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La ciudad


Un momento de la actuación del coro de Sta.Catalina                      Foto: GACETA

Aurelio Maroto

En Navidad, villancicos. Los coros parroquiales y alumnos de la Escuela de Música celebraron un recital en una abarrotada iglesia de Santa Catalina. Casi a la misma hora, la Agrupación Folklórica “Rosa del Azafrán” actuó en el Casino La Unión con otro festival donde mezcló clásicos navideños con una exhibición del grupo infantil de coros y danzas, y que también llenó su salón de baile.

En el templo parroquial se pudo disfrutar del I Festival de Villancicos, un gestado a partir de una reunión informal donde alguien lanzó la idea, según declaró el párroco de Santa Catalina, Benjamín Rey “veíamos que faltaba un espacio que llenar en estas fechas con un festival así”. El sacerdote elogió la iniciativa por que permite “reunir en torno a la Navidad a todos, gente con más o con menos fe, y hacer familia”. El objetivo es perseverar en el tiempo, de ahí el hecho de haberlo llamado I Festival de Villancicos.

Salieron al altar mayor un total de cinco grupos. Primero lo hizo el coro anfitrión de Santa Catalina, que interpretó La noche de hace día, Despacito no hagas ruido y Llega el día, éste último adaptación del célebre Vapensiero del Nabucco verdiano. Después salió a escena el coro de Santa María, que cantó Brilla el sol en la mañana, Ven conmigo pastorcillo y un popurri de villancicos populares. Otro de alumnos de la Escuela de Música organizado por la profesora Reyes Baeza interpretó Luces de Navidad, Prepara tu pañalito y Campanas de caramelo. Un cuarto coro de la Escuela de Música cantó dos composiciones más, y el coro de la parroquia de San Juan Bautista de la Concepción cerró con Ríete niño, Es Jesús y Repican las campañas.


Grupo infantil "Rosa del Azafrán" cantando un villancico                                    Foto: GACETA

Minutos antes, en el salón de baile del Casino La Unión comenzaba otro festival organizado por la Agrupación Folkórica “Rosa del Azafrán”. El grupo infantil, acompañado por músicos y voces del grupo de adultos, cantó los villancicos Madre en la puerta hay un niño y Viva su madre. Entre medias, bailaron cuatro piezas clásicas de folklore local, Torras del golpe atrás y las jotas de La Romería, la Rosa del Azafrán y La Solana.

El presidente del grupo folklórico, Gregorio Uriel, destacó la importancia de estos festivales para “fomentar y animar a la nueva cantera de bailarines”. En esta actuación se pudo ver la evolución de los alevines de la agrupación y su evolución. Eso sí, casi todos son chicas. La responsable de enseñarles, Toñi del Olmo, lamenta que apenas lleguen niños al grupo, pero cree que lo importante es mantener la cantera por que los coros y danzas constituyen una seña de identidad única para preservar el acervo más popular.

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