Aurelio Maroto
     Se impone una reestructuración. El Promociones Renova Uno consumó el sábado su descenso definitivo a 1ª Autonómica tras caer en Talavera por seis puntos de diferencia. A falta de dos jornadas para terminar el campeonato, las matemáticas ya no dejan opción a la esperanza. El equipo está descendido tres años después de lograr su histórico ascenso a Liga Nacional. 
     Huelga destacar el hecho encomiable de haber estado durante estas tres temporadas entre la élite del baloncesto de Castilla-La Mancha. Pocos equipos podían presumir de codearse en esa jungla con gran parte de su plantilla de casa y con un presupuesto muy reducido. En esta categoría, muchos equipos son semiprofesionales y los jugadores extranjeros proliferan por doquier. En ese sentido, partimos de una base: el CB La Solana-Promociones Renova Uno ha obrado casi un milagro y los solaneros debemos sentirnos orgullosos, absolutamente orgullosos, de lo que este club nos ha brindado. Y lo estamos.
     Pero el descenso exige una reflexión y, seguramente, un cambio de planes. Aunque todavía quedan dos partidos en los que el Renova Uno debe pelear por acabar dígnamente la liga, y así lo hará, no está de más comenzar a pensar en el futuro. Hay jugadores cuya continuidad en Autonómica es difícil. Gente como David Vellón o Goyo podrían marcharse, por no hablar de los hermanos Nieto. Sin embargo, al margen de nombres concretos, el club debe planterse cuáles serán sus objetivos en la nueva categoría. ¿Buscarán de nuevo el ascenso? ¿Tirarán de la cantera? ¿Mantendrán el cuerpo técnico?. Y otra duda no menos importante: ¿Renova Uno dejará el patrocinio?. Todo está en el aire.
     En cualquier caso, parece un momento adecuado para reconvertir algunas cosas y, si es necesario, comenzar de nuevo con una apuesta por la cantera, con savia joven, sin perjuicio de que algunos veteranos sigan siendo santo y seña de un magnífico equipo que ha dado extraordinarios éxitos al baloncesto local hasta elevarlo a la cima de su historia.