El Fuenla posa con el trofeo al término del partido                Foto: GACETA

   Aurelio Maroto

   El CF Fuenlabrada acaba de entrar en el particular Olimpo de ganadores del Trofeo ‘Rosa del Azafrán’. Este jueves, el equipo madrileño conquistó el torneo tras derrotar al CF La Solana por 1-3. Los anfitriones, que plantaron cara a un rival de superior categoría y se fueron al descanso con victoria parcial (1-0), dejaron una gran sensación ante su afición, que acudió en buen número y le gustó lo que vio sobre el natural de La Moheda. El mismo Julián Falcón, a pesar de la derrota, no ocultó su satisfacción por el desempeño general de los suyos, y eso que jugaron bastante lastrados por las lesiones. Iván Riveiro, Josema, Samu Padilla, Juli Cacho o Julio Armas no pudieron participar. Otros lo hicieron estando entre algodones.

  Aun así, La Solana no se achicó en absoluto ante todo un Segunda RFEF. La enérgica salida del Fuenla no tardó en ser frenada por los amarillos, que cedieron el balón en los primeros minutos, pero sin dejar espacios para ceder últimos pases a los creativos visitantes. Funcionó bien el ensayo de Falcón, que jugó con tres centrales (Gregorio Uriel, Jiménez y Walde), con David Villar y Marcos Talavera como carrileros adelantados. Por el medio, la contención fue responsabilidad de Jesús Moreno, un futbolista de gran despliegue físico y mucho empuje, mientras que la manija quedó en los pies de Álex Ramos, que crece en cada partido, y de Fallou Ka, un pulmón capaz de abarcar mucho campo. Arriba, Alberto Dono acompañó a Rodrigo Alves.

 

Gregorio Uriel celebra el 1-0                 Foto: GACETA

     La Solana tardó poco en frenar el ardor visitante, equilibró el juego y comenzó a asomarse a la meta madrileña. En el minuto 7 funcionó la pizarra de Falcón. Falta escorada a la izquierda que bota Álex Ramos al palo largo, Dono pone un caramelo de cabeza al corazón del área y Uriel remata a la escuadra. Golazo. Ese tanto acabó de despistar al Fuenlabrada, que perdió sitio. En uno de esos agujeros se metió Álex Ramos, con asistencia a Talavera y centro al área pequeña que no fue gol de milagro. Poco después, Fallou mandó alto un cabezazo franco, y el palo repelió otro golpeo desde el córner. El marcador pudo ser mucho más abultado al descanso.

Álex Ramos no fue fácil de parar                Foto: GACETA

     Pero el Fuenlabrada se marchó vivo a vestuarios y aunque los locales mantuvieron el nivel en los inicios de la segunda mitad, el gol del empate acabó siendo una losa. Mejoró el invitado en el manejo del cuero, manteniendo la pelota y haciendo correr más a su rival. Llegó el bajón físico, a pesar de los cambios, y el 1-2, tras un regalo defensivo, fue casi definitivo. Aunque Fallou tuvo el empate en un cabezazo, la sensación es que el partido era fuenlabreño. El 1-3, ya en las postrimerías, fue la puntilla y un castigo demasiado severo para los méritos de unos y de otros.

Entrega del trofeo de campeón            Foto: GACETA 

    La concejala de Cultura y Festejos, Ángela Notario, y el concejal de Promoción Económica y Turismo, Santiago López, entregaron los títulos de subcampeón y campeón, respectivamente, en presencia del presidente amarillo, Julián Martín-Zarco.