María Eugenia D-Malaguilla -en el centro-, durante su despedida pública                             Foto: GACETA 

     Aurelio Maroto

         María Eugenia Díaz-Malaguilla es ya historia en la Corporación Municipal de La Solana. Diez meses después de tomar posesión como concejala de IU en su segunda legislatura, ha dejado el cargo por incompatibilidad con su nueva ocupación laboral. En rueda de prensa, se despidió orgullosa de haber ayudado a “desenmascarar” al anterior equipo de gobierno, presidido por Diego Gª-Abadillo, al que acusó de provocar la ruina de La Solana desde la opresión y la asfixia.

         La ya ex-concejala dijo adiós arropada por el portavoz municipal, Bernardo Peinado, y por quien ocupará su puesto, María Pérez, número tres en la última lista de IU. Peinado recordó que su compañera “siempre ha luchado por La Solana”. En este tiempo “Maru ha enriquecido y seguirá enriqueciendo el debate para contribuir a estar donde estamos y conseguir objetivos futuros”.

         Por su parte, María Pérez expresó su orgullo por que haya representado a Izquierda Unida en el Ayuntamiento “tal y como están las cosas en el panorama político, es un lujo encontrar a personas como Maru, que siempre ha buscado el interés colectivo por encima del personal”. Admitió sentir una mezcla de alegría y tristeza; por un lado la satisfacción de poder trabajar por su pueblo, y por otro la decepción “de no ver más a Maru sentada en su sillón”.

         María Eugenia Díaz-Malaguilla también dijo tener sentimientos ambivalentes. Se va por que ha encontrado trabajo tras varios años en paro, aunque se acuerda de los cinco millones que aún están desempleados, de los cuales más de dos mil solaneros. Cree que en este tiempo ha ayudado a dar mucha información a la gente “hemos sacado trapos sucios para lavarlos cara al público”. Aunque admitió que “quizás no sea el momento”, no se marchó sin decir que “hemos conseguido quitar de los férreos sillones a los que se agarraban a un equipo de gobierno que asfixiaba, oprimía y arruinaba al pueblo con obras faraónicas que son cementerios de cemento inservibles”. De paso, recordó que el actual equipo gobernante “se encubre en las mismas siglas de los que han dejado así a La Solana”.

         Con tono emocionado, expresó su gratitud a su entorno, familia, amigos y compañeros de partido, dejando claro que no abandonará la política “no dejaré este sótano y todo lo que representa”. También tuvo palabras elogiosas para su sucesora, de la que reveló haber sido su mano derecha “María es una persona implicada y conocedora de la realidad social de La Solana”.