Aurelio Maroto

            Un penalti sobre la bocina –y la efectividad de Sergio Reyes desde los once metros- salvaron al CF La Solana de un bochorno absoluto. El empate arrancado de las manos de un buen Quintanar en el último segundo del partido maquilló en parte una tarde de perros, en lo climatológico y en lo futbolístico, donde los amarillos cuajaron uno sus peores partidos desde hace mucho. Sin embargo, ese punto podría valer oro en una liga que enfila su recta final y que, a pesar de todo, mantiene al equipo de Vilches como líder destacado.

            La Solana pagó cara su desidia inicial. Una tarde más –y van unas cuantas- salió sin ritmo, al trantrán, pensando que los goles caerían por decantación. Pero el Quintanar sí salió metido, apretando la presión muy arriba. Pronto se vio que la medular era visitante, a pesar de los esfuerzos de Almarcha y las esporádicas apariciones de Raúl. También se vio que la defensa hacía aguas, con un impreciso Diego Sevilla y nula conexión entre líneas. El primer golpe llegó en el minuto 12, tras un cabezazo franco de Juambe que repele Monreal con una buena parada, pero que Panduro remacha a bocajarro.

            El 0-1 no sirvió para desperezar al adormilado equipo local, a pesar de un par de ocasiones que Cabriti no supo definir. La mayor parte de los balones divididos caían del lado visitante, señal inequívoca de quién porfiaba con más intensidad. La primera parte acabó con malas sensaciones en la grada.

            Vilches vio claro que necesitaba algún cambio, y el primero fue de orden táctico en el eje central. Además, el equipo aumentó su energía y el premio no tardó en llegar, tras un claro penalti sobre David Sevilla que Reyes transformó en el empate. Quedaba un mundo y La Moheda creía en la remontada. Sin embargo, solo diez minutos después llegó el segundo revés, otra vez a balón parado. Juambe se anticipó de cabeza para hacer el 1-2 y devolver la zozobra.

            El míster ordenó un triple cambio, metiendo a Pirri para ordenar el juego y a Javi López y Ángel para alimentar el ataque. El equipo comenzó a tener más presencia arriba, aunque solo cuando el Quintanar retrocedió de verdad llegó el asedio solanero en busca del empate. Fue en el último cuarto de hora donde La Solana apretó de verdad y comenzó a coleccionar ocasiones muy claras de gol. Un claro penalti en el descuento permitió, al menos, rescatar un punto.

            A nueve jornadas para el final, el CF La Solana lidera con 59 puntos, a nueve de un Pedroñeras que no se rinde y se perfila como el rival más amenazante, sino el único ya, en la lucha por el alirón. Toca seguir remando.