Aurelio Maroto

         Diciembre intercultural dio el pistoletazo de salida con un mensaje claro de integración y convivencia entre culturas, pero también con un primer revés, la ausencia de trabajos en el concurso de cómic convocado entre los dos Institutos de la ciudad. Esta circunstancia fue lamentada por la concejala de Bienestar Social, Jose Simón, e impidió la entrega de premios prevista con ocasión de la jornada inaugural.

         Con todo, los representantes del PLIS (Plan Local de Integración Social) se afanaron en explicar los objetivos de esta nueva edición del “Diciembre Intercultural”, y que pasan por solidificar el enriquecimiento mutuo entre las diferentes identidades culturales que se mezclan en La Solana desde la llegada de los primeros inmigrantes.

         Jose Simón habló de estos días como una oportunidad para la unión y la sensibilización entre todos los solaneros, vengan de donde vengan y sean de donde sean “tenemos que pasar de la coexistencia a la convivencia buscando el intercambio y la solidaridad entre todos”. Estas jornadas –dijo- pretenden generar reflexión y empatía en el conjunto de nuestra sociedad.

         Los representantes del PLIS leyeron a continuación un manifiesto en el que pusieron de relieve el papel de cada estamento en materia de inmigración local. Teresa Arroyo y Miriam Rodríguez, de Cruz Roja, recordaron que su objetivo es “hablar y ayudar en la convivencia con los que llegan, a fin de que alcancen los mismos derechos mediante herramientas de acogida, formación y acompañamiento. Para eso está el CATI (Centro de Acogida Temporal para Inmigrantes).

         Mari Cruz Candelas, de Cáritas Interparroquial, habló del papel de integración de esta institución, una de las más requeridas en los últimos tiempos “nuestra función es acoger y generar posibilidades de vida creando procesos de inclusión”. Por su parte, la técnico del PLIS Esther Serrano, se refirió a los canales de comunicación que ofrece el SAMI (Servicio de Atención y Mediación Intercultural) y explicó con una fábula la necesidad de “comer todos del plato del otro y no cada cual sólo del suyo”.