La Cofradía de la Santa Veracruz y Virgen de la Esperanza cocinando dulces típicos para la fiesta   Foto: GACETA

       Rosa María Salcedo

Las fiestas llegan este año a su vigésimo quinto aniversario, por lo que contarán con un programa de actividades novedoso, ya que los actos darán comienzo un día antes de lo que viene siendo habitual. Así, el sábado 22 a las 21:00 horas, se llevará a cabo el concierto al Cristo del Amor a cargo de la banda de Cornetas y Tambores de Ntro. Padre Jesús Rescatado y la Agrupación Músico-Cultural de San Sebastián.

El domingo, a partir de las 11:00 de la mañana, comenzará la misa solemne en honor al patrón, y contará con la participación del Coro y Rondalla Santa Cecilia del Centro de Mayores. Una vez finalizada la ceremonia religiosa, se iniciará el ofrecimiento en el que se pondrán a la venta los dulces que se están preparando. El mismo día por la tarde, a partir de las 21:30, horas dará comienzo la procesión que recorrerá diversas calles de la localidad. Cabe destacar, que durante el recorrido procesional, será la Agrupación Músico-Cultural de San Sebastián quien acompañará al Cristo.

La Cofradía de la Santa Veracruz y Virgen de la Esperanza es la encargada de realizar los preparativos previos para que los vecinos puedan disfrutar de las tradicionales fiestas de barrio. Para ello, los componentes de la junta directiva y miembros de la cofradía, se ponen manos a la obra con el fin de elaborar dulces tan típicos como son las roscas de nuégados y las flores.

La presidenta de la cofradía, Miguela Martínez, se muestra ilusionada ante la inminente llegada de estas fiestas, en las que los donativos que realizan las diversas empresas locales se convierten en algo esencial, pues como reconoce Martínez “las casas comerciales nos dan un pequeño donativo y con eso compramos las materias primas como el aceite, miel y harina para fabricar los productos”. Asimismo manifiesta que en esta ocasión “el dinero de la recaudación ya está invertido” pues hay que sufragar los gastos que supone estrenar el nuevo palio y varales de la carroza, además del vestido de la Virgen.

De esta forma, el ofrecimiento al Cristo del Amor cierra las festividades de barrio antes de la llegada de la patrona, que este año tendrán como objetivo “recordar cómo eran las primeras fiestas de hace 25 años”.