Los jugadores celebran el pase al play-off en Motilla               Foto: GACETA

     Aurelio Maroto

     El CF La Solana luchará por regresar a Tercera RFEF. Su victoria en Motilla del Palancar (0-2) ha proporcionado el billete para la eliminatoria de ascenso, que jugará frente al Yuncos, tercer clasificado del grupo segundo. Primero allí, y después en La Moheda, que dictará sentencia. Y todo, tras un triunfo tan sufrido como merecido, donde hubo que apelar a esa palabra que en fútbol raramente se entiende: paciencia. Unos 150 solaneros fueron testigos en ‘El Carrascal’ motillano, que en realidad fue una ‘pequeña Moheda’.

Aspecto de la grada de El Casrrascal, repleta de aficionados solaneros             Foto: GACETA

    Era un partido atascado. La Solana había recetado una primera parte plana. Había nervios, muchos nervios. El gol no llegaba. No estaba Rodrigo Alves y el peso de sus 18 goles. Marcos Talavera asumió su rol arriba. Cabeceó al travesaño. Primer y único ¡uy! en cuarenta y cinco minutos. Poca cosa. Pero nadie se iba a rendir. Comienza la segunda parte y La Solana aprieta. El Motilla también se asoma a los dominios de Manolo. Cuidado. Llegan las ocasiones. Micue no acierta a portería vacía. Gol anulado a Marcos Talavera. Posible penalti a Ángel. Pero llega el minuto 71 y la inspiración baja directamente desde Galicia. Iván Riveiro, que ya estaba dando una master class de fútbol, se marca una jugada de dibujos animados. Penetra en el área, dribla hasta al apuntador y la coloca en la escuadra. Así de fácil. Así de inmenso. El Carrascal de Motilla, que en realidad era la ‘pequeña Moheda’, estalla de júbilo. Más de cien solaneros se habían ‘comido’ 154 kilómetros para ayudar a sus jugadores, y para vivir un momento así. El rival se desinfla, se queda con uno menos, y el partido ya solo tiene un color: el amarillo. Ruge la afición. Suenan los clásicos ¡Solana, Solana!, se escuchan cánticos de ¡Iván Rivero!... La comunión ya es total. La guinda llega en el descuento, tras una cómica indecisión entre el portero y un defensa local que deja en bandeja el gol a Miguel. Locura total en la ‘pequeña Moheda’.

    Pitido final. Los jugadores hacen piña. Saltan y gritan. Los aficionados ondean bufandas. El play-off de ascenso a Tercera RFEF está en el zurrón. Un señor con polo de color negro llora, literalmente. Se llama Julián Martín-Zarco. “Estoy muy emocionado porque la ocasión lo merece; esto es un premio al trabajo constante de todo el año; quiero dar las gracias al entrenador, que ha hecho una labor bárbara porque a finales de julio no teníamos ni equipo”. “También a los jugadores, a mi directiva, y por supuesto a nuestra afición, que se lo merece todo”, declaraba a Radio Horizonte sobre el sintético de Motilla.

Los aficionados se fundieron con los futbolistas sobre el césped          Foto: GACETA

     Iván Riveiro abrió la lata con un gol de crack. Estaba feliz. “Hemos estado a la altura de la ocasión y vamos a por el ascenso”. El gallego tenía palabras para los aficionados: “En la vida lo que más vale es el tiempo y ellos han invertido su tiempo en venir a ver a La Solana y no podíamos fallarles”. Otro guerrero fue Josema, capitán y referente. Representa la esencia de la cantera (ayer, 5 solaneros en el equipo titular) y jugó con una microrrotura muscular. Pero no era día para abandonar la trinchera: “Quedando lo que queda hay que arriesgar y aportar lo que haga falta”. “Somos un equipo unido y este es el premio”.

     Y otro hombre satisfecho, y también emocionado, era Julián Falcón. Le preguntamos al canario en quién pensó nada más escuchar el pitido final: “Me he acordado de toda la gente que nos ha estado apoyando durante todo el año”. Y se quitó el sombrero ante la afición. “Ha ido cambiando la percepción y las malas sensaciones que arrastraban de la temporada pasada y se ha ido identificando con el equipo”.

Una extraordinaria temporada regular

     El CF La Solana termina la temporada regular con números extraordinarios. Subcampeón, con 75 puntos en 34 partidos, de los cuales 22 victorias, 9 empates y solo 3 derrotas. Puestos a comparar, son dos puntos menos que los dos ascensos anteriores a Tercera (77 puntos en las campañas 17/18 y 21/22), pero con mejores micronúmeros, ya que se han perdido dos partidos menos y se han recibido 17 goles, por 19 y 30 en las temporadas antes referidas. Eso se llama regularidad y consistencia.

Se espera ‘marea amarilla’ en Yuncos

     El club está ya inmerso en la promoción de ascenso. La plantilla volverá a entrenar con la vista puesta en Yuncos y la directiva prepara el viaje. Se fletarán autobuses y se espera un desplazamiento masivo de aficionados. Una ‘marea amarilla’ que, curiosamente, se mezclará con el amarillo yunquero (La Solana vestirá de azul). El play-off está servido