Muchos jóvenes se matriculan en diferentes ramas para mejora su formación             Foto: GACETA

       Aurelio Maroto

         Hasta un drama tan rotundo como el desempleo puede tener su contrapunto. El desgraciado aumento de la desocupación y falta de alternativas laborales ofrece una segunda lectura, acaso más bondadosa: a más paro, más preparación académica. Seguramente muchos pensarán que “a la fuerza ahorcan”. Pero la realidad es la que es.

         Los datos oficiales del Sepecam revelan al término de 2012 un repunte insoportable del desempleo, que subió un 17% en el conjunto del año pasado, pero también un aumento significativo de los solaneros que se mantienen en las aulas, o se incorporan a ellas.

         Por ejemplo, diciembre pasado acabó con 186 alumnos en la segunda etapa del Instituto, lo que supone 76 más que el año anterior y un crecimiento porcentual del 41%. También suben los estudiantes de la primera etapa de ESO, que pasó de 1.285 a 1.438, un 10,6% más.

         Lo mismo sucede con la Formación Profesional. En todo 2012 creció en un 45,5% el número de matriculados en la FP superior, pasando de 59 a 84, mientras que la incorporación a la enseñanza universitaria también creció un 35%, ya que pasó de 84 a 129 alumnos. Incluso creció el número de alumnos que querían terminar los estudios primarios, hasta 61 más que en 2011, un 10% más.

         La estadística facilitada por el Servicio Público de Empleo ofrece un último dato. Teóricamente sólo quedan 16 analfabetos, 7 menos que los contabilizados a finales de 2011.