Los Reyes Magos a caballo                                                                                          Foto: GACETA

Paulino Sánchez

La cabalgata de los Reyes Magos desfiló por las calles de La Solana con una novedad importante: el regreso de sus Majestades a lomos de caballo, aunque detrás de ellos figuraban numerosas carrozas que contaron con la participación de numerosas asociaciones y colectivos.

La excelente temperatura hizo que fueran miles las personas que presenciaran el desfile, que encabezaba la banda de Jesús Rescatado, que a lo largo del itinerario ofreció diferentes marchas de su repertorio. Tras la banda marchaban varios jinetes como  heraldos de los Reyes, miembros de la Peña Caballista de la localidad, y tras ellos Melchor, Gaspar y Baltasar, que saludaban a bordo de equinos cuyos pajes eran sus propios dueños.

Pero en la cabalgata figuraban asimismo carrozas como la de las estrellas, el Belén viviente, además de otras con diferentes motivos navideños del Centro Ocupacional Virgen de Peñarroya, Alas de Papel, Club de Ocio “Reto”, peña Quebrantahuesos, Asociación de Mujeres, sindicatos agrarios COAG-Iniciativa Rural, ASAJA, UPA, Cruz Roja, AMPAS de los colegios Sagrado Corazón, El Santo, La Moheda y el Humilladero, así como Protección Civil. Durante el recorrido se lanzaron caramelos y papelillos.

El  itinerario concluyó en la Plaza Mayor. Allí, como es habitual, sus Majestades subieron al escenario levantado delante del Ayuntamiento, donde fueron recibiendo a los niños que aguardaban pacientemente su turno, para ser recibidos por los Magos de Oriente y poder hacerle sus peticiones de regalos.

En la mañana del viernes, los Reyes asistieron a la misa en la parroquia de Santa Catalina, y como es habitual ocuparon lugares preferentes en el templo, asistiendo las autoridades locales. Posteriormente llevaron diferentes detalles a centros de mayores de la localidad, la vivienda tutelada, así como las residencias  Nuestra Señora de Peñarroya y Rosa del Azafrán.

   De esta forma concluyeron las fiestas de Navidad, Año nuevo y Reyes, que  han estado marcadas por la austeridad, pero que no han perdido colorido ni participación.