Rechi, en una prueba en La Solana                   Foto: Sebas Candelas

         Aurelio Maroto

         El atleta solanero Ignacio Díaz-Cano logró hacer mínima para poder disputar el mundial juvenil de 1.500 metros, que se celebrará a partir de próximo 6 de julio en la ciudad francesa de Lille. Rechi consiguió el pasaporte teórico en un control celebrado en Jerez de la Frontera, parando el crono en 3.57.4, rebajando en varios segundos el registro que le otorgó el campeonato de España por autonomías hace pocos días en Valladolid. En cualquier caso, ambas pruebas son incomparables y los tiempos sólo tienen valor efectivo en la última. Lo que importa, hasta ahora, es el reloj.

         Aún así, todavía no tiene la plaza asegurada para ser mundialista con España. Hay que esperar obligatoriamente al próximo fin de semana con la disputa del Nacional individual en Granollers (Barcelona). Los dos primeros tendrán plaza fija siempre que bajen de 4 minutos, cosa probable, y sólo dos serán seleccionados. Ya hay cuatro atletas que han logrado esa mínima, y todo va a depender de lo que suceda en la ciudad catalana.

         Su entrenador, el solanero Antonio Serrano, confía mucho en las posibilidades de Ignacio “se encuentra en un gran momento de forma”, pero advierte de la enorme competencia que tendrá “hay varios atletas en un pañuelo y no va a ser fácil”. Con todo, Serrano está plenamente satisfecho con el progreso de su pupilo “está trabajando muy bien y los entrenamientos los asimila sin problemas”. Pero sucede que el mejor deportista solanero de todos los tiempos ha sido cocinero antes que fraile y prefiere ser prudente “Ignacio no tiene rival en nuestra provincia ni en Castilla-La Mancha, pero cuando hablamos de toda España ya es otra cosa; tenemos que ir despacio”.