Fachada recién restaurada            Foto: GACETA

      Aurelio Maroto

     La capilla del Cristo del Amor ha sufrido una importante remodelación, tanto por dentro como en su exterior. En concreto, se ha cambiado la fachada completamente, que incluye una cruz como símbolo cristiano, y que además se ilumina por la noche. Se ha sustituido la reja y la ventana anterior por una cristalera que permite ver el interior desde la calle, con la particularidad de que un sensor ilumina la capilla cuando detecta a una persona con intención de asomarse.

     Dentro de la capilla también se ha renovado toda la instalación eléctrica, se ha arreglado el techo, eliminando las goteras que habían aparecido y se ha pintado todo. Las ventanas tenían unos huecos a la entrada con unos plásticos que se han sustituido por cristal transparente que expone piezas de la cofradía, entre ellos un banderín antiguo, coronas de las vírgenes y pañuelos, entre otros enseres de la hermandad.

     “Pensábamos hacer solo la fachada y renovar la instalación eléctrica, pero una vez empezado han salido cosas nuevas”, reconocía la presidenta de la Hermandad de la Vera Cruz, Mari Cruz Jiménez, por otra parte muy satisfecha con el resultado general de la obra.

“Ahora la capilla parece mayor”

     La remodelación permite disfrutar visualmente de la capilla en todo su esplendor, dando una sensación de mayor amplitud que antes, aunque las dimensiones son las mismas. La presidenta se congratula de que ahora haya más sensación de espacio: “La capilla parece mayor”. La cofradía ha realizado un esfuerzo económico importante, superior al previsto en un principio. La presidenta calcula que el presupuesto rondará los 13 o 14 mil euros, aunque aún está por cerrar todos los gastos. Eso sí, agradecía expresamente la colaboración de trabajadores que no han cobrado su mano de obra, y otras personas que también han ayudado con donativos. “Gracias ese conjunto de esfuerzos esta obra ha salido adelante”, subrayaba.