Momento de la charla organizada por la Asamblea Local de Izquierda Unida                                    Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         Más de medio centenar de personas, muchas de ellas agricultores, acudieron a la charla informativa sobre el cultivo de azafrán organizada por la Asamblea Local de Izquierda Unida. El presidente de la DO Azafrán de La Mancha, Antonio García, y el responsable de Azafrán Solidario de Villacañas, Manuel Huete, explicaron las claves para impulsar también en La Solana una labranza antaño masiva y de gran arraigo en la población.

         A propósito de la habilitación de 21 parcelas de terreno municipal para plantar rosa, IU decidió invitar a estos dos expertos, a fin de ilustrar mejor sobre el asunto. En declaraciones previas, la concejala María Pérez recordó que esta iniciativa nació en el seno de la asamblea local hace, y el militante Juan Tomás López Moreno terminó por viajar a Villacañas para conocer un proyecto novedoso que podría tener empuje en La Solana. “Teníamos que remover conciencias para retomar un cultivo muy amplio hace quince o veinte años y con mucho arraigo aquí” –declaró López Moreno-, quien aclaró que esta charla no tenía ninguna intencionalidad política.

         Antonio García, presidente del Consejo Regulador, lamenta que el azafrán manchego haya tenido tal bajón, de modo que aplaude este tipo de ideas, “tenemos que recuperar un cultivo tan altamente rentable”. La DO supera los 500 agricultores acogidos, pero se necesitan más habida cuenta de la alta demanda. Conviene recordar que en los años 80 y 90 se producían en Castilla La Mancha unos 50.000 kilos de azafrán. García sitúa el problema en la importación de azafrán iraní, “es lo que ha destrozado el sector, no la crisis”.

         Manuel Huete encabeza un plan bastante novedoso en su localidad, Villacañas. Tras estudiarlo a fondo, vieron que era viable crear lo que llaman “red solidaria”, de ahí el nombre de Azafrán Solidario. Parten de una base, “el azafrán necesita mucha mano de obra, poco terreno para ser rentable y se cultiva como hace trescientos años; además, somos los mejores del mundo produciéndolo”. Lo siguiente era tejer esa red implicando a todo el pueblo, “la gente cede tierras, tractores, aperos, los pintores donan cuadros, las empresas productos… a cambio, les hacemos publicidad vía Internet”. Han abierto un portal de crowdfunding que, según Huete, está teniendo gran aceptación. “Hemos dejado atrás rencillas políticas para un fin común, crear empleo”.