Imagen de archivo de una asamblea de COAG-La Solana

           Aurelio Maroto

COAG se ha mostrado crítica con las políticas de la Junta en materia agrícola y ganadera. A la hora de resumir la legislatura que termina, se queja de las políticas llevadas a cabo respecto a la legalización de pozos, las ayudas de la PAC o la ganadería ecológica.

         A través de una nota de prensa remitida a los medios por la junta directiva de COAG-La Solana, la organización agraria comienza criticando las políticas de agua para uso de riego. Se queja de que no ha sido la prometida legislatura en la que se resolverían las autorizaciones de pozos prioritarios. “Llevamos muchos años pendientes de darle solución; se tarda en resolver estos expedientes entre cinco y diez años”. La organización también se queja de las sanciones económicas, que considera desproporcionadas, ya que han llegado a 50.000 euros por caducidad de caudalímetros.

      En cuanto a las políticas de ayuda a la agricultura y a la ganadería mediante PAC y PDR, COAG lamenta un recorte en las incorporaciones de jóvenes al sector. “Han pasado de 38.000 euros a 27.000 euros en los últimos ocho años”. Lo mismo sucedería con las ayudas a la agricultura y ganadería ecológicas, “que han pasado de 300 euros en olivar o viña a solo 200”. Respecto a este tipo de agricultura y ganadería, COAG afirma que la inmensa mayoría de las explotaciones ya establecidas en este tipo de cultivo ecológico se quedarán fuera y no se podrán seguir cobrando esas ayudas por falta de rentabilidad. La nota señala que con la última orden de vendimia en verde, “en Castilla-La Mancha será a 0,3150 céntimos el kilo y en Murcia a 0,49 céntimos el kilo”. Del mismo modo, dice que la orden de ayuda en CLM será de 50 años para las viñas de secano, mientras que en Murcia será a partir de 20 años.

       Por último, COAG se hace eco de la bajada de precios en la uva de vinificación, “a pesar de las limitaciones de la consejería de Agricultura y la caída de producción en los últimos años”. Hace notar los arranques de viñas sin perspectivas de nuevas plantaciones, “lo que hace pensar que la gente está abandonando el campo”.