El castillo de Alhambra, una joya feudal olvidada que clama por su recuperaci贸n
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Publicado: 13 Noviembre 2025

Eusebio L贸pez-Villanueva durante su conferencia Foto: GACETA
Aurelio Maroto
Se asienta sobre un cerro redondo, casi perfecto, pero su situaci贸n es de ruina total y nadie sabe qu茅 futuro le espera. Hablamos del Castillo de Alhambra, que este mi茅rcoles ha sido objeto de debate durante las XV Jornadas Santiaguistas. El aula San Juan de 脕vila de la Casa de la Iglesia volvi贸 a llenarse en la segunda conferencia del ciclo, donde Eusebio L贸pez-Villanueva, miembro de la Asociaci贸n Tierra Roja y gu铆a del Museo Arqueol贸gico de Alhambra, ofreci贸 una documentada disertaci贸n titulada El castillo de Alhambra: fortificaci贸n feudal en el Campo de Montiel. La presentaci贸n corri贸 a cargo de Paulino S谩nchez, secretario de la Hermandad de Santiago, que destac贸 los profundos v铆nculos hist贸ricos entre Alhambra y La Solana, dos localidades unidas desde la Edad Media por su dependencia mutua dentro del dominio santiaguista.
L贸pez-Villanueva comenz贸 contextualizando la fortaleza en su marco hist贸rico. 鈥淓l castillo de Alhambra no es omeya, como se pensaba; las 煤ltimas investigaciones confirman que es construcci贸n cristiana鈥, aclar贸. Su funci贸n era doble: defensiva y fiscal, ya que desde sus murallas se controlaba el paso de la Ca帽ada Real de los Serranos, donde se cobraba el impuesto del montazgo a los ganados trashumantes. Este detalle, a帽adi贸, 鈥渕uestra la importancia estrat茅gica y econ贸mica del enclave en el siglo XIII, en plena consolidaci贸n de la Mesta鈥. Tambi茅n dedic贸 espacio a las leyendas que envuelven el lugar: t煤neles, pasadizos hacia el pueblo o incluso un puente que habr铆a unido el cerro del castillo con el de Alhambra. 鈥淪on historias del imaginario popular, dif铆ciles de probar sin excavaciones arqueol贸gicas, pero que demuestran el magnetismo que a煤n conserva el enclave鈥, coment贸.

Desde la Edad del Bronce
Desde el punto de vista hist贸rico, el ponente record贸 que, tras la victoria cristiana en las Navas de Tolosa (1212), el castillo fue entregado por la Orden de Santiago a 脕lvaro N煤帽ez de Lara, con el encargo de repoblar la zona y fundar peque帽as aldeas, algunas hoy desaparecidas. A su muerte, la fortaleza volvi贸 a manos de la orden, que la mantuvo como una de las encomiendas m谩s ricas y extensas del Campo de Montiel. Subray贸, adem谩s, la antig眉edad del asentamiento. 鈥淓l castillo se levanta sobre un cerro troncoc贸nico que ya fue habitado hace cuatro mil a帽os, en la Edad del Bronce. En la ladera se han hallado restos de cer谩mica y huesos que lo confirman鈥, se帽al贸. Una excavaci贸n arqueol贸gica permitir铆a, seg煤n dijo, 鈥渞etrotraer su historia a tiempos prehist贸ricos y poner en valor un patrimonio 煤nico鈥.
Las piedras rojas de Alhambra
Tambi茅n hubo espacio para hablar del color rojo caracter铆stico de la tierra de Alhambra, que da nombre a la localidad. 鈥淟os romanos explotaron las canteras de donde sal铆an las c茅lebres piedras de afilar, exportadas incluso a Roma, Lisboa y Toledo鈥, record贸. Muchas de esas piezas se conservan en el Museo Arqueol贸gico de Alhambra, 鈥渦n peque帽o pero valioso espacio que recoge testimonios desde el Paleol铆tico hasta la Edad Media鈥. Esas piedras cincelaron durante muchas d茅cadas las hoces fabricadas en La Solana.
Finalmente, L贸pez-Villanueva lament贸 el estado de abandono del castillo, en ruinas y de propiedad privada, aunque se mostr贸 esperanzado. 鈥淓l Ayuntamiento est谩 intentando adquirirlo para iniciar su restauraci贸n. Es un proceso lento, pero debemos ser optimistas. Ese castillo es la identidad de Alhambra, y merece ser recuperado para todos鈥, concluy贸.
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