Baltasar recibe sonriente la visita de una niña en la cabalgata del domingo          Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

Sus Majestades llegaron cargados de caramelos y con una sonrisa de oreja a oreja. Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron las calles solaneras en la Cabalgata de la Ilusión para poner al mal tiempo buena cara. Acompañados por un largo y colorista cortejo de carrozas, los magos de Oriente no pararon de saludar a los miles de ciudadanos que se agolpaban en las aceras, gran parte de ellos niños. La noche del 5 de enero acompañó y, sin duda, ayudó a lucir el brillo del tradicional desfile.

Al término del recorrido, los viejos Reyes se sentaron en sus tornos improvisados en el tablao de la plaza para recibir a los niños. Con ojos entre sorpresa, emoción y curiosidad, cientos de pequeños desfilaron para hablar con los magos, muchos sentados en sus regazos para preguntar si las cartas habían llegado en tiempo y forma. En efecto, los regalos estaban preparados.

Poco después, los medios locales hablábamos con el concejal de Festejos. Luis Romero se mostraba muy satisfecho por el resultado de la cabalgata como epílogo perfecto a las fiestas navideñas, “los Reyes han resultado preciosos”- declaró-. Una vez más, destacó el papel de las asociaciones, implicadas al máximo en la organización con las carrozas. “Si no fuera por las asociaciones no haríamos nada; son el motor principal en cualquier actividad que organizamos y el engranaje con ellas es total”.

El edil otorga un sobresaliente a las fiestas navideñas en general, donde destacó el Belén instalado en el patio del Palacio Don Diego. “Fue un acierto llevarlo allí, se preserva mucho más y ha sido un éxito”.

Próxima estación, Carnaval

Tras la Navidad llegará el Carnaval, otra fiesta de grueso calibre en la programación anual de Festejos. Preguntado por sus preparativos, Luis Romero reveló que se reunirán muy pronto con los peñistas. “Las peñas tendrán mucho que decir para el tema de los premios”. El Ayuntamiento les preguntará si deben volver los premios en metálico o si continúan sin ellos. “Hemos visto que sin premios también participa la gente y no hay ese pique por ganar; lo que digan ellos” –concluyó-.