No hay tiempo para el aburrimiento en Infantilandia     Foto: GACETA

Gabriel Jaime

Más de quinientos niños y niñas pasaron por Infantilandia en su primer día de apertura. El gran parque infantil ubicado en el pabellón Antonio Serrano fue un hervidero de chavales que disfrutaron con los distintos talleres, juegos y actividades programadas.

El balance de la jornada inaugural fue más que positivo, según declaró el coordinador de la Casa del Niño y supervisor de Infantilandia, Juan Pedro Ocaña. No en vano, se agotaron los 400 abonos previstos, habiéndose dispensado un total de 413, además de otras 113 entradas sueltas.

El parque se divide en cuatro zonas de ocio: hinchables, talleres, juegos variados y una última superficie para los niños de 3 a 7 años que tiene actividades diversas. Sólo en esa última zona, se contabilizaron 156 chavales que estuvieron cuidados por diversos monitores en todo momento.

Ocaña también destacó el trabajo del personal que se ha dispuesto para esta nueva edición de Infantilandia y que asciende a casi una treintena de personas. Por un lado, hay veintidós chicos y chicas que están cubriendo las prácticas del curso de monitor de actividades juveniles, a los que habría que sumar otros monitores de la Casa del Niño y también conserjes del ayuntamiento y del Legado Bustillo. Ocaña agradeció especialmente el trabajo de los monitores en prácticas, indicando que gracias a ellos se puede organizar Infantilandia con este formato.

Este año, como novedad, también se ha contado con la presencia de varios voluntarios de Protección Civil, que actuarían con primeros auxilios ó traslados en caso de posibles accidentes.

Durante la primera jornada, se agotaron los 300 ambientadores, la misma cantidad de pulseras de globos y otras tantas manualidades navideñas que se habían previsto en los talleres, según señaló Ocaña. En todo caso, estos talleres variarán sus contenidos en posteriores días con pulseras de aceite, tatuajes, chapas, pulseras de goma eva y capuchas de lapiceros entre otras.