Imagen de los aparcamientos readaptados                          Foto: GACETA

Gabriel Jaime

El Ayuntamiento de La Solana ha concluido la adecuación de las tres plazas de estacionamiento reservadas para personas con discapacidad en la céntrica Plaza Don Diego. La intervención se ha realizado con el objetivo de cumplir la nueva normativa vigente y garantizar que estas plazas ofrezcan las mejores condiciones de accesibilidad, comodidad y seguridad para los usuarios que más lo necesitan.

Los trabajos han consistido en la renovación de la señalización horizontal, la ampliación de los espacios para facilitar las maniobras de entrada y salida, así como la correcta delimitación de las áreas de acceso lateral para sillas de ruedas. Se da la circunstancia de que estas plazas reservadas no cumplían con la nueva normativa, que data de julio del año 2021. En concreto, la adecuación llevada a cabo incluye las dimensiones mínimas de 5 metros de longitud por 2,20 metros de anchura, incluida zona de aproximación y transferencia lateral de una longitud igual a la plaza y un ancho de 1,50 metros. Con estas actuaciones, las plazas no solo se ajustan a los requisitos legales, sino que mejoran notablemente la funcionalidad para las personas con movilidad reducida.

Esta actuación forma parte del compromiso firme de este Ayuntamiento con la accesibilidad. Queremos una ciudad pensada para todos, sin barreras y con espacios públicos que permitan a cada vecino y vecina disfrutar de La Solana en igualdad de condiciones. La Plaza Don Diego, uno de los puntos neurálgicos del municipio, cuenta ahora con plazas adaptadas a los estándares exigidos, lo que refuerza la idea de una ciudad inclusiva y sensible a las necesidades de las personas con discapacidad.

La concejala de Bienestar Social, Toñi Ramos, ha valorado positivamente esta iniciativa. “Estamos comprometidos con la accesibilidad y queremos una ciudad sin barreras para todo el mundo”. Al respecto, añadió, “pedimos responsabilidad a todos los conductores y que no aparquen en estas plazas reservadas, porque un mal uso de las mismas puede suponer una gran dificultad para quienes dependen de ellas en su día a día”.