Aurelio Maroto

         Más de 300 personas, entre socios e invitados, acudieron a la fiesta campera organizada por la peña taurina La Solanera. Se trata de una actividad fija en el calendario y la que más ambiente de público genera. Al calor de una jornada gastronómica de lo más completa, y de lo más copiosa, la masa social de la peña disfrutó de todo tipo de viandas mientras charlaba de lo divino y de lo humano, incluido el mundo de los toros.

         Entre trago y sopa, hablamos con el presidente de La Solanera, Juan Antonio Castaño, feliz por ver cómo los abonados se lo pasaban en grande. “Hay más trescientas personas comiendo y bebiendo, pero sobre todo conviviendo”. Eso sí, la “broma” cuesta a la peña más de 5.000 euros, una cantidad que sus arcas se pueden permitir. Es un día marcado en rojo en el calendario de actividades.

         Pero el presidente está aún más contento con la asistencia conjunta de la peña a la última corrida de feria en La Solana. Más de 150 socios acudieron unidos y ataviados con camisetas blancas al festejo mayor de julio. Nunca lo habían hecho. “Es algo que llevábamos persiguiendo hace tiempo a raíz de una idea de nuestro presidente de honor, Diego Velasco”. El empresario dio todas las facilidades con descuentos y ubicación en los tendidos, y la peña también hizo un descuento adicional a sus socios. Al final, 158 socios dieron colorido a la corrida. “Queremos seguir y aumentar si es posible” –dijo el presidente-.

         En este sentido, destaca la presencia del propio empresario en la fiesta, a la que fue invitado. Admitió que intentará arrendar la plaza de nuevo, puesto que tiene que ser subastada. Juan Antonio Castaño, que habló con él, entiende que “no debió salir mal parado cuando quiere coger otra vez la plaza”. Si lo consigue, ya ha anunciado que repetirá Emilio Huertas, el triunfador de este año.