José Antonio Fernández llevará el bastón de Capitán                  Foto: GACETA

Paulino Sánchez

   Como es tradicional, la Virgen de Peñarroya cuenta con un nuevo capitán para este año. Se trata del joven José Antonio Fernández Pérez, que acompañará a la imagen y a la Junta Directiva en los cultos y diversos actos que se celebran tanto en enero con motivo de la marcha hasta el Castillo, como en septiembre cuando la virgen retorne a la localidad.

   En declaraciones a Radio Horizonte, el nuevo capitán admite que se siente afortunado y revela que el hecho de ser capitán no es por promesa, sino porque en el año 2000 decidió incluirse en la lista de capitanes y le correspondía en el año 2021, pero debido a algunas bajas por diversos motivos, se le ha adelantado el cumplimiento. El nuevo capitán lleva muchos años vinculado a la parroquia de Santa Catalina, por lo que conoce muy de cerca todo lo relacionado con los cultos y actos que organiza la cofradía de la Virgen de Peñarroya. No obstante, reconoce que tuvo algo de nervios en las primeras novenas de la despedida, como piensa que los va a tener el domingo en la procesión de bajada de la imagen desde la parroquia de Santa Catalina a la ermita del Humilladero.

   Para el nuevo capitán es habitual estar al lado de la imagen de la Virgen de Peñarroya. Al respecto, recuerda los muchos sábados en los que ha estado en el camarín, cuando la imagen es visitada durante su estancia en La Solana por los devotos que acceden a esa dependencia al darle la vuelta a la Patrona.

   Reconoce que sí fue emocionante cuando los directivos de la cofradía se personaron en su casa el pasado 8 de diciembre, fecha que es la establecida para que se le entreguen al nuevo capitán una serie de símbolos de su capitanía, como son los bastones de capitán, tanto el de viaje como el de gala, así como las llaves de las dependencias de la cofradía solanera en el Castillo de Peñarroya.

   Pero hay una particularidad por la que José Antonio Fernández está contento de ser capitán en este año 2013 y es la de conmemorarse el Año de la Fe, señalando que es una suerte que el Papa lo haya decretado porque tendrán que pasar muchos años para que se de otra vez esa circunstancia.

   Igualmente, destaca que el novenario de despedida cuenta este año con motivos especiales, como son el estar dedicado a los enfermos y parados y para vivir los mandamientos.