Las motos clásicas dieron colorido a la mañana dominical de feria                                Foto: GACETA  
     
         Aurelio Maroto

         La Plaza Mayor se convirtió en una gran exposición de motos para el recuerdo. Había Montesas, Guzzis, Ossas, Ducatis… y un buen ramillete de pilotos orgullosos de mantenerlas en perfecto estado de revista. Así terminó la XI Concentración de Motos Clásicas “Ciudad de La Solana”, que un año más resultó un éxito de participación y de lucimiento.

         A primera hora de la mañana, un centenar de motos clásicas, todas con más de 25 años de existencia, encendieron sus motores para iniciar el recorrido por carretera. Pasaron por San Carlos del Valle, Pozo de la Serna, Alcubillas e Infantes, donde fueron recibidos por muchos curiosos, hasta que llegaron a La Solana para inundar de colorido y nostalgia la Plaza Mayor. Había gente de Murcia, Jaén, Albacete y pueblos vecinos como Manzanares, Daimiel o Valdepeñas, además de, por supuesto, La Solana, cuyos anfitriones estaban plenamente satisfechos del resultado general de la concentración.

         En la misma plaza fueron recibidos por el alcalde, Luis Díaz-Cacho, y otros concejales, que intercambiaron obsequios con la Asociación de Motos Clásicas de La Solana, organizadora del evento. Su presidente, Juan Antonio Palacios, estaba feliz por el desenlace de la actividad, tanto por la alta participación como por la ausencia de incidentes importantes, a excepción de un pequeño percance en San Carlos y de una Guzzi que no aguantó la ruta y terminó subida al coche escoba. Todos los moteros terminaron con una pequeña visita turística que incluyó el Museo de La Rosa del Azafrán y las excavaciones funerarias de Santa Catalina. Una comida en Salones El Mirador del Parque fue la guinda para una convivencia que, según sus organizadores, volverá a repetirse en la feria del año que viene.