Gregorio Salcedo -iada- fue el ponente de una charla presentada por el concejal de Agricultura                Foto: GACETA

      Aurelio Maroto 

    La Concejalía de Agricultura, Ganadería y Caminos apuesta por el estudio de la huella de carbono, a fin de limitar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y a la vez optimizar el rendimiento de las explotaciones desde un punto de vista ambiental. El auditorio Don Diego ha acogido una charla informativa que, además, ha escenificado la unión al proyecto de dos instituciones locales directamente relacionadas con el esctor primario: la Fundación Legado Bustillo y la Cooperativa Santa Catalina. 

   Julián Díaz-Cano, concejal del área, agradeció la disponibilidad del Gregorio Salcedo, el experto que coordinará un plan destinado particularmente a los agricultores solaneros, cuyo peso en la economía local es enorme. “Gregorio llevará la voz cantante y tendrá nuestra colaboración y las del Legado Bustillo y la cooperativa como vectores del proyecto”. “Es importante que los agricultores se adhieran y conozcan la mejor forma de optimizar sus tierras”, subrayó.

Miguel Ruiz, director de la Fundación Legado Bustillo, explicó que en seguida se brindaron a colaborar y recordó que el proyecto de huella de carbono se ha ido ampliando a las huellas hídrica, energética y de nitrógeno. “Creemos que es importante conocer la mejor manera de laborear, igual que cuando un va al médico y se hace unos análisis para saber cómo está; para mejorar las explotaciones hace falta conocerlas porque sin ese conocimiento no hay progreso”. Desde el recién creado proyecto ‘Cibeles’, la fundación apuesta por ese trabajo de optimización de las tierras. “Tenemos que adaptarnos a los nuevos tiempos que ya están aquí, porque nos vamos a quedar sin agua, los nitrógenos son los que son y hay que valorar tanto las huellas como el secuestro de las explotaciones”. Pedro José Martín-Zarco puso a disposición la fuerza de los más de mil socios de la cooperativa vitivinícola. “Estamos dispuestos a ir de la mano para que nos digan cómo y cuándo hay que hacer las cosas porque entramos en una etapa nueva muy importante para nuestro sector”.

Gregorio Salcedo, profesor de Nutrición Animal y experto en materia agrícola y ganadera, calificó de “ambicioso” este proyecto. A fin de ser didáctico, empezó con un ejemplo: “Todos los agricultores tienen un tractor como herramienta para labrar, tratar o transportar cosas, y aquí lo que ponemos a su disposición es otra herramienta de agricultura 2.0 que nos van a permitir rentabilizar y economizar nuestra gestión desde un punto de vista más ambiental. Enfatizó que lo más importante del proyecto son, precisamente, los agricultores. “Espero que en un pueblo tan grande y con tanta agricultura, con una gran superficie y tantos socios en la cooperativa, podamos sacar no menos de un centenar de agricultores para poder justificar la estadística, poder comparar y analizar la variabilidad”. “Va en bien suyo”. El objetivo final es dar una información particularizada a cada agricultor adherido”. Puso otro ejemplo de un agricultor al que hizo la huella, y le dijo que la solución era simpe: “Con que des una reja menos y entierres los sarmientos, tu huella se queda a cero”.