El templo trinitario acogerá las ponencias       Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

La parroquia de San Juan Bautista de la Concepción anuncia una escuela de padres para los próximos meses. El tema fundamental a debate será la adolescencia y su finalidad principal es ayudar a las familias a hacer frente a esa difícil fase en la vida de sus hijos. Aunque la primera ponencia será en febrero, habrá una presentación oficial este mismo viernes, 13 de enero, en el salón de actos del propio convento trinitario (20 h).

Radio Horizonte ha hablado con el coordinador de esta nueva iniciativa, el profesor de biología Antonio Pérez. “Cuando nos sentamos a hablar sobre qué tratar, lo primero que se nos vino a la cabeza fue esa etapa evolutiva tan compleja en el desarrollo de los hijos”. “Nos marcamos como objetivo proporcionar a las familias herramientas para hacer frente con solvencia a esa etapa que tan nervioso nos pone a los padres”, ha declarado.

Hay previstas tres sesiones, cada cual con su propio fin. La primera tendrá lugar el 10 de febrero, y hablará sobre las características de la adolescencia, un título bastante genérico pero que, según Pérez, “sentará las bases de por qué los hijos se comportan así”. La siguiente será en marzo (no hay día fijado) y tiene que ver con el uso de las redes sociales y su vinculación con el desarrollo evolutivo de los adolescentes. Por último, la tercera sesión, prevista para el mes de abril, hablará sobre afectividad y sexualidad en la etapa adolescente, otro asunto de máximo calado.

Abierto a todas las familias

            El coordinador insiste en que este ciclo de ponencias está abierto a toda la población, con independencia de su vinculación religiosa o de cualquier otro tipo; o sea, son charlas transversales. “No son una catequesis, aunque sí tengan una base de humanismo cristiano; nuestra idea es que sea una escuela de padres para todas las familias, sin tener en cuenta sus creencias”. El propósito fumdamental es ayudar a los padres en un trabajo tan complicado como decodificar la mente de un adolescente, y ayudarle así en su camino por la vida. “Queremos abrir miras, compartir experiencias y darnos cuenta de que esos problemas que tenemos con nuestros hijos son comunes a los de otras familias”, concluyó.