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La ciudad

         Aurelio Maroto

         Santiago ha recuperado todo su esplendor en el día grande de nuestra feria. La misa en honor al patrón había recobrado su solemnidad pocos años atrás, y la presencia del Obispo así lo exhibió hace no mucho. Pero faltaba completar el puzzle. Faltaba el desfile del Apóstol por las calles de La Solana. El domingo 25 de julio de 2010, año Jacobeo para más señas, pasará a la historia como aquel en que se recuperó una tradición: la de procesionar al Santo Patrón, rito perdido desde hacía 35 años.

         Pero antes del desfile, la misa. El párroco de Santa Catalina, Benjamín Rey, presidió el oficio religioso ante un templo completamente abarrotado de fieles. En las primeras filas, las autoridades municipales, encabezadas por la primer teniente de alcalde, Cristina Fernández y otros concejales de la Corporación. En la bancada de la lado, los directivos de la Hermandad de Santiago con su presidente a la cabeza, Juan Rodríguez-Rabadán. Detrás, representantes de otras cofradías y asociaciones religiosas que también tuvieron su participación durante el Ofertorio. Presidiendo, la imagen de Santiago Peregrino en su carroza, por primera vez.

         Pero antes, Benjamín Rey ensalzó en su homilía la figura del Apóstol, y reflexionó sobre la peregrinación que en su día realizó como muestra del camino de la fe que, en su opinión, “hay que cubrir etapa por etapa, buscando su encanto y disfrutando de él”………………

         Tras la misa, el esperado desfile procesional. A las puertas de la iglesia salió la Cruz con los monaguillos, a la que precedían los representantes de las diferentes hermandades solaneras, invitadas para la ocasión. Justo detrás, la Banda Municipal de Música y a continuación el estandarte de la Hermandad anfitriona, custodiado por un nutrido grupo de cofrades, todos ellos ataviados con su bastón y su vieira de peregrinos, además de una gran Cruz de Santiago en la solapa. Varios niños precedían a la imagen vestidos con túnicas blancas.

         El desfile lo cerraba el Santo Patrón, el Apóstol Peregrino sobre una ornamentada carroza en la que destacaba una gran Cruz de Santiago a sus pies sobre fondo amarillo. Esa era la gran diferencia respecto a las procesiones de antaño, cuando quien salía era el denominado “Santiago Matamoros”. Los tiempos han cambiado y la tolerancia entre razas y religiones impera, por fortuna.

         Así fue como la procesión desfiló por las calles céntricas de La Solana, desafiando el calor tórrido normal en estas fechas, y a esas horas, pero que no impidió aglutinar a muchísimo público a lo largo del trayecto.   

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