Los solaneros se echaron a la calle durante el carnaval                                                             Foto: GACETA

Gabriel Jaime

La concejalía de Festejos ha terminado satisfecha con el resultado del carnaval 2.013 y ha destacado la implicación y el apoyo de las peñas en todas las actividades. El concejal, Luis Romero de Ávila, afirma estar muy contento por el desarrollo de las fiestas y por la gran participación a pesar de la eliminación de premios en metálico.

Llegado el miércoles de ceniza, toca hacer balance de lo que ha sido el carnaval. El concejal de festejos argumentó que queda claro que a los solaneros les gusta el carnaval y que han comprendido la situación actual que atravesamos. Así lo aseguró a la prensa local, mostrando su satisfacción por la buena participación en un carnaval que no ofrecía un solo euro en premios. En este sentido, Romero de Ávila valoró la implicación de los grupos locales y de algunos foráneos que volvieron a inscribirse en los concursos sin tener en cuenta el dinero. En todo caso, el concejal echó en falta más calidad en los disfraces, lo que obedece a la difícil situación que viven muchas familias, según indicó.

Por lo que respecta al ambiente de la Caseta Municipal, el edil señaló que tuvo una buena media de asistencia, si bien unos días acudió más público que otros. Precisamente allí tuvieron lugar los concursos de baile que han sido la novedad del carnaval de este año y que según el concejal, fueron muy participativos, asegurando que también se tendrán en cuenta para futuras ediciones.

Romero de Ávila también habló de la propuesta que hizo una empresa para instalar una carpa en la Plaza Mayor durante los días de carnaval. Al respecto, indicó que primero hay que contar con las peñas, con los establecimientos hosteleros de la zona y con los vecinos en general, añadiendo que se estudiará la propuesta con más detenimiento para el año próximo.

El balance del concejal coincidió con la celebración del Entierro de la Sardina que fue también muy participativo aprovechando la buena climatología de la noche. Numerosas peñas desfilaron por el itinerario de costumbre, muchos de ellos ataviados con el luto oficial y entre lógicos “sollozos” que se volvieron risas cuando llegaron a la Plaza Mayor. En el centro neurálgico de la localidad se dispuso una grandiosa lumbre en la que se cocinaron distintas viandas que fueron literalmente devoradas por un público con ganas de fiesta hasta altas horas de la noche. Mucha animación y gran ambiente para concluir los actos del carnaval, si bien todavía quedaría el domingo de Piñata y la entrega de premios a los ganadores de los concursos.