.

     José María Gómez-Pimpollo López ‘Josema’ (La Solana, 1994) es uno de los clásicos de las últimas temporadas en La Moheda. Formado en la escuela del Albacete Balompié, debutó muy joven en Tercera División con el Manzanares CF y acumula una gran experiencia en la categoría, tanto en el club vecino como en el propio CF La Solana, en el que ha jugado las últimas campañas. Es el típico jugador de equipo, capaz de adaptarse a varias posiciones y rendir a buen nivel. Su versatilidad le ha hecho jugar como central, como medio centro, incluso como lateral diestro. Nunca ha tenido el cartel de ‘intocable’ en el once titular, pero siempre ha sido ‘imprescindible’ como comodín. Por eso, todos los entrenadores han contado mucho con él. Además, es un futbolista con buen pie. Esta última temporada fue convocado en 25 partidos y titular en 20.

Samu representa a la nueva hornada de la cantera amarilla

      Samuel Padilla Martín-Albo ‘Samu’ (La Solana, 2001) es otro producto de la cantera amarilla, aunque parte de su formación la tuvo en Valdepeñas. Regresó al CF La Solana hace dos temporadas y la pasada debutó en Tercera División, donde fue convocado en 24 partidos y titular en 6. Es un lateral zurdo de largo recorrido, muy fuerte en el despliegue físico y con buen centro en carrera. Ha ‘sufrido’ tener a Jesús de la Hoz en su posición natural, pero su progresión se ha notado en cada oportunidad que ha tenido. Con solo 21 años lo tiene todo para seguir creciendo.