Aurelio Maroto

   La Asociación de Fibromialgia de La Solana (FIBROSOL) también ha recibido ayuda del Legado Bustillo, que le permitirá impulsar sus actividades. La presidenta de la fundación benéfica, Luisa Márquez, y su homóloga de Fibrosol, María Castaño, han firmado un acuerdo de colaboración, del que no ha trascendido la cantidad. La institución había destinado 50.000 euros para ayudar a distintas asociaciones, clubes y colectivos dedicados a la igualdad de oportunidades y a la lucha contra determinadas enfermedades, con acuerdos individuales que han ido conociéndose en los últimos meses.

   En declaraciones difundidas por el propio Legado Bustillo, María Castaño ha agradecido el gesto de la fundación benéfica y ha explicado el trabajo que realizan. “Estamos limitadas por una enfermedad y en la asociación hablamos entre nosotras y nos entendemos”. “Hacemos manualidades y nos evadimos de la situación que vivimos”, ha dicho. El dolor y la fatiga crónica son los obstáculos con los que vive una persona con fibromialgia. “Es difícil de explicar, pero hay días que no nos podemos ni mover”. “Gracias a los médicos y a asociaciones como estas aliviamos nuestro problema”, ha subrayado. 

   María fue diagnosticada en el año 2014, sin saber muy bien el porqué. “Antes de estar así yo trabajaba, cuidaba de mis hijas y demás, hasta que un día te levantas y te preguntas qué te pasa y por qué no puedes hacer lo que antes hacías”. “No sabes lo que te está pasando, pero sí sabes que estás mal”. Reconoce que el día a día es difícil, y más ante la incomprensión de la gente. Por eso, cree que la asociación es un refugio perfecto. “Acogemos a cualquier afectada con los brazos abiertos porque sabemos lo que esta enfermedad significa”. En cuanto a objetivos a medio y largo plazo, Fibrosol prevé mantener las ayudas para cursos de gimnasia, también para fisioterapia, así como la organización de viajes, el próximo a un balneario. 

   La presidenta del Legado Bustillo, Luisa Márquez, ha elogiado el trabajo de Fibrosol en su pelea para aliviar los problemas físicos y psicológicos derivados de esta enfermedad. “Es muy duro porque pasas de una vida normal a tener más limitaciones. Es fantástico compartir esos problemas con otras personas”. 

   Fibrosol cuenta con 55 socios, entre afiliados y colaboradores.