Francisco Patiño, en el centro, pidió la colaboración de los viticultores solaneros     Foto: GACETA

-Paulino Sánchez.

   Esto ha llegado donde iba. Así de rotundo ha sido el portavoz de la Mesa de Productores de uva de la Denominación de Origen Valdepeñas, Francisco Patiño, quien se dirigió a los asistentes a la asamblea celebrada en el Don Diego y que contó con el apoyo de los tres sindicatos agrarios de la localidad, Asaja, Coag y Upa, señalando que los viticultores están luchando contra poderes económicos muy fuertes y se tiene que saber la verdad de lo que pasa en el sector.

   Francisco Patiño destacó la importancia de contar con los productores solaneros en las reivindicaciones que ha iniciado la Mesa, y dijo que La Solana es un pueblo fundamental para poner en valor el precio de la uva de esa D. O.

Añadió que quieren imponerles un precio bajo unos contratos, por lo que la cosa ha llegado donde iba y anunciaba que en los próximos días va a haber cosas muy serias en la denominación valdepeñera.

   Era rotundo cuando señalaba que “o esto se arregla o esto se desarregla y aquí comemos todos de nuestro trabajo, o sencillamente tenemos que plantear el futuro inmediato de la Denominación de Valdepeñas”, añadiendo que no puede ser que estén siempre igual cuando llega cada mes de agosto.

Abundó que existe un oligopolio de quien quiere poner el precio y estamos luchando contra poderes económicos muy fuertes, por lo que es necesario contar con el apoyo del sector. Al respecto señalo que los productores tienen que saber la verdad de lo que pasa y es lo que en la asamblea iban a contar, ya que hay gente que está jugando con doble baraja y es algo que no van a permitir ni un año más.

Insistió en señalar que la única vía para arreglar el tema es la unión de los agricultores, sin banderas de sindicatos, abundando que la pasada vendimia ha sido una cosecha de menos uva, pero de más calidad, pero que no ha rendido a los productores lo que debía.

Sobre las denuncias que ha realizado referente a diversas actuaciones de la D. O. Valdepeñas se va a decidir en un juzgado, porque él lo ha llevado, insistiendo en que el problema no es el de las comidas, sino en lo que está pasando con las uvas, las etiquetas y otra serie de cuestiones.

Añadía Patiño que a determinadas empresas lo que les interesa es que se produzca mucha uva barata y pagar por kilogramo y eso hay que cambiarlo, señalando que se debe apostar por la calidad y asimismo por el control exhaustivo de las bodegas.

Para el portavoz de la Mesa cuanto más se produzca más barato se vende y más se tiene que producir, destacando la importancia de contar con la unión de las organizaciones agrarias para lograr sus objetivos, poniendo como ejemplo a las tres existentes en La Solana.