Juan Pedro Arque recibió una placa al término de su pregón de Fátima                                                                                            Foto: GACETA

Gabriel Jaime

La lluvia volvió a ser protagonista en las fiestas del barrio de Fátima, provocando la suspensión de algunos de sus actos. El intenso aguacero que cayó en la tarde del viernes impidió la celebración de la misa, procesión y pregón, si bien este último se realizó a mediodía del sábado.

Como de costumbre en la mayoría de las ediciones, la lluvia hizo presencia en el barrio de Fátima, mermando el programa de actividades previsto para el fin de semana. La directiva se vio obligada a posponer el pregón y a suspender definitivamente los actos religiosos como la misa y la posterior procesión.

En la mañana del sábado, arrancaban oficialmente las fiestas con la lectura del pregón a cargo de Juan Pedro Araque Robles. La locutora de Radio Horizonte, Rocío Reinoso, presentó el acto recordando sus vivencias en el barrio. El pregonero utilizó un texto claro y sencillo que habló de los sentimientos que le transmiten los vecinos del barrio, según indicó en su discurso. Comenzó recordando la efeméride de la aparición de la virgen de Fátima hace casi un siglo, coincidiendo con estas fiestas marcadas por la lluvia en la mayoría de las ocasiones.

Gentes sencillas y trabajadoras

Araque se mostró orgulloso y agradecido por anunciar estas celebraciones, indicando que los vecinos del barrio son gentes sencillas y trabajadoras, finiéndolas como ‘Quijotes’ por mantener sus tradiciones. Habló de rendir tributo a Fátima y de disfrutar las fiestas con alegría, con un guiño especial a los niños del barrio porque serán los hombres del mañana que seguirán con esta costumbre, según señalo.

Finalizó con sendos ‘vivas’ a la Virgen de Fátima y al barrio de su nombre, siendo muy ovacionado por los presentes. El alcalde Luís Díaz-Cacho entregó una placa conmemorativa al pregonero. La presidenta del barrio, Pascuala González, homenajeó a una vecina del barrio fallecida que trabajó mucho para que la virgen presidiera esta zona de la localidad, entregando un ramo de flores a su hijo. Finalmente, Miguel Mateos-Aparicio pronunció unas coplillas a la Virgen de Fátima y también a La Solana.

Concluido el pregón, los vecinos del barrio y las autoridades presentes acompañaron a la virgen de Fátima por las calles del barrio, al son de cánticos populares marianos. Así comenzaron las fiestas que vieron mermado su programa de actos de forma considerable, con más bien escasa animación durante el fin de semana.