Toda la comunidad educativa del centro se involucró en la actividad    Foto: GACETA

Gabriel Jaime

La tradicional Carrera Solidaria organizada por el colegio Javier Paulino recaudó un total de 900 euros que se destinarán a combatir la hambruna en países de África. La actividad lúdico-deportiva se complementó con un mercadillo en el que se vendieron artículos confeccionados por los alumnos y por sus padres, contribuyendo al aumento de la cantidad recogida con respecto a ediciones precedentes.

El Javier Paulino celebró la duodécima edición de la Carrera Solidaria cuyos fondos van a parar a Save the Children, ya que el centro es uno de los pocos en España reconocidos por la ong como Embajadores de los Derechos de la Infancia. Tal distintivo se otorgó hace tres años, según recalcó el director del colegio, Sebastián Tercero.

En torno al 98% del alumnado participó en la prueba, de los 175 que hay en el centro, pagando una cuota de dos euros cada uno. Los profesores también contribuyeron con el mismo donativo, por lo que lo recogido en la carrera rondaría los 350 euros, que es la cantidad habitual.

Pero el colegio ideó hacer un mercadillo solidario paralelo a la carrera en el que participó toda la comunidad educativa. Los alumnos elaboraron distintos trabajos manuales que se vendieron al precio de 50 céntimos, con artículos como pompones, broches, pinzas, muebles en miniatura, clips, etc. Por su parte, las familias prepararon platos dulces y salados que se dispensaron entre 50 céntimos y 1 euro.

La cantidad final recogida ascendió a 900 euros que irán destinados a combatir la hambruna en países del Sahel como Mali, Mauritania ó Burkina Faso. La ong Save the Children tiene varios proyectos para paliar la desnutrición infantil en aquellos países africanos, según explicó el director.

Tercero también indicó que durante la semana previa a la carrera, analizaron en las clases cómo es la vida en otras zonas del planeta y las condiciones en las que viven niños como ellos, visionando videos y realizando diversas actividades según las edades del alumnado.

Finalmente, el director agradeció la colaboración de toda la comunidad educativa del centro y especialmente al AMPA Molinos de Viento por preparar el agua para los chavales y zurra para los adultos.