Marcos Talavera conduce el balón durante el partido             Foto: GACETA

    Aurelio Maroto

   Los números son claros. La Solana es tan sólida en defensa como débil en ataque. Tras seis jornadas, está en el top-5 de equipos menos goleados (empatado con varios), pero también está a la cola de goles marcados (junto al Villarrobledo). El empate del sábado frente al Guadalajara Promesas (0-0) es un arquetipo de esa realidad. La Moheda aún no ha cantado gol en los tres partidos de liga en casa. Sin embargo, ese punto aúpa los amarillos una posición en la tabla, ahora decimosegunda con 6 puntos, fuera del descenso directo.

   Pero, más allá de los datos, el partido ante el Guadalajara Promesas dejó claro que La Solana tiene un serio problema en ataque. Al margen de un balón al palo y de algún acercamiento aislado, no hubo sensación real de peligro y el portero visitante se limitó a mostrarse seguro en los balones aéreos, poco más. Y no será porque los delanteros amarillos no lo intentaran, habida cuenta del desgaste inhumano de Rodrigo Alves o de los buenos minutos que recetó el debutante Jorge Cortés cuando salió a escena. El mismo Marcos Talavera se desfondó corriendo de un sitio para otro, pero la clave no es correr mucho, sin correr bien, según reconoció Julián Falcón al término del choque.

   Volvía Samu a La Moheda como lateral zurdo, con Jesús Moreno repitiendo por la derecha, y Walde y Jiménez en el eje. Esa defensa está dando muestras de solvencia, apoyada por un inmenso Manolo, que volvió a echar el cerrojo con un par de intervenciones clave.El atasco comienza en la zona de creación, donde el pie talentoso de hombres como Iván Riveiro o Álex Ramos no acaba de brillar, básicamente porque no tienen el balón o les dura poco. El siguiente escalón es un espacio huérfano para encarar en tres cuartos y llegar al área en juego dinámico. Tal vez se eche de menos al FallouKa, aún convaleciente de su problema de hombro.

   El Guadalajara fue mejor en la primera mitad. Apoyado en jugadores muy dinámicos y sin miedo a nada, generaba más peligro que los locales. Generó cinco o seis disparos a portería, aunque con la brújula desviada, por fortuna. Manolo hizo el resto para evitar el gol. En la otra área, anotamos un disparo de Rodrigo Alves que rechazó el meta y el balón al palo de Talavera.

   Mejoró La Solana en la reanudación, sobre todo cuando Falcón movió el banquillo para introducir a Aarón Cordero y Jorge Cortés. El extremo marbellí se entendió en seguida con Riveiro y dio confianza a Samu para saltar por su carril zurdo. Por ahí llegaron los mejores minutos amarillos. La afición se contagió y La Moheda rugió por fin. Pero el gol no llegó y el Guadalajara comenzó a parar el partido, consciente del giro que estaba dando. Aguantaron bien los cachorros morados y el partido terminó igual que empezó, 0-0.

Julián Falcón, descontento con el empate                  Foto: GACETA

“Situaciones individuales provocan desajustes colectivos”

   El entrenador del CF La Solana, Julián Falcón, se mostró insatisfecho en sala de prensa tras el empate. Cree que habían preparado muy bien el partido y confiaba mucho en sacarlo adelante.“En la primera parte estuvimos peor y en la segunda un poco mejor, pero no acabamos de llevar el plan de partido a cabo”.“Damos a los jugadores todas las herramientas para que entiendan lo que va a pasar y cómo va a pasar. Al final, son situaciones individuales que hacen que haya un desajuste colectivo, y eso lo tenemos que corregir”.

   Cuestionado por esa falta de gol (tres partidos en casa sin ver puerta) y la soledad de Rodrigo Alves en ataque, Falcón defiende que el sistema es el adecuado y cree que la cuestión es otra:“El problema que está teniendo Rodri no es jugar con un punta al lado, sino que los extremos y los mediocentros estén más cerca cuando él tiene el balón”.Puso como ejemplo a Marcos Talavera: “En la primera parte estaba corriendo muchísimo y en el descanso le he dicho que estaba corriendo sin sentido”.“No estamos interpretando dónde tenemos que ir, cuáles son los espacios y las cosas que tenemos que hacer, y ese es el problema que estamos teniendo”.

“Josema entrenaba cuando le daba la gana”

  Tras una semana algo convulsa, fue preguntado por lamarcha del capitán, Josema, y respondió a unas declaraciones donde el canterano reprochaba que no se habían respetado ciertas condiciones de entrenamiento. Falcón se defendió así:“A Josema no se le ha echado, se ha ido él”. “Me han molestado las declaraciones que ha hecho porque dice que no se le ha respetado y a mí me gustaría saber en qué momento”. “La primera semana de entrenamiento él estaba de vacaciones en la playa. Ha venido a entrenar cuando le ha dado la gana y no ha venido al gimnasio nunca”. “El único problema que yo identifico es que no estaba jugando de titular; pero claro, si otros jugadores hacen todo el trabajo y él no, pues tendrán que jugar esos jugadores”.

   También se refirió a la suplencia de otro canterano, Gregorio Uriel, indiscutible para el técnico hasta que desapareció del once, incluso de la rotación. Negó que fuera ningún castigo:“Ahora mismo nos están dando más confianza defensiva otros futbolistas, creemos que lo están haciendo mejor y nos van a dar mejor lectura de partido, nada más”.

Muchos egos y gente que no valora la oportunidad

  Julián Falcón rechazó que el empate suponga un paso atrás. Sigue confiando en la capacidad de mejora de esta plantilla, aunque sí critica la actitud de algunos -sin dar nombres- y subraya la “dificultad” del proyecto:“Pienso que estamos en el camino, que este proyecto es muy complicado, con muchos egos y con gente muy joven que no valora la oportunidad de jugar en esta categoría, que no sabe si subirse al barco o no subirse al barco”.Aun así, se mostró optimista: “Como el equipo es joven, pienso que la curva de aprendizaje va a ser muy grande”.