Ángel Izquierdo en una rueda de prensa reciente                                                                                                    Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

            Ángel Izquierdo todavía intenta digerir el disgusto, que no oculta. No se esperaba el súbito cese como entrenador del CF La Solana, sobre todo porque el equipo mantiene sus posibilidades intactas a falta de sólo 7 jornadas para el final. Sin embargo, no se engaña. En declaraciones a Radio Horizonte ha sido sincero. “Creo que era un matrimonio con divorcio anticipado”.

            Se esfuerza por encajar el golpe lo mejor posible y tomárselo bien. Su mayor satisfacción es el apoyo que está recibiendo. “He tenido cientos de llamadas y mensajes en las redes sociales; la gente reconoce que nunca he estado aquí por dinero, con contratos a cero euros y trabajando con gente de la casa, me queda ese orgullo”.

Pero no acaba de entender lo sucedido, por muy hueca que fuera la relación con muchos directivos. “Los números están ahí, llevamos más puntos que el año pasado y creo que hubiésemos conseguido ser segundos y jugar esa promoción que tanto soñamos”. Afirma sentir el apoyo de la plantilla, que él mismo ha ido creando en estas últimas temporadas, aunque admite que la directiva es la que manda. “Ojalá y el equipo logre su objetivo, porque aunque no esté yo, me sentiré orgulloso”.

Excusas sin lógica

        Cree que el vicepresidente ofreció “excusas sin lógica” en la rueda de prensa del martes donde anunció la destitución. “Sabían mi marcha a Madrid a trabajar desde noviembre, en enero me reuní con ellos y en lugar de apoyarme o proponerme otra cosa, me dijeron que cada entrenamiento que faltara me lo descontarían del sueldo”. No han sido claros con él. “Con los futbolistas siempre hablé claro y convenimos en que si nos estábamos a gusto me marcharía, pero no era el caso”. Siempre he trabajado al cien por cien”. Asegura que hay mucha gente en esa directiva que le ha defraudado, “parece que la memoria se borra cuando uno quiere”. Excepto el presidente, ya que Toni Huertas fue quien apostó por él en verano y uno de los tres directivos que votaron contra el cese en la reunión del lunes.

Con todo, Ángel Izquierdo insiste en que desea el ascenso del equipo, hecho a su imagen y semejanza. “Sería muy grande que ascendiéramos con un equipo casi en su totalidad del pueblo”.