El autor reconoció que el móvil se ha comido el tiempo que antes dedicábamos a la lectura                     Foto: GACETA

Gabriel Jaime

Un encuentro con el escritor Francisco Santos Rico sirvió para arrancar el ciclo de actividades organizadas por el IES Clara Campoamor con motivo del Día del Libro. El autor compartió sus creaciones literarias con alumnos de 1º de la ESO y con algunas madres, que también revivieron sus vivencias en las aulas. Con un lenguaje cercano y coloquial, aderezado con un toque de humor, narró cómo fue su etapa en la escuela y cómo se sumergió en el mundo de la escritura.

El departamento de Lengua y Literatura del centro programó la visita del prosista y a la vez maestro jubilado natural de Fuente el Fresno, según explicó la profesora Lucía Delgado a la prensa local. “Queríamos contar con el autor de una serie de cuentos y relatos infantiles, como ‘Los novillos 2.0 y otras historias de la escuela’, que están dirigidos a un público de entre 10 y 110 años, según reconoce el propio escritor”.

La profesora de Lengua y Literatura, Lucía Delgado, presentó al ponente                           Foto: GACETA

Francisco Santos Rico reconoció estar encantado con la experiencia de unir a estudiantes y sus progenitores en el mismo acto. “Es la primera vez que mezclo a alumnos con adultos y espero que las madres me echen un cable porque hablaré de cómo era la vida en los años 70 (cuando yo iba a la escuela)”. El autor explicó el proceso de elaboración de un libro y lo ilustró con el material original que ha sido la base de sus creaciones literarias. “Son historias con un diálogo muy coloquial, de pueblo, y que intento es que los chicos de ahora se imaginen cómo era aquella época, disfruten leyendo, y todo con un sentido humorístico”.

A modo de reflexión, confesó que actualmente se lee poco y que las nuevas tecnologías no contribuyen a mejorar los datos de lectura. “Por desgracia, el móvil se ha comido mucho el tiempo que dedicábamos a leer. Cuando daba clase, había muy pocos chicos que tuvieran un libro en la mesita de noche, pero el 90% dormía con el móvil”.