Reyes transforma el penalti que supuso el 1-0

        Aurelio Maroto

       La estadística del fútbol se mide, naturalmente, por las victorias y los goles. Ese método cuantitativo acaba borrando al cualitativo, entre otras cosas porque la clasificación no sabe de méritos o deméritos. Por eso, el CF La Solana tiene tres puntos más después de golear al Criptanense, a un gran Criptanense, que se queda como estaba a pesar de brillar por momentos en La Moheda. El 4-1 final es engañoso, pero lapidario. Es excesivo, pero rotundo. Los blanquinegros no merecieron tanto castigo, aunque su problema fue no acertar cuando debieron y tener enfrente un rival cuya pegada es abrumadora. O sea, La Solana necesitó poco para aparentar un atropello que no fue tal. La realidad es que los amarillos mandan con gran autoridad y se estiran hasta los 55 puntos en la tabla, ocho por encima del segundo. Un paso más hacia el objetivo.

      El encuentro comenzó perfecto, ya que a los cinco minutos se adelantó tras un penalti que provocó y transformó Sergio Reyes. Un premio envenenado porque el equipo se acomodó atrás y el Criptanense, valiente en la presión, se adueñó por completo del partido. Jugando con fuego en la ronda de pases en su bloque bajo, La Solana comenzó a tener serios problemas. Los visitantes forzaban envíos comprometidos y arrancaban peligrosas faltas laterales, una de ellas al borde del área. No había conexión con el bloque medio, donde David Sevilla no entraba en juego, haciendo inútiles las rupturas arriba. El Criptanense pudo empatar en varias ocasiones, sobre todo en un cabezazo franco de Espinosa y en un zapatazo posterior que Monreal sacó con una gran manopla. Sufría mucho La Solana, incapaz de encontrar sitio y tener el balón. Aun así, Reyes pudo hacer el segundo en una ocasión clamorosa que mandó fuera. Al descanso, 1-0 y muchas dudas.

       El segundo tiempo comenzó exactamente igual, con el Criptanense apretando a conciencia. Otra vez tuvo que aparecer Monreal para evitar el empate a los cuatro minutos. Acto seguido, en un saque de esquina, el portero de Cinco Casas salió con todo para despejar de puños y se llevó por delante a Juan Santos. El central fue sustituido con un fuerte golpe en el costado. Tuvo que bajar Diego Sevilla a acompañar a Sancho en el eje y Kiko Vilches metió a Ángel para dar más profundidad por el ala derecha.

     La inflexión llegó en el minuto 57 de partido, cuando Javi López recibió en carrera a la contra, avanzó con una conducción perfecta y prolongó a Reyes, que seguía la jugada, para que marcase a placer. Aunque Espinosa acortó distanticas ocho minutos más tarde, La Solana era otra. De inmediato llegó el tercero, obra de Ángel, y solo cinco minutos después el cuarto, con la firma de Luque tras una maniobra sensacional de Reyes. Tres fogonazos para voltear la tortilla. La diferencia no estuvo en el juego, sino en la pegada. El Criptanense capituló, Vilches oxigenó con un triple cambio, y el encuentro fue languideciendo sin sustancia hasta el pitido final.

Prudencia ante todo

        Diego Sevilla y Ángel comparecieron ante la prensa al término del partido. Los dos canteranos constituyen el hoy y el mañana. La veteranía y la juventud. Y ambos coinciden en una cosa: el camino es el correcto, pero aún quedan etapas difíciles. Diego Sevilla reconoce que los tres próximos partidos van a decir mucho, y el más inmediato es la visita a Manzanares (sábado, 17 h). “La derrota en la primera vuelta nos escoció”, reconocía. No hace falta decir que el gran clásico comarcal llega en un momento clave para ambos, el Manzanares porque podría ser su último cartucho de seguir peleando por el ascenso directo, y La Solana porque un triunfo le despejaría mucho el panorama. Sin embargo, Kiko Vilches cree que, pase lo que pase el sábado, habrá que seguir remando con la misma intensidad. “Si ganamos los tres partidos próximos (Manzanares, Quintanar y Valdepeñas) tendremos un cincuenta por ciento del ascenso hecho; quedará el otro cincuenta”. Eso se llama prudencia.