El santo anacoreta desfila alrededor de su ermita             Foto: GACETA

Paulino Sánchez

Con numerosa asistencia de personas con animales y excelente temperatura se ha celebrado este fin de semana la festividad de San Antón, con actos organizados por su Hermandad durante sábado y domingo.

Las vísperas se iniciaron con la bendición de los roscos y la venta de los mismos, así como del chocolate, además de prender fuego a la lumbre, prolongándose la velada hasta altas horas de la madrugada. El día de la fiesta comenzó con la celebración de la misa, que fue oficiada por el párroco de Santa Catalina, Benjamín  Rey, quien en la homilía recordó diferentes aspectos de la personalidad del santo titular, aunque quiso matizar que los cristianos no se deben olvidar que el amor a los animales debe estar en un segundo plano. Diferentes niños presentaron en el ofertorio distintos objetos, desde ramas de olivo a animales, así como el pan y el vino.

Concluida la misa se iniciaba el desfile procesional, que como es habitual se desarrolla alrededor de la ermita, dando tres vueltas a la misma y siguiendo al santo que era portado en andas numerosas personas con animales de todo tipo.

Seguidamente comenzaba la bendición de los animales, que realizó el diácono Oscar Casas, pasando por delante de la imagen de San Antón numerosas personas con mascotas de todo tipo. Cada una de ellas recibía un número para el sorteo de los regalos que se entregan, dentro de la campaña que realiza días anteriores a la fiesta la emisora Radio Horizonte.

En total fueron 304 los números que se entregaron  a mascotas de todo tipo, entre las que se sortearon los 55 premios recibidos, aunque tres de ellos fueron para el animal más joven, un perro de tres semanas, al más viejo, una tortuga de 39 años y al más original un Tritón.

Finalizados los actos la presidenta de la Hermandad, Paloma Reinoso, se mostraba satisfecha de la participación  en los actos organizados. Al respecto declaraba que se habían vendido 1.200 roscos del santo, así como 50 litros de chocolate y las 1.500 papeletas de la rifa que se organiza habitualmente.