Directivas y colaboradoras de la Vera Cruz en pleno proceso de amasado

        Aurelio Maroto

Empezaron con las almendras de los nuégados, que se cocinaron entre el lunes y el martes, el miércoles turno para las flores y el jueves las roscas de nuégados. Así es como la cofradía de la Vera Cruz se organiza para preparar los dulces que venderán con motivo de las fiestas del Cristo del Amor, que se celebra este fin de semana. Una nave del polígono industrial sirve de marco para movilizar a más de una docena de personas. Además de los directivos de la hermandad, sus madres, hijos, sobrinos y demás familiares arriman el hombro. Todo un equipo bien engrasado para atender los muchos pedidos que ya han llegado, y que llegarán.

“Manos siempre hacen falta aquí”, nos dice la presidenta, Mari Cruz Jiménez. Ella y su tesorera, Prado Mateos-Aparicio, hacen un descanso en la cochura para atender a los medios. Están contentas, básicamente porque la cochura va saliendo adelante y porque son muchos los encargos ya comprometidos. En todo caso, a partir del viernes por la tarde se venderán los dulces directamente en la capilla.

Todas las manos son pocas para ayudar en la cochura

“Aquí lo que más gusta son los nuégados”, reconoce la tesorera, Prado Mateos-Aparicio. De todas formas, las flores también tienen mucha salida, así como las viejas o los brazos de gitano. “Tenemos que agradecer la colaboración de las panaderías y de gente que ha donado huevos, aceite, harina, azúcar y demás ingredientes”. Sabe que sin esa ayuda sería mucho más complicado salir adelante, básicamente porque uno de los objetivos es recaudar fondos para la hermandad. La venta de dulces se ha consolidado como una notable fuente de ingresos, no solo para la Vera Cruz, sino para el resto de cofradías de la localidad. En este sentido, la tesorera confirmaba que el dinero que se recaude ya tiene destino: “La fachada está deteriorada y la vamos a arreglar; en cuanto pase la fiesta comenzarán las obras”.

Cocinando tortas en sartenes

Todo está listo para las celebraciones del fin de semana. El XXXIII Ofrecimiento al Cristo del Amor arranca el viernes con la apertura de la ermita a las 18 horas. El sábado, a las 9,30 de la noche, saldrá la procesión por el recorrido habitual y después habrá zurra de honor. Y el domingo, la misa será a las 11 de la mañana en la calle Antonio Maura. Después comenzará el ofrecimiento y, como novedad, venta de miagas manchegas.

El Cristo del Amor cierra las fiestas de barrio en La Solana después de Fátima, Santa Quiteria, El Calvario, San Sebastián y El Parterre. Y son la antesala a la romería de la Virgen de Peñarroya, que se celebrará el segundo fin de semana se septiembre.