El investigador del CSIC abogó por una alimentación tradicional más saludable                          Foto: GACETA

Gabriel Jaime

La Escuela de Familias arrancó su séptima edición con una charla dedicada a comprender por qué resultan tan apetecibles los alimentos ultraprocesados. La actividad, organizada conjuntamente por el IES Modesto Navarro y el IES Clara Campoamor, contó con la colaboración del Ayuntamiento de La Solana gracias a su inclusión en el Programa Ciudad Ciencia, un proyecto de divulgación científica del CSIC con el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación.

La conferencia, titulada ‘¿Por qué nos gustan tanto los alimentos ultraprocesados?’, corrió a cargo de Javier Sánchez Perona, científico titular del Instituto de la Grasa del CSIC e investigador especializado en alimentación y salud, además de profesor asociado de la Universidad Pablo de Olavide. Antes del inicio de la sesión, el experto atendió a la prensa local y destacó que “nos gustan los alimentos ultraprocesados porque están diseñados para que nos gusten”. Explicó que estos productos activan mecanismos de recompensa en el cerebro, lo que dificulta su rechazo. “Nuestro cerebro nos da recompensas cada vez que los comemos, así que tenemos que hacer un gran esfuerzo para sustituirlos por otros más saludables”, señaló.

Sánchez Perona profundizó también en el aumento de su consumo, que atribuyó a factores ligados a los hábitos actuales: “Cada vez tenemos menos tiempo para cocinar y en muchos supermercados, la mayor parte de los productos que se venden son ultraprocesados”. Asimismo subrayó la importancia de distinguir entre procesados y ultraprocesados, una de las claves de su intervención, adelantando que “toda la evidencia científica indica una fuerte relación entre el consumo de ultraprocesados y una multitud de enfermedades”, desde diabetes o trastornos cardiovasculares hasta problemas de salud mental como ansiedad, depresión o insomnio.

El investigador insistió en apostar por la alimentación tradicional, recordando que “hay industria alimentaria que hace las cosas muy bien” y poniendo como ejemplo productos locales como el aceite, el queso o conservas vegetales típicas de la zona.

Ilusión renovada en los centros educativos

La apertura de la Escuela de Familias estuvo arropada por los directores de los dos institutos solaneros, que se dieron cita en el auditorio de la Biblioteca Municipal. Eladio Maleno, director del IES Modesto Navarro, expresó la satisfacción de ambos centros por retomar esta iniciativa conjunta. Habló de “una nueva edición, la séptima, que empezamos con mucha ilusión”, para ofrecer a las familias contenidos de relevancia social y educativa.

Por su parte, Chelo Simón, directora del IES Clara Campoamor, subrayó la importancia de seleccionar temáticas que respondan a las preocupaciones actuales de las familias solaneras. Recordó que los asuntos tratados suelen mantenerse estables de un año a otro porque responden a necesidades esenciales: “Una buena alimentación, un bienestar también ahora digital, una salud digital y unos hábitos saludables”. Simón valoró además la oportunidad de contar con voces expertas y conocimientos contrastados, destacando que “es un lujo contar con personas tan preparadas que han dedicado tanto tiempo a mejorar la sociedad”.